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¿Hay una nueva era dorada en el fútbol colombiano?

El regreso de jugadores de nombre revitaliza la Liga Águila-2 que se inicia hoy. ¿Su presencia mejorará el nivel actual del balompié local?

Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.

07 de julio de 2017

“Mientras el circo cambie de payasos el público está contento”. Esta analogía que hace el técnico antioqueño Hugo Gallego sirve para ilustrar la llegada de grandes figuras al fútbol colombiano, que hoy abre la Liga Águila-2, revitalizada por luminarias como Dayro Moreno, Teófilo Gutiérrez, Yimmi Chará, entre otros.

Varios entrenadores y jugadores de renombre llegaron esta temporada. Recuerdan la década de los 50, cuando por culpa de una huelga de futbolistas en Argentina arribaron las máximas figuras suramericanas a Colombia, en lo que se conoció como la época de El Dorado del fútbol nacional.

No hay que ir muy lejos para descubrir el por qué se da este fenómeno, y así lo explica el técnico Luis Fernando Suárez. “Después de que la Selección Colombia hizo un gran papel en el Mundial de Brasil 2014, de que Santa Fe quedara campeón de la Copa Suramericana 2015 y Nacional hiciera lo mismo en la Libertadores 2016, el país volvió a ser un mercado seductor para los futbolistas suramericanos”.

Sin embargo, como lo analiza Hugo Gallego, hay que mirar todas las aristas que tiene esta situación.

“Los jugadores con experiencia y de categoría sirven para aportar, pero ¿cómo llegan?, ¿lo hacen en su mejor momento o en un declive?, ¿el fútbol colombiano les ofrece un ‘escampadero’ o realmente es una oportunidad para que ellos recuperen su mejor nivel y enriquezcan la Liga?”.

Una Liga más atractiva

El técnico colomboargentino Óscar Héctor Quintabani cree que esos nombres hacen más atractivo el torneo. “El fútbol se parece mucho a un restaurante en el que vos mirás el menú y si es bueno y amplio querés comer allí, pero si siempre ofrece lo mismo, no querés volver”.

El Junior de Barranquilla es el club que rompió el mercado local esta temporada con una inversión cercana a los 15 millones de dólares, como lo confirmó el máximo accionista del conjunto rojiblanco, Fuad Char. “Nunca en la historia de este equipo se había hecho una inversión de tal magnitud, queremos conseguir cosas importantes”, señaló.

Víctor Marulanda, gerente deportivo de Nacional, indicó que para repatriar a un jugador se piensa, además de lo futbolístico, en temas de boletería, abonos y publicidad. “Los clubes hemos salido a buscar buenas prácticas y, por eso, hay retornos de lujo”.

Respecto a cómo se sostiene un jugador tan costoso en Colombia explica que el sistema que más se utiliza es el de los préstamos y se comparte el salarios con el equipo dueño de los derechos deportivos del futbolista.

El técnico bogotano Luis Augusto Chiqui García dice que tener grandes nombres no garantiza el éxito: “Depende del aporte de cada jugador. Nadie gana de camiseta”.

El regreso que más llama la atención es el del delantero Teófilo Gutiérrez, quien durante su primer entrenamiento con el Junior le manifestó al diario El Heraldo algunas de sus razones para volver: “En cualquier estadio al que vayamos va a ser lindo por la trascendencia que hay ahora en el fútbol colombiano y por los jugadores que han llegado”.

Francisco Pacho Maturana, junto a Luis Fernando Suárez (Equidad), Juan José Peláez (Medellín), Juan Manuel Lillo (Nacional), Miguel Ángel Russo (Millonarios) y Gregorio Pérez (Santa Fe), también hacen parte de ese cartel estelar de la Liga.

Maturana indicó que la llegada de técnicos y de jugadores de categoría es positiva para el crecimiento del deporte: “Si vienen buenos técnicos y jugadores quiere decir que hay crecimiento, lo importante es que se refleje en lo que muestre cada equipo”.

El exportero Óscar Córdoba, quien también regresó al Cali y Millonarios entre el 2007 y 2009, asegura que lo que deben tener claro estos deportistas es que está en juego el prestigio cosechado y que la última imagen que dejen será la que guarden los aficionados en el recuerdo.

“Cuando llegás como repatriado, hay una mayor responsabilidad porque se trata de dar buen uso y compartir lo que se aprendió afuera. La exigencia va a ser mayor a la de sus demás compañeros”.