“La afición de Nacional fue la mejor que tuve”: César Cueto
El peruano César Cueto, “El Poeta de la Zurda”, dialogó con EL COLOMBIANO sobre su carrera.
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
Hace dos semanas el peruano César Cueto cumplió 69 años y 39 de ellos los dedicó al fútbol. Era un jugador exquisito, con una pierna zurda que manejaba a su antojo.
Es considerado por muchos como el mejor futbolista extranjero de todos los tiempos de la Liga Colombiana, en la que actuó en Atlético Nacional, América de Cali, Pereira y Cúcuta. Con su selección participó en dos mundiales (Argentina 78 y España 82).
Dejó escritos versos de magia con su dominio del balón, visión de juego y capacidad de asistencia para sus compañeros. Esas habilidades le valieron calificativos del “Poeta de la Zurda” o el “Maestro”.
El exfutbolista nos habló, desde Lima, sobre su trayectoria y a lo que hoy se dedica.
¿A qué se dedica hoy?
“Pertenezco a una comunidad de la Iglesia Católica llamada el Catecumenal, hace más de 30 años. Vivo allí como catequista. Hace 9 años el Señor me llamó y estoy de misionero, dejé todo para anunciar el Evangelio en el norte de Perú: Piura, Tumbes, Chiclayo y Talara. Eso es lo que vivo y estoy feliz. a veces también me dedico al comentario deportivo”.
¿Está disfrutando de Perú en la Copa América?
“Es una selección que nos ha dado muchas satisfacciones, empezó con dudas pero creo que tiene con qué pelear el torneo. El trabajo que ha hecho el profesor Gareca con el fútbol peruano es para destacar. Esta generación nos volvió a llevar a un Mundial y todavía tiene mucho por dar”.
¿Cuál es el jugador que usted más admira de esta generación?
“Andre Carillo, porque lo conozco desde niño cuando surgió en Alianza Lima y yo trabajaba en el club. Allí le decía que jugara más al medio, que explotara su velocidad. Jugaba por derecha o izquierda, pero siempre es un jugador de todo el frente de ataque. Me da gusto que hoy esté disfrutando de su madurez futbolística”.
¿En el fútbol de hoy hay un jugador parecido a usted?
“Muchos amigos me han comparado con Didi, Lampard, Kroos, Modric, Redondo, Gerrard, Pirlo, Xavi, pero el fútbol de hoy es más vertiginoso y yo era un jugador más de pausa, pensante y veo pocos así en la actualidad”.
¿Para usted quién es el mejor jugador del mundo?
“No tengo dudas de que el jugador que más diferencia marca a favor de su equipo es Lionel Messi. Es extraordinario y ya lo ha demostrado hasta la saciedad. Hay gente que lo menosprecia porque no ha ganado un Mundial o una Copa América, pero a los que nos gusta el fútbol espectáculo, pocos en la historia han sido como él”.
¿Quién le puso el apodo del “Poeta de la Zurda”?
“Un periodista uruguayo, Emilio Lafferranderie. Creo que él fue el primero que me lo dijo y de ahí para adelante la gente me empezó a decir así”.
Usted compartió parte de su época con Maradona, ¿sufrió mucho su muerte?
“Sí, todos los amantes del fútbol la sufrimos, con Diego me enfrenté varias veces y siempre tenía palabras de elogio hacia mi. Fue un personaje y un jugador único. Somos privilegiados los que tuvimos la oportunidad de conocerlos”.
¿Cuál fue el mejor elogio que le hicieron?
“Recuerdo mucho precisamente uno de un futbolista colombiano, “El Chicho” Serna que una vez dijo que todos habíamos visto lo que hizo Maradona en el Mundial de México 86, pero que eso ya lo había hecho yo en Colombia. Esas palabras me llenaron el alma”.
¿Por qué no fue al fútbol europeo?
Si hubo acercamientos sobre todo cuando fui al Mundial de España 82, pero la verdad creo que me faltó más disciplina y constancia. En aquella época estaba cómodo en Colombia y no hice mucha fuerza para ir allá”.
¿Qué lo hacía a usted distinto como jugador?
“Que pese a que me tocaron técnicos que me ponían a marcar jugadores y cumplir con un esquema nunca renunciaba a jugar, a buscar la sorpresa y el desequilibrio para ir adelante. Salí campeón varias veces y eso fue importante en mi palmarés”.
¿Qué recuerda de su llegada a Nacional?
“Llegué en la época del técnico Osvaldo Juan Zubeldía, a un equipo plagado de jóvenes. Al técnico le gustaba que uno hiciera marcación hombre a hombre, el volante 6 marcaba al 10 y viceversa, algo a lo que yo no estaba acostumbrado, porque era más de jugar que de correr y con él me tocó aprender a correr. Yo había llegado con algunos problemas físicos y eso me costó al principio”.
¿Alguna anécdota que recuerde en Nacional?
“En mi primer entrenamiento con el equipo pusieron a un chico juvenil a que me marcara y a mí me tocaba correrlo por todos lados también. Ese día no toqué la pelota y yo le decía al muchacho que me la dejara tocar y él me respondía que no, que ese era el trabajo que le habían mandado hacer y que se quería mostrar. Imagínate cómo quedé después de esa práctica. Fue algo muy curioso”.
¿Cómo se adaptó al fútbol colombiano?
“Precisamente después de aquella práctica con ese chico que nadie conocía, fue un reto para mí ponerme a punto físicamente. Eso me impulsó para estar a tono con aquel joven. Después de varios entrenamientos vinieron los partidos y ese joven futbolista ya me veía pasar de largo sin poderme agarrar. Los papeles se invirtieron y ya era él quien me pedía que parara un poco”.
¿Qué destaca del Nacional de aquella época?
“El trabajo leal, competitivo, el de convivir día a día con gente maravillosa y crecer a través de los ejemplos de tantos buenos jugadores. Después, tener la oportunidad de jugar al lado de Francisco Maturana, Jorge Porras, Luis Fernando Suárez, Carlos Maya, Norberto Peluffo, Pedro Sarmiento, Hernán Darío Herrera, Eduardo Vilarete, Guillermo Larrosa, Bolillo Gómez, Gabriel Jaime Barrabás Gómez, y otros tantos. Eso fue maravilloso para mi carrera”.
¿Volvió alguna vez a Colombia?
“Sí hace unos años fui invitado a la celebración de los 70 años de Nacional y fue magnifico estar allí de nuevo. Sentí otra vez el cariño de la gente y los valores que manejan las personas de Medellín. Compartí con muchos excompañeros y recordamos muchas anécdotas”.
¿Alguna de esas historias que se pueda contar?
“Hay una muy especial con el portero Fabio Calle. Tengo que decir que tenía una calidad inmensa como arquero, en el mano a mano nadie lo podía pasar. Con él hay una anécdota especial y es que, con Guillermo Larrosa, salíamos de los entrenamientos a comprar frutas y siempre nos cuidábamos de que Fabio no nos viera, porque tenía un olfato que siempre nos sorprendía y llegaba y nos acababa todas las frutas”.
¿Está enterado de la actualidad del club?
“Sí y sé que desde que ganaron la Copa Libertadores del 2016 han venido etapas difíciles y que hace unos días llegó un nuevo presidente. Lo sigo a la distancia y con el corazón. Saco pecho porque allí me tocó jugar. Felicito a toda esa generación bonita que juega al fútbol, y a su hinchada que lo apoya constantemente”.
¿Extraña las canchas?
“Tanto que aún juego de manera recreativa. Voy a cumplir 70 años y cada que me invitan a una cancha ahí estoy. El fútbol hizo parte de mi vida y lo hará hasta mi muerte. Es un deporte maravilloso al que todos deberían jugar por lo menos una vez en sus vidas”.
¿Tiene algún mensaje para los hinchas verdes?
“Que recuerdo mucho su amabilidad y apoyo, que son la mejor afición que tuve y que entiendo que todavía mantienen ese respaldo al equipo. Quiero agradecerles por como se comportaron conmigo y mi familia y por ese cariño que aún guardan por mí”