El Levi’s Stadium parecía el Metropolitano: los hinchas no paran de acompañar a la Selección en la Copa América
La Selección Colombia, una vez más, fue local en Santa Clara, California. Los hinchas no pararon de alentar en el empate 1-1 ante Brasil en el cierre del Grupo D.
Nada más con llegar a los parqueaderos del Levi’s Stadium se sentía cuál selección era la “local” en Santa Clara, California: Colombia.
Decenas de carros con hinchas colombianos preparando asados –una costumbre muy estadounidense en estos eventos– al sonido de El ritmo que nos une, la canción de moda para alentar a la Tricolor, preveía lo que sería la fiesta en la tribuna. Y así fue.
En la casa de los San Francisco 49ers no cabía un colombiano más, como en los encuentros de Eliminatoria en el Metropolitano de Barranquilla.
Según la Conmebol, las 68.500 entradas se vendieron y gran parte de ellas quedaron en manos de connacionales, residentes en California, uno de los cinco estados con más presencia de colombianos en Estados Unidos (además de Florida, Nueva York, Nueva Jersey y Texas) o de quienes viajaron exclusivamente a ver el encuentro, que prometía ser uno de los más entretenidos de la fase de grupos de esta Copa América.
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El ingreso al estadio fue también una marea amarilla. Si bien, Brasil, el rival de este martes, también viste un tono amarillo, predominaba más el combinado con el azul y rojo de la tricolor. La gente sonreía, bailaba, cantaba, gritaba para bajar la tensión, pero también por la emoción de sentirse, por 90 minutos, más cerca de casa.
Ya, en la tribuna y en la entrada de los equipos se dio el momento más emotivo. Con la mano en el pecho y los ojos encharcados, los colombianos en el estadio cantaron al unísono el himno, con una emoción que contagiaba a los miles que veían el partido delante de las pantallas.
Y así, con esa misma emoción e intensidad se vivió todo el encuentro, con gritos, aplausos, uno que otro madrazo a los rivales, la tristeza parcial por tener el marcador en contra, la frustración de un tanto anulado, pero finalmente, en anhelado grito de gol que desgarró las gargantas, encharcó los ojos, pero sobre todo alegró los corazones de miles de hinchas que quieren ver a su equipo campeón.