Fútbol

¿Por qué Nacional no rinde igual de visitante que de local? Esto es lo que no puede repetir ante Bahía

El conjunto verde se prepara para el duelo de este jueves (7:00 p.m.) ante Bahía, en el que está obligado a sumar en la Copa Libertadores.

Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.

hace 32 minutos

El fútbol no solo se juega en el campo, también se libra en la mente y en las estadísticas. Atlético Nacional lo sabe bien. El equipo antioqueño prepara sus maletas rumbo a Brasil con un peso incómodo en su equipaje: la irregularidad que lo ha perseguido cada vez que juega lejos del Atanasio Girardot. Esta vez, el desafío tiene nombre propio: Bahía, un rival que no solo pondrá a prueba su fútbol, sino su capacidad de sacudirse de una vez por todas de esa preocupante tendencia.

El verde paisa ha tenido dos caras en este 2025. Una, sólida y convincente cuando juega arropado por su gente en Medellín, donde en nueve partidos ha cosechado siete victorias y dos empates, alcanzando un asombroso rendimiento del 85,1%. Y otra, mucho más frágil y vulnerable cuando sale de casa, donde la historia ha sido muy diferente: 10 encuentros disputados, apenas dos triunfos (ante La Equidad y Fortaleza), cuatro empates y cuatro derrotas, para un rendimiento que apenas roza el 33,3%.

Las cifras no mienten y la diferencia entre el Nacional que se siente dueño de la cancha en Medellín y el que sufre fuera de su fortín es demasiado evidente. La misión de corregir esa brecha es urgente y vital, sobre todo en un torneo continental donde los puntos fuera de casa marcan la diferencia entre soñar y quedarse por el camino.

El análisis es claro. Nacional debe atacar las raíces de sus errores recurrentes si quiere tener opciones reales en Brasil. Una de las principales falencias es su línea defensiva, que sigue buscando solidez y respuestas. La falta de un acompañante confiable para William Tesillo en la zaga ha sido un dolor de cabeza. Ni Juan Felipe Aguirre ni Juan José Arias han logrado consolidarse, lo que abre la puerta a alternativas como Simón García, Joan Castro o Royer Caicedo.

Otro aspecto que ha sido un lastre para Nacional es su terquedad táctica. Aferrarse a la misma propuesta ofensiva tanto en casa como de visitante le ha costado caro, dejando espacios que rivales con oficio no han perdonado. En el fútbol, ser protagonista es una virtud, pero la inteligencia para adaptarse al contexto es una obligación, especialmente cuando se pisa territorio ajeno. En Brasil, el equipo verdolaga deberá encontrar el equilibrio entre atrevimiento y precaución si quiere evitar un nuevo revés.

A ello se suma un problema tan antiguo como evitable: la indisciplina en momentos clave. Nacional ha terminado más de un partido con 10 hombres por expulsiones evitables, fruto de la falta de templanza. Jugadores con experiencia como Jorman Campuzano, Edwin Cardona y Alfredo Morelos deberán controlar su carácter y no dejarse arrastrar por la adrenalina o las provocaciones. En partidos cerrados, una tarjeta roja suele marcar el destino. Y como si fuera poco, la falta de eficacia también ha sido un obstáculo. De los 10 goles marcados fuera de casa, cinco fueron en un solo encuentro, ante Fortaleza. Un dato que refleja la necesidad urgente de ser más contundente frente al arco rival cuando se juega en suelo ajeno.

El técnico Javier Gandolfi, conocedor de estas falencias, no es ajeno al desafío que se avecina y lanzó un mensaje cargado de autocrítica y optimismo antes de emprender el viaje: “Se puede evolucionar todos los días, seguir mejorando. Ahora tenemos una nueva experiencia en Brasil, trataremos de dar un paso importante en Copa. Todos saben que arrancamos con el pie derecho, después nos costó, recibimos una derrota y ahora vamos a ir en busca de un gran partido y poder traernos los tres puntos que seguramente van a ser muy importantes”.

La noche de este jueves en Salvador no será una más para Atlético Nacional. No solo se trata de sumar puntos en la Copa; se trata de recuperar la confianza en su fútbol fuera de casa, de demostrar que el escudo pesa igual dentro y fuera del Atanasio y, sobre todo, de romper una estadística que hasta ahora ha sido una sombra demasiado pesada.