Prevenga los traumas por la alborada
La temible noche para los animales se acerca y con ella varios días de estrés. Prepárelos contra la pirotecnia.
Periodista de educación y fanático de los videojuegos, los cómics, el rock y el cine.
Cada fin de año las mascotas realizan un ritual que les permite sobrellevar el mal rato que con la pólvora algunos irresponsables les hacen pasar.
O mejor dicho, son sus dueños los que con diferentes métodos buscan que su perro o su gato no tenga miedo a las explosiones que durante la alborada y todo diciembre tendrá que soportar.
Las estrategias son variadas. Por ejemplo Enzo, un beagle limón hijo de Edwin Caína y Natalia Ospina, se escondía al lado de su papá al escuchar los estruendos de las papeletas y los voladores recurrentes en la época de Navidad.
Edwin buscó la manera de que Enzo dejara el temor, y por ello, cada vez que estallaba la pólvora corría hacia el balcón, su perro lo seguía y allí le mostraba cómo se iluminaba el cielo para que supiera que no había peligro.
Una estrategia que al cabo de un tiempo logró su efecto, cambiando el temor de Enzo por algunos ladridos que parecían más una afrenta a lo desconocido que el miedo y los temblores que tuvo antes.
Estrategias
El biólogo y etólogo Alejandro Ocampo propone diferentes opciones. “Lo mejor es habituar al perro y al gato desde cachorros a los sonidos que produce la pirotecnia. Si es un caso con mascota adulta, deje en un principio que corra a esconderse, es algo instintivo. No lo mime ni lo regañe. Ellos aprenden de la manada, por eso, el dueño debe estar tranquilo y la mascota al verlo así dejará el miedo, aprenderá del ejemplo”, explicó Alejandro.
Supervíselo. Si se esconde bajo la cama mírelo de vez en cuando, póngale comida y espere a que se calme. Cuando salga déle una galleta, un premio. Lo que estará haciendo, indica el etólogo, es un contraacondicionamiento, mostrándole que la situación no es mala y no corre peligro.
Diferentes consejos
Cuando las opciones anteriores no funcionan se pueden implementar los medicamentos naturales.
Sandra Arango, directora de la organización Con Cola, tiene un pastor alemán. Su estrategia es darle gotas de valeriana en el agua y acompañarlo durante la alborada o los días como 24 y 31 de diciembre donde la pólvora suena con mayor frecuencia.
“Las mascotas, por tener los sentidos más agudos que los seres humanos, sienten las explosiones el doble y eso los asusta más. Aunque yo, por ejemplo, también tengo una perro criollo y él no necesita nada, ni se inmuta ante los estallidos porque como yo lo recogí, seguramente ya estaba más que acostumbrado a estos sonidos”, manifiesta Sandra.
Sin embargo, si el miedo de las mascotas es crónico, o sea, el animalito se hiperventila, se pone agresivo y no haya manera de ayudarlo, la última opción sería darle medicamentos, sedantes para mascotas.
“Si el perro o el gato no se asustan en exceso, es mejor acostumbrarlos. Darles medicamentos naturales es buena opción. Eso sí, si le van a dar valeriana, suminístrenle una gota por kilo de peso cada 12 horas, por lo menos desde una semana antes. Lo otro es medicarlos con sedantes, algo que debe ser la última opción, ya que estos tienen efectos secundarios. Además, deben formularse por un profesional”, expone Octavio Salazar, médico veterinario de Laurelpet.
Mientras que las personas entienden que la pólvora no es buena opción para divertirse en diciembre, las mascotas y sus dueños tendrán que buscar tácticas que ayuden a los amigos con cola a perder el miedo.