Víctor Aristizábal se emocionó hasta las lágrimas con el debut profesional de su hijo Emilio; este fue su camino hacia el profesionalismo
El hijo del goleador recibió la oportunidad en el partido en el que Nacional superó al Pereira para clasificar a la final de la Copa Betplay. Su camino al profesionalismo ha sido largo.
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
Emilio Aristizábal entró a la lista de convocados de Nacional para el partido contra Pereira debido a una virosis que afectó a Óscar Perea a última hora. Pero no solo estuvo entre los convocados sino que el técnico Jhon Bodmer le dio la oportunidad de debutar como profesional enviándolo a la cancha al minuto 82.
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Nacional ganó 3-1, marcador con el que igualó la serie 3-3 y terminó avanzando en la definición por penaltis.
Después del compromiso, su padre Víctor Aristizábal se mostró visiblemente emocionado en el programa de ESPN F360 del que es panelista.
Entre lágrimas reveló un consejo que le dio después de que Emilio le manifestara que creía que su debut estaba cerca. “Le dije ‘no importa la cantidad de comida que tengas en la nevera, juega como si tu mamá tuviera mucha hambre”.
Y es que el camino de Emilio, a pesar de ser el hijo del goleador histórico del equipo verde no ha sido fácil y todo se lo ha ganado a pulso.
Aristi siempre le exige disciplina y compromiso. “Tiene la misma interpretación del juego, es inteligente, maniobra a dos o máximo tres toques, ve la posición de sus compañeros antes de recibir el balón y le gusta mucho el gol como a mí”, le dijo a EL COLOMBIANO unos meses atrás.
Además, explicó por qué de la exigencia tan grande para su hijo. “Normalmente uno le exige más a él que lo tiene al lado todos los días”, afirmó.
En su memoria guarda ese bonito recuerdo de su retiro en el que cargaba a su hijo en brazos. “Emilio tenía dos años y pude compartir con él ese día. Fue espectacular que sintiera el cariño de la gente hacia mí”.
Desde muy pequeño su heredero le manifestó su pasión por el juego, inmediatamente y sin duda alguna, le dijo que lo apoyaría.
“El primer consejo que le brindé fue que se prepare estudiando, sea una gran persona y se sacrifique en el fútbol para conseguir las cosas. Siempre tendrá el respaldo mío, pero que sea él quien se las gane con disciplina”.
Desde los 5 0 6 años, Aristizábal recuerda que el pequeño Emilio corría tras un balón.
“Desde esa edad le gustaba el fútbol, pero ya las actitudes y las condiciones se la encontré entre los 10 y 11 años, cuando ya demostraba compromiso por jugar. Ahí empecé a respaldarlo mucho más, porque antes era una cuestión recreativa”.
En ese momento comenzó a competir en las ligas y siempre actuaba en categorías dos años mayores que él. “A los 10 años jugaba sub-12, a los 11 en la sub-13, a los 12 en la sub-14 y así sucesivamente”.
En Nacional, Emilio ha sido goleador desde la categoría sub-15. Siempre se ha comportado como un joven maduro, aterrizado, con los pies en la tierra. Dice tener movimientos similares a los de su padre en la cancha. “Las diagonales, la ubicación a espalda de los defensores, el gol y la forma de cabecear”. Pero hasta ahí llegan las comparaciones, porque habla claro respecto a si quiere superar o llegar hasta donde lo hizo su padre. “Él hizo un camino muy bueno, es un goleador histórico en Colombia, pero voy a tratar de escribir mi propia historia como Emilio, y no como el hijo de Aristi”.
Es un convencido de que le gustaría que la gente viera lo bueno que él haga por méritos propios y no comparándolo con lo que Víctor Hugo logró.
Acepta que es un peso ser el hijo de Aristi, pero más por los comentarios y las comparaciones de la gente. “Siempre va a haber esa clase de opiniones, por eso es un peso grande, pero quiero hacer historia con mi nombre y pensando en mí”, dijo también a este periódico el año pasado.
En casa tiene claro quiénes mandan y los roles de sus padres. Respecto a quién es más exigente entre Victor Hugo y su mamá Catalina, explica que en lo deportivo es el exgoleador y en lo académico su madre. Además maneja una excelente relación con sus hermanas María Camila y Juanita.
“Mi papá es exigente en mi parte deportiva, pero en el estudio es mi mamá ya que él permanece mucho tiempo en Bogotá”.
Tiene en Ronaldo, el brasileño, a su ídolo futbolístico. “La inteligencia que tenía para definir es impresionante y su técnica. Lastimosamente se lesionó mucho, pero el tiempo que jugó le bastó para hacer historia”.
Sabe que para mantenerse como profesional requiere la condición mental y técnica, y no escatimará esfuerzos para triunfar. “Entregaré todo para ganarme mis cosas, además porque es el club de mis amores” .