Cordobés Duván Vergara celebra sus goles al ritmo de la champeta
Lleva tres en la temporada 2016 en la búsqueda de la consolidación. Nació en Montería y como la mayoría de jóvenes colombianos, tiene su mira puesta en Europa.
Comunicador social periodista de la U. de A. Sigo el fútbol profesional y aficionado, la gimnasia, el voleibol y las otras disciplinas del ciclo olímpico. Redactor de El Colombiano
Dos de los tres goles que ha marcado este año Duván Hernández con el Envigado los celebró al ritmo de champeta, la música que más le gusta. En el otro, en vez de reunirse con sus compañeros en un costado de la cancha a bailar, prefirió irse hacia la cámara de televisión, en una dedicatoria que vio todo el país futbolero.
-“Los amo familia”, gritó con toda la fuerza de sus pulmones. “Todo es para ellos y para Dios”, añade.
Este muchacho de 19 años, trigueño, de ojos verdes, barba incipiente y un peinado muy particular (rapado en los costados y con copete), está empeñado en que en 2016 será su consolidación como profesional, luego del proceso que inició en las divisiones menores del Envigado desde el 20 de noviembre de 2013 cuando llegó a presentar una prueba.
La carta de recomendación para llegar al semillero naranja resaltaba los 32 goles que convirtió en la Copa Samsung.
Después de las gestiones que hizo el entrenador del club Pase Sports, Pablo López, con David Carrascal, se le abrió la oportunidad que ha sabido aprovechar.
En su natal Montería quedaron los padres (Eliécer y Silvia), cuyos nombres tiene tatuados en el pie y la mano izquierda, respectivamente. Y los hermanos Joiner que debutó en la Primera B pero no pudo sostenerse en el fútbol (tiene 26 años), y Evelin, de 10.
Eliécer, escolta de oficio, y Silvia, ama de casa y cajera los fines de semana en un almacén de su ciudad, reciben mensualmente la mesada de este muchacho al que el preparador físico John Hernández define como “sencillo, tranquilo, educado, con condiciones y muy trabajador”.
“Es de los buenos”, añade Hernández sobre el delantero que desde que arribó a suelo paisa vive en una casa de familia con Juan Mosquera y Diego Moreno, dos jóvenes del equipo que se han convertido en sus amigos, al igual que Fáber Gil y Cristian Arrieta.
Su estreno en la Liga Águila fue en su tierra frente a Jaguares, en 2015. Aunque ganaron y actuó 15 minutos, no quedó satisfecho. Quería festejar su primer gol, anhelo que solo cumplió en 2016 ante Águilas, al que le repitió la dosis en otro duelo. Y volvió a experimentar la alegría del gol contra Tolima.
Su padre, amante del boxeo y el béisbol no pudo ver a Duván en esos escenarios, pero ahora disfruta con sus goles y baile de champeta.