“No he querido ver los partidos de Nacional”: Reinaldo Rueda
Reinaldo Rueda tiene un buen presente con el Flamengo y mantiene la nostalgia de lo que vivió con el verde.
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
Por john eric gómez marín
Desde Brasil, el técnico Reinaldo Rueda habló con EL COLOMBIANO de su momento con el Flamengo, la nostalgia que le genera recordar a Nacional y otros aspectos importantes de su vida y su profesión.
¿Cómo se ha sentido desde su llegada a Brasil?
“Ha sido muy gratificante y estoy feliz de estar con Flamengo. Considero que es una gran distinción, con nosotros como cuerpo técnico, llegar a Brasil y a un club como este. Hemos tenido mucha aceptación y un buen acompañamiento. Han sido unos días muy intensos por todas las competencias que se han afrontado y hemos iniciado muy bien, con paso firme. La idea es cumplir con las metas que nos hemos propuesto hasta el momento”.
¿Qué ha cambiado de su rutina de trabajo dirigiendo al Flamengo?
“No ha cambiado mucho, este es un club con una gran organización, con una infraestructura extraordinaria y también tiene muchas exigencias como en Atlético Nacional. Acá las distancias son muy largas y el tema del idioma algo complicado, pero lo estamos aprendiendo. Poco a poco ya estamos asimilando muchos conceptos y expresiones y tratamos de aplicarlos en el entrenamiento y el día a día”.
¿Tiene tiempo para disfrutar de su seres queridos?
“Todavía no han llegado, están en Canadá y quizás puedan venir algunos días a pasear en diciembre y enero. Mi esposa también está en Cali y por el momento estoy dedicado solamente al trabajo, a adaptarnos lo más rápido posible, a preparar los juegos y los entrenamientos”.
¿Cómo se ha adaptado a la alimentación de ese país?
“No ha sido complicado, es una culinaria muy parecida a la colombiana, aparte de lo que es la comida internacional, compartimos el menú de los deportistas. Flamengo tiene un restaurante exquisito en la concentración, con una gran sazón y variedad en los platos, y por fortuna los podemos disfrutar”.
¿Le quedó algo por hacer en Nacional?
“Seguro que nos quedó mucho por hacer pese a que fueron dos años fantásticos en los que obtuvimos títulos importantes para el club. Quedó todo un proyecto por consolidar de acuerdo a lo que se había planificado, como era la integración con los juveniles para seguir consolidando valores al primer equipo. Repetir el Mundial de Clubes, como siempre fue el anhelo después de que terminamos la participación en Japón. Igual, Nacional está muy cerca de volver por todo lo que se va a modificar en cuanto a ese torneo con el ranquin Conmebol. Por fortuna, por su participación en el Mundial, en la Suramericana y la Libertadores, tiene un cupo casi asegurado para la próxima cita mundialista”.
¿Le da nostalgia cuando lo ve jugar?
“Se siente la nostalgia. He estado pendiente, pero no he querido ver los partidos, solamente comparto con algunos integrantes del cuerpo técnico y personas muy cercanas al equipo, pero siento el recuerdo, el afecto y la gratitud siempre por todos ellos. Después de mi salida me fui a Alemania, muy seguido se dio mi llegada acá a Flamengo. Le deseo lo mejor, por su afición, por los jugadores que se lo merecen, por todo lo que vivimos y lo que nos brindaron, y espero que cumplan todas las metas”.
¿Una canción que tenga un gran mensaje de vida?
“Son muchas, es difícil elegir una. Depende del género, si es canción social, si es salsa o vallenato, seguro que hay varias con un gran mensaje de vida, pero soy un poco malo para tener retentiva en cuanto a la música”.
¿Una película que recomiende?
“Hace muchísimos años que no voy a una sala de cine. Hay películas con un gran contenido. Recuerdo una que se llama Kramer vs. Kramer, pero no tengo alguna reciente en mente”.
¿Un libro que le haya dejado enseñanzas?
“Se llama Bien Hecho de Ken Blanchard, fue importantísimo para mi formación y tiene un contenido muy recomendable”.
¿Si no hubiera sido técnico, a qué se dedicaría?
“A ser profesor por toda la vocación que tengo de la docencia. Me siento muy bien cuando hago de instructor y formo entrenadores, pienso que esta sería la otra opción”.
Cuándo llegue la hora de morir y se encuentre con Dios ¿qué le gustaría pedirle o qué él le dijera?
“Quizás no le pediría más, simplemente le daría las gracias por todo lo que me ha brindado y esperar que eso se presente en el momento justo para todos los aspectos de mi vida”.
¿Para usted cuáles son los valores más importantes en un grupo de trabajo?
“El respeto antes que todo, es fundamental para tener relaciones vitales y de armonía. Para que se pueda convivir en un excelente ambiente y lograr las metas que se propongan en todos los grupos”.
¿Lo más duro que le ha tocado atravesar en la vida?
“La partida de los seres queridos, en mi caso la pérdida de mi viejo, mi padre Blas Antonio, que justo coincidió con la partida de un jugador como Cristian Benítez cuando estaba como técnico de la Ecuador, con escasas 48 horas de diferencia. Fue un momento duro, difícil. Quizás a eso se sumó lo del accidente de Chapecoense, que fue un golpe muy fuerte desde el punto de vista humano y profesional”.
¿Una mujer a la que admire y por qué?
“Además de mi madre Orfa Rivera, a mi esposa Genith Ruano por su inteligencia y todo lo que me ha brindado a través de estos años a mí y a mis hijos. Por su formación. Hemos compartido más de 30 años juntos y mantengo el respeto y la admiración por todo lo que le ha dado a nuestro hogar”.
¿Un hombre que admire y por qué?
A mi hermano Blas por su formación, moral y principios, por toda la rectitud. Esa gran formación como ser humano y todo lo que ha logrado en cuanto a saber soportar los momentos difíciles e imponerse, por su fe y convicción”.
¿Qué lo hace llorar?
“Últimamente he estado muy sensible y muy emotivo respecto esas situaciones de los logros y éxitos. He llorado más de felicidad, emoción y nostalgia, cuando se han dado las despedidas, que son muy tristes y quizás los momentos más difíciles”.
¿Con qué es lo que más sonríe?
“Con el comportamiento de los niños, que es algo extraordinario. Ellos son una bendición de Dios y siempre que tengo la oportunidad de compartir y jugar con un niño, eso me genera mucha alegría y sonrisa”.
¿Un anhelo por cumplir?
“Seguir creciendo como persona y profesional. El sueño es el de poder entrenar y trabajar en Europa con un buen proyecto deportivo, estamos con esa ilusión y esperemos que si Dios nos da esa posibilidad, poderla cumplir con creces. De resto muy contento de compartir con ustedes, un abrazo grande y saludos a toda la afición verdolaga, los quiero mucho y un hasta pronto” n
“Espero, con Flamengo, tener un ciclo igual o más exitoso que el que tuve con Nacional. Por ahora, el comienzo es bueno”.