Niños suecos usan libros físicos por primera vez; esta fue su reacción
Suecia está implementando una transformación en el panorama educativo para reincorporar los libros físicos a las escuelas y así reducir problemáticas que se derivan de la interacción temprana a los elementos digitales y prevenir una adicción.
En el intento por reincorporar los libros físicos a la educación sueca, el gobierno implementó una serie de estrategias para que los niños interactúen con este tipo de herramientas en las aulas de clase. En aquel país la enseñanza digital ha sido la norma, sin embargo, por directrices del gobierno, se han incorporado de nuevo los libros reales en las escuelas.
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Esta transformación educativa ha traído escenarios curiosos para otros países donde todavía se siguen usando los libros físicos. Cuesta creer que algunos niños jamás habían aprendido con estos elementos, pero ahora se difundió un video realizado por el medio DW en el que se observan a niños recibiendo por primera vez un libro físico, en este caso de matemáticas.
Para ellos la normalidad eran los libros digitales. “Ellos escriben más lento y tienen un vocabulario reducido. Entienden menos de lo que leen. Creemos que se debe a una dependencia a los métodos digitales”, dice Jeanette Wiberg al medio DW.
Los estudiantes parecen recibir este cambio con entusiasmo. Una de las niñas cuenta que en los libros físicos hay más descripciones, mientras que otro estudiante explica que la ventaja es que los libros físicos no se bloquean como ocurre en internet.
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Esta reincorporación de los libros físicos es el resultado de la preocupación del gobierno sueco por las problemáticas que trae la interacción temprana con los elementos digitales y el asunto de la adicción.
De hecho, en 2023 la ministra de Educación sueca, Lotta Edholm, anunció que se suspendía el uso masivo de pantallas y ordenadores en el país, para darle un tiempo a la investigación en los efectos que produce la digitalización en el pensamiento crítico.
“El futuro será digital, tenemos que enseñarles a los niños sobre el mundo y guiarlos por el camino correcto. Si volviera a tener la opción, elegiría una mezcla”, agregó la profesora Wiberg.