Arqueros aprovechan su experiencia para ser entrenadores
Arqueros aprovechan su experiencia en la portería para continuar la carrera de entrenadores.
De niño soñé ser periodista deportivo. Soy sonsoneño, especialista en comunicación y un apasionado de mi profesión.
La posición de arquero es sin lugar a dudas la más ingrata para quienes la desempeñan en un campo de juego, mientras que en el banco el agua sucia siempre le cae al director técnico.
Esta es una de las tantas coincidencias que tienen estos dos roles, los cuales de hecho, son de los más importantes en este deporte.
Particularmente, son muchos los guardametas que una vez terminan su carrera deciden inclinarse hacia la dirección técnica, en la que se desempeñan con éxito.
En nuestro país, son varios los exarqueros que decidieron seguir vinculados al balompié como entrenadores. De hecho, algunos de ellos están activos actualmente en el fútbol profesional colombiano.
En la lista aparecen Óscar Héctor Quintabani, hoy al frente del Deportes Quindío; Hernán Torres, quien viene de se ser subcampeón de la Liga 1 con Deportes Tolima, en la que perdió la serie frente a Nacional; y David González, quien este semestre asumió las riendas de Independiente Medellín, club en el que fue ídolo desde la portería.
Extranjeros con ambos roles
También son recordados por su paso en el fútbol colombiano, Aldo Bobadilla, quien cumplió ambas funciones en el DIM; Rafael Dudamel, quien hizo lo propio en el Cali.
En el exterior también hay varios ejemplos de entrenadores con pasado en el arco, entre ellos: Rogerio Ceni (Sao Paulo), Julio César Falcioni (Independiente) y Julen Lopetegui (Sevilla). También desempeñaron ambas funciones Dino Zoff, Nery Pumpido y Ricardo La Volpe, por mencionar algunos.
Referente en Colombia
“Uno como arquero tiene la visión de todo el equipo. Desde ahí se habla, se mira cómo se respaldan los compañeros cuando no se tiene la pelota, los movimientos de los centrales, del único volante de marca que se usaba en esa época y, en general de todo el grupo, porque uno tenía la mirada completa del campo y se percataba con facilidad de aciertos y errores”, recordó el técnico Hernán Torres.
El hoy timonel del equipo Pijao fue arquero entre 1979 y 1998, periodo en el que, entre otras instituciones, defendió el arco de Quindío, Pereira, Nacional, Medellín, Millonarios, Once Caldas y Tolima.
Él asegura que, ahora como entrenador, se logran ratificar esas ideas que empezaron a surgir cuando estaba en el terreno de juego y lo que hace es ordenarlas y marcar su propio estilo.
Para Torres, su experiencia en la portería fue definitiva para el rol que desempeña en la actualidad, pues le permitió “aprender a ordenar, a orientar la defensa y a ser líder, porque antes de ser arquero yo era muy tímido y logré dejar eso a un lado en esa posición”.
Componentes vitales
Al igual que su colega, Miguel Cadavid, quien entre otros equipos custodió la portería del DIM, considera que son muchos los aprendizajes que le dejó su época de futbolista, los cuales le son de utilidad ahora como entrenador.
“El puesto de arquero desarrolla los componentes estratégicos tácticos y aspectos mentales, por la posición dentro de la cancha, que activa el percibir, analizar y resolver momentos del juego, no solo a nivel individual, sino de todos los compañeros y de los rivales en algunos casos”, explicó.
Para el director técnico de las selecciones de fútbol de la Universidad de Antioquia, quien también dirigió a Envigado en el balompié profesional, esa mirada panorámica desde el fondo de la cancha, estimula la función cognitiva, tan necesaria para alcanzar la experticia que requiere el rol de entrenador.
Así las cosas, es evidente que a la mayoría les despertó la pasión por la dirección técnica la experiencia que vivieron bajo los tres palos .