“Dejaré la vida en la última subida”: Bernal
Dice el colombiano, que espera imponer hoy de nuevo su categoría en el alto en Val Thorens, juez del Tour.
Periodista del área de Deportes
Sacudiendo su cabeza, Egan Bernal no alcanzaba a dimensionar su hazaña: vestirse con el maillot amarillo de líder del Tour de Francia. Sus respuestas para explicar tal acontecimiento tardaron un poco mientras por su mejilla rodaban lágrimas orgullo, felicidad e incredulidad.
La alegría de colombiano era todo un contraste para Francia que, además de ceder el primer puesto con Julian Alpahilippe, sintió dolor con el retiro inesperado de otro de sus aspirantes al título, Thibaut Pinot, quien marchaba cuarto en la general y que por problemas musculares en el muslo derecho se bajó de la bicicleta en medio del llanto que genera la impotencia, transcurridos 30 km desde la salida en Saint-Jean-de-Maurienne.
Por primera vez, Bernal dejó atrás la mesura y anunció que dejará todo de sí para defender este sábado el lideraro y brindarle la esperada satisfacción al país.
“El Tour no se ha acabado, pero quiero llegar de amarillo a París, el equipo y Colombia se lo merecen. Estoy supercontento, es una sensación increíble. La etapa será dura, pero voy a dejar todo en la carretera”, dijo Bernal, quien hace tan solo tres años dio su salto a la ruta tras formarse en el ciclomontañismo, deporte en el que también impresionó al ganar medallas de plata y bronce en los mundiales júnior en Noruega-2014 y Andorra-2015, en su orden.
Cerca del sueño amarillo
En 107 años de historia del Tour de Francia, Colombia está próxima a alcanzar por primera vez el título de la prestigiosa carrera. Solo restan 189 kilómetros para lograr ese sueño y confirmar que en la última década el país se convirtió en potencia, luego de ganar el Giro de Italia en 2014 y la Vuelta a España en 2016 con Nairo Quintana.
El recorrido que resta en el Tour, hablando en términos de batalla, es menor, pues mañana el trayecto de 128 km por las calles de París se convierte en el tradicional “Paseo de la Victoria” como recompensa a los sobrevivientes de 20 fracciones de exigencia, tensión y sufrimiento.
Antes de que se diera por clausurada la atípica etapa 19 de ayer, por condiciones climáticas adversas que ponían en riesgo la integridad de los corredores, Bernal demostró una vez más por qué se ganó el apodo de “maravilla del ciclismo” al lanzar un ataque a 5 km del techo del Tour, el Col de L’Iseran y cual no pudo contestar el local y exlíder Alaphilippe (Deceuninck).
El colombiano cruzó primero por ese alto de 2.770 metros de altura, y Alaphilippe, que llevaba 14 días al comando de la cita, pasó por allí a 2.07 de diferencia.
Doce kilómetros después, en pleno descenso y cuando aún restaban 25 km para la meta en la localidad de Tignes, la organización del Tour decidió finalizar la jornada por la fuerte granizada que tenía algunas vías invadidas de lodo y, de paso, congelar las diferencias que se tenían al paso por ese puerto.
Debido a esto, Egan se catapultó al primer lugar de la tabla de posiciones, con una ventaja de 48 segundos sobre Alaphilippe, y 1.16 frente al inglés Geraint Thomas, jefe del Ineos y último vencedor de esta carrera.
Logro impensado
“Es una locura saber en la posición que estoy, no lo puedo creer. Hace cuatro años miraba el Tour como algo imposible, en el 2018 competí por primera vez y solo esperaba terminarlo, y para este solo vine a ayudar y resulta que soy el líder, siempre estuve dispuesto a ayudar a mi jefe, pero las cosas salieron perfectas para mí. Solo espero recuperme bien porque mañana voy -hoy- a dejar la vida en la última subida”, agregó el colombiano, quien desde el inicio del Tour fue candidatizado por los mismos organizadores como el favorito número uno al triunfo, por encima de Geraint Thomas, Vincenzo Nibali y Nairo Quintana.
Y aquella última subida de la que habla el cundinamarqués es la que se será juez de la competencia: Val Thorens, meta de la fracción 20. En esa cumbre de los Alpes, el caldense Nelson “Cacaíto” Rodríguez logró triunfo de etapa en el Tour de 1994 al vencer al latvio Piotr Ugrumov, al italiano Marco Pantani, el francés Richard Virienque y al español Miguel Induráin. Ahora, Egan tiene la posibilidad de vencer ante otros grandes y hacer historia como ellos.
El campeón del futuro, como hace dos años lo nombró el mánager italiano Gianni Savio, está cerca de ser el campeón del presente.