¡Brilla la estrella 17! Las claves que hicieron a Nacional campeón
La tarea del cuerpo técnico fue crucial en la campaña que terminó con título.
Comunicador social periodista de la U. de A. Sigo el fútbol profesional y aficionado, la gimnasia, el voleibol y las otras disciplinas del ciclo olímpico. Redactor de El Colombiano
Después de una batalla de 28 partidos, Nacional festejó su título 17 en la Liga colombiana y terminó con una racha negativa de 5 años sin levantar esa copa.
Aunque varios factores se juntaron para redondear la campaña que finalizó este domingo en Ibagué, frente al Tolima, la clave del éxito estuvo en la dirección técnica que lideró Hernán Darío Herrera, quien asumió el cargo como interino el 1° de marzo de este año tras la rescisión del contrato de Alejandro Restrepo.
Atlético Nacional había disputado 9 partidos de Liga y aunque aparecía en la tercera casilla, el ambiente se tornaba complejo porque el equipo prácticamente estaba eliminado de la Copa Libertadores, en la segunda ronda. Perdió 3-1 en Asunción con Olimpia de Paraguay y tenía que remontar en el Atanasio, resultado que no pudo lograr bajo el mando de Herrera, pues el 1-1 no le alcanzó para avanzar.
Una vez más, el Verde quedó al margen del torneo internacional que ganó con Reinaldo Rueda en 2016. Los intentos fueron fallidos, pese a contratar entrenadores de élite como Juan Manuel Lillo (español), Jorge Almirón (argentino), Paulo Autuori (brasileño), Juan Carlos Osorio (colombiano) y Alexander Guimaraes (brasileño).
En Liga tampoco se volvió a ganar el título desde 2017-1 (con Rueda) y solo quedaba como consuelo las copas Colombia de 2018 con Herrera y 2021 con Restrepo.
La dirigencia, que ya sentía el malestar de la afición por los malos resultados, echó mano otra vez del “Arriero”, más por necesidad que por convicción.
El antioqueño, de 64 años, con sapiencia logró enderezar el camino y permitió que la fanaticada verdolaga volviera a festejar.
Aquí, las estrategias y los momentos que permitieron el logro que hoy tiene sonriente a la afición, cuyo acercamiento al grupo que propició el técnico fue definitivo, tarea en la que Sebastián Gómez brilló.
Análisis de rivales y acciones de gol
Es claro que en esta ocasión Herrera hizo un análisis más juicioso de los adversarios, especialmente en las semifinales. Eso le permitió comenzar firme al empatar con Junior 1-1 en la exigente plaza de Barranquilla y luego lo liquidó en el Atanasio en medio de un diluvio. A Millonarios, que traía proceso con Alberto Gamero y era candidato a llegar a la final, le empató 2-2 en el Atanasio y 0-0 en El Campín, y lo eliminó. Con Bucaramanga no tuvo líos y lo superó en casa (4-1) y de visitante (0-1). La preparación de los partidos, en acciones que terminaron en goles como los de Candelo y Jarlan Barrera en la final.
El grupo de trabajo se hizo fuerte
Herrera hizo que Francisco Maturana y Carlos Piscis Restrepo, que eran parte del cuerpo técnico anterior, se sintieran útiles e importantes. Mantuvo como preparador físico a Carlos Tabares y preparador de arqueros a Milton Patiño. Invitó a las prácticas a varios ídolos como René Higuita, Gastón Pezzuti, Yimmy Arango, Víctor Aristizábal y el profe Luis Fernando Montoya, el Campeón de la Vida. Y mantuvo su confianza en el staff médico con Nelson Rodríguez y Hernán Luna. Llevó al motivador Luis Alfonso Sosa y escuchó consejos de colegas amigos y allegados como Pedro Sarmiento.
Potenció a los jóvenes de la plantilla
Por su trabajo tantos años en las divisiones menores, supo capitalizar el talento de Kevin Mier, Juan David Cabal y Nelson Palacios, que dieron una mano importante. Además, rescató del olvido a Yeison Guzmán, Danovis Banguero y John Duque, entre otros.
Fútbol versátil acorde a la necesidad
Atlético Nacional, bajo el mando de Herrera, es versátil en su fútbol. Es práctico y se acopla a las necesidades: juega bonito cuando los rivales y las circunstancias se lo permiten, pero cuando tiene que ganar, como aseguró el técnico previo a las finales, esa no es la prioridad. Sabía que el club necesitaba un título urgente y así trabajó para ello. Muchas veces tuvo que remontar en juegos decisivos, como ante Tolima, y supo hacerlo con personalidad. Siempre mantuvo la compostura.
Golazos y triunfos decisivos
Vencer al DIM por 2-0 en el clásico regional le devolvió la confianza al equipo tras la eliminación en la Copa Libertadores. El 2-0 sobre el América en la fecha 15, y el 4-1 ante Bucaramanga en los cuadrangulares semifinales con el que acabó con la sequía de siete partidos sin ganar, también alimentaron la motivación del campeón. Y ni qué de decir de los goles de Giovanni Moreno en Barranquilla para el empate 1-1 a los 60 minutos, y el de Yerson Candelo para el 2-1 parcial en el duelo de ida de la final en Atanasio Girardot, desde 58,2 metros de distancia, ambos quedarán en la memoria de los hinchas.