Envigado, la cantera que lucha contra las apuestas, errores arbitrales y malos resultados para salvar la categoría
Su esencia es vender jugadores. Fue cuna de James, Quintero, Córdoba y Durán, entre otros. Su problema no es económico.
Conocido como la “Cantera de Héroes”, razón social que adquirió para hacer referencia a la cantidad y calidad de jugadores que ha forjado para el balompié internacional, Envigado Fútbol Club atraviesa hoy en día una compleja situación deportiva que lo tiene al borde del descenso, una pesadilla que ya soportó en 2006. A los naranjas les restan dos partidos, frente al Deportivo Cali e Independiente Medellín, para salvar la categoría en la actual Liga Betplay-2, en una cerrada lucha con Patriotas y Jaguares.
La derrota de Envigado como visitante ante Tolima 3-0 y la victoria de Jaguares ante el Cali en Palmaseca 1-2, enviaron al cuadro naranja a la casilla 19 de la tabla del descenso, por lo que parcialmente pierde la categoría. Patriotas, que cayó con el DIM 3-0, es el otro club que descendería a la B, ya que ocupa la casilla 20. Aunque el cuadro naranja tiene el mismo promedio que Jaguares, 1.00, es el onceno antioqueño el que ocupa, por el momento, el lugar de descenso directo. Cali, que estaba en la lucha por no descender, ya se salvó. Envigado tendrá que ganar en casa ante el Cali y buscar una victoria contra el DIM, y esperar otros resultados.
Un momento coyuntural para recordar la historia del club que fue la cuna de James Rodríguez, Juan Fernando Quintero, Giovanni Moreno, Fredy Guarín, Mateus Uribe, Mao Molina, Jairo Palomino, Frank Fabra, “Chicho” Arango, Dorlan Pabón, Duván Vergara, John Córdoba, Yáser Asprilla y Jhon Jáder Durán, entre otras figuras, cuyas transferencias le han permitido una solidez económica que hoy contrasta con los malos resultados.
El conjunto del sur del Valle de Aburrá, fundado el 14 de octubre de 1989 (hace 35 años), fue el primer campeón de la Segunda División en Colombia, categoría que se creó en 1991 con 10 elencos. Este logro le permitió competir al año siguiente en Primera A.
En ese plantel, dirigido por el técnico Hugo Castaño, estaban el arquero Hugo Tuberquia, y los jugadores Francisco Cassiani, Walter Gómez, Jorge Hoyos, Matías Mejía, John Cortés, Sergio Guzmán, Harry Villalba, Luis Muñoz, Víctor Echeverry y Alejandro García.
A partir de ahí comenzó un rendimiento que lo sostuvo durante 15 años consecutivos en la Primera A, inclusive con campañas importantes como las de 1994, 2002-I y 2005-I, cuando se clasificó a los cuadrangulares semifinales. Paralelamente formó futbolistas que lo ubicaron como el mayor exportador de talentos en el país y uno de los más reconocidos del mundo.
Sin embargo, el 12 de noviembre de 2006 perdió la categoría, meses después del asesinato del máximo accionista de esa época, Gustavo Upegui.
Pero la ausencia duró poco, pues en 2007 ganó los dos torneos del año en la Primera B y ascendió directamente bajo la dirección del entrenador Jesús “Kiko” Barrios, con Giovanni Moreno y James Rodríguez en la plantilla.
Así las cosas, desde 2008, a pesar de que ese año y en 2010 tuvo que jugar la Promoción para defender su casilla, permanece entre los 20 elencos de la Primera División, honor que ahora tiene amenazado.
Una etapa complicada
Al margen de lo deportivo, Envigado FC ha tenido que sortear dificultades. La más notoria fue la inclusión, el 19 de noviembre de 2014, en la Lista Clinton, de la que solo pudo salir en 2018 gracias a las gestiones del abogado Luis Valero. Este jurista también ayudó a salir de ese trance al América de Cali y el Cortuluá.
Aparecer en esa lista le impidió al Envigado hacer transacciones con bancos, personas o empresas; tenía una especie de bloqueo comercial a todo nivel. “Esa es la sanción que aplica el listado, promulgada durante el gobierno del presidente Bill Clinton en la década de los 90, la misma hacía una relación de personas y empresas con vínculos con el narcotráfico y les imponía un bloqueo comercial, multas y sanciones a las personas y empresas que tuvieren relaciones con los señalados allí”, reseñó en su momento este diario.
Mientras resolvía este lío jurídico, el Envigado no pudo contar con un patrocinador oficial para su ropa deportiva, tampoco jugar partidos amistosos en EE. UU. o realizar ventas directas de jugadores a ningún club, pues de inmediato el comprador era vinculado a la nombrada lista.
La Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos “levantó las sanciones contra el Envigado Fútbol Club después de que el gobierno colombiano y el equipo de fútbol emprendieron esfuerzos para cortar lazos con los anteriores directivos del club con la influencia criminal de La Oficina de Envigado”, dijo en su momento Sigal Mandelker, de la Subsecretaria de Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Además de esa medida, y gracias al acompañamiento durante todo el proceso de la Superintendencia de Sociedades, la Superintendencia Financiera, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos y Coldeportes (hoy Mindeporte) fue posible que ProFútbol adquiriera el 55% de las acciones del Envigado FC. Este es un fondo de capital privado que participa en sociedades cuyo objeto consista en desarrollar actividades deportivas organizadas como club deportivo de fútbol, y que impulse programas de interés público y social.
Tras esta difícil etapa, el club no pudo clasificar en los 7 años siguientes a fases finales de la Liga colombiana.
Buenas campañas
A lo largo de su historia, la Cantera de Héroes ha realizado campañas importantes en Liga: 2008-I, 2009-I, 2011-I, 2011-II, 2014-18, 2015-I y 2022-I.
Con el recién fallecido entrenador Pedro Sarmiento, se clasificó a cuartos de final en el Apertura y Finalización de 2011. Eso le permitió clasificar por primera vez a la Copa Sudamericana de 2012.
En el Apertura de 2022 avanzó a semifinales, pero terminó último del cuadrangular. Tras ese torneo entró en un bache del que no ha podido salir, en un proceso con muchos cambios de técnicos y apostándoles a los jóvenes, pese al esfuerzo de este año al contratar jugadores experimentados como Andrés Cadavid y Dorlan Pabón, sin resultados positivos. Por ahora, el cuadro naranja se aferra a un milagro bajo la batuta de Andrés Orozco, técnico interino.
Ramiro Ruiz, habla del análisis que hacen desde la parte directiva
Ustedes como directivos, ¿qué piensan de la situación actual del equipo?
“Es compleja, trabajamos para que no pasara pero lastimosamente tuvimos circunstancias que no controlamos, que perjudicaron el trabajo del día a día. Lo primero, las lesiones. Carlos Ramírez, uno de los principales refuerzos, se perdió un poco más de la mitad del torneo. Santiago Noreña, durará más o menos un año en recuperarse. Y Arboleda requiere cirugía, no tuvimos suerte. A veces el universo quiere dar un mensaje... Retomamos todo el trabajo interno, además se sumó el hecho de jugadores apostando en contra del equipo. Seguimos en ese proceso interno de investigación. Fueron muchas circunstancias que estuvieron en contra y que nos tienen en una situación difícil”.
Pero hay una luz de esperanza...
“El plan es ganar el domingo. Esto puede cambiar en cualquier segundo, como sucedió en el partido de Jaguares que en tres minutos hizo dos goles y le ganó al Cali. Seguimos confiando en el cuerpo técnico, tenemos un equipo supremamente joven y es fundamental creer en los muchachos, y esperar a que esto cambie a nuestro favor. Se hicieron esfuerzos económicos y deportivos, pero al día de hoy no nos ha alcanzado”.
El tema de las apuestas es muy delicado, ¿qué le propondrán a la Dimayor?
”En Colombia falta ser más fuertes y más contundentes, no solo desde el tema de norma y de ley, que la Fiscalía actúe directamente. Aquí solamente se atenta contra el patrimonio. En otros países como en Brasil o en Inglaterra da cárcel, yo creo que deberíamos reformar el código penal. Y me parece que Dimayor ha sido muy fría en ese sentido, tiene que ser más fuerte. Hay ligas como la boliviana, donde inmediatamente hubo esa sanción, cancelaron y suspendieron el torneo. Aquí falta más fuerza, más liderazgo, ponerle cara a esas circunstancias que no dejan de ser peligrosas, pero vivir ya es un riesgo. Creo que uno, como dice el dicho, debe poner a Dios y a Cristo en cada momento de su vida y yo lo tengo claro. Pero sí falta, falta que las autoridades y a la Dimayor sean más contundentes y reglamenten de mejor manera. Al día de hoy yo no he recibido una llamada directa al presidente Dimayor donde nos abrace con su apoyo, pero la verdad entiendo mucho porque esa entidad está muy politizada, y es el momento de hacer cambios y de hacer oxigenaciones.
¿El mal momento del Envigado obedece a lo económico?
“Envigado lleva muchos años con una cultura financiera tranquila, equilibrada, simplemente es el riesgo del negocio, esa es nuestra esencia, sacar jugadores. ¿Qué sucede ahora? Que se van mucho más rápido. Hoy los jugadores relevantes de la mayoría de equipos son 2003-2002, nosotros los 2003 ya los vendimos, hasta los 2004, porque son distintos. Hablo de John Banguera, Carlos Alberto Ordóñez, Jhon Durán, Yáser Asprilla, cuatro que podrían ser titulares hoy aquí. Este año invertimos en futbolistas de primer nivel, Dorlan, Carlos Ramírez, lastimosamente no hemos tenido esa respuesta que queríamos”.