Todas las formas del miedo en el nuevo disco de Luis7Lunes
El disco, publicado a finales de febrero, fue producido en su totalidad por Ignorancia Sofisticada.
El primer disco de un rapero colombiano que llegó a las manos de Luis7Lunes, fue el primer disco de DJH. Luis estaba todavía en el colegio, empezando apenas a rapear, pero el rap no era lo que es hoy –el centro de la música y la moda–, era un asunto de pocos. El disco se lo pasó un compañero de clase que resultó ser primo de DJH. ¿A vos te gusta el rap? El primo mío también hace rap, pillate el disco, le dijo y se lo entregó.
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Pasaron años para que Luis7Lunes y DJH, ahora Ignorancia Sofisticada se conocieran por fin, y varios más para que hicieran su primer disco juntos, Miedo, un trabajo de 12 temas que se publicó a finales de febrero, en el que Ignorancia acompaña a Luis en sus reflexiones sobre esta emoción primaria, respuesta instintiva que todos experimentamos ante el peligro y que nos mantiene vivos.
El disco era una deuda de los dos, que pagaron con creces. El Colombiano habló con ellos del proceso de creación, del miedo, del rap, de la industria y un poco más.
¿Por qué Miedo?
“Hay una respuesta rápida y una respuesta un poco más compleja y existencial. La rápida, es que la construcción del álbum se hizo en el estudio del DJH en su totalidad y fue un proceso de encontrar beats que fueran haciendo parte de lo que sentíamos que era la dirección, dentro de eso aparece un sample que se llama Miedo, del track 4, que se llama Miedo. Con ese beat y ese estilo de producción dijimos, esta es la línea, esto es por acá, qué es como un ambiente un poco tétrico, tenebroso.
La respuesta más extensa es que el miedo hace parte de las emociones básicas de todas las personas y el año pasado, producto de múltiples circunstancias, tuve un contacto bastante intenso con esa emoción, me senté a reflexionar sobre eso y de alguna manera entendí que soy una persona que a lo largo de su vida ha vivido con miedo, pero afortunadamente a mi el miedo nunca me ha dejado inmóvil, que es la reacción usual. Yo creo que puntualmente esas situaciones de miedo, uno se tiene que tirar de cabezas, solucionarlo. El álbum intenta tocar eso más allá de la canción puntual”.
También menciona el temor a hacer un disco más ¿cómo es ese temor?
“El rap para mí siempre ha sido una herramienta muy egoísta y muy individual. Yo utilizo el rap para poner muchas cosas que me van ocurriendo en mi vida, se ha vuelto un ejercicio, un hábito. Pero es inevitable reconocer que el rap ya es un negocio, está dentro de la industria y al estar dentro de la industria tiene tiempos, tiene maneras, tiene requisitos... Tener que compartirlo de una manera que se tenga que vender, que se tenga que mover, choca con una idea y es que yo no lo hago para eso, pero sé que eso tiene que estar ahí porque obviamente me beneficia el dinero que produce el álbum y permite que los otros proyectos avancen.
La realidad es esa, uno tiene que exponerse y siempre está ese temor, no tanto a si les gusta o no, sino a la exposición, a mí no me gusta estar en el centro de atención, excepto en cosas que sean el rap”.
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Pero ahora la música termina pasando a un segundo plano porque hay que hacer más cosas, generar contenido...
“Yo nunca me he sentido incómodo con eso, con las redes sociales, con compartir las cosas con hacer contenido. No va tanto ahí, sino en que usualmente los éxitos musicales parten de que se tocan emociones básicas. Se toca el amor, ¿quién no se ha enamorado? Te tocan la tristeza, quien no ha estado triste, quien no ha estado despechado, a quien no se le ha muerto alguien, entonces son canciones que podrá no ser un género que a vos te guste, pero el color, la temática, el mood en el que te pone te lleva a una emoción básica. El miedo es una emoción básica, entonces para mí el disco también era un poco eso ¿les gustan las emociones básicas? Toma. Esto no es tristeza, esto no es alegría, esto es miedo, el miedo que yo tengo, el miedo que yo cargo, pero también el miedo que infunde volver a sacar un disco.
Yo sigo creyendo que la escena de rap tiene que ser una escena competitiva. Este es un disco competitivo, aquí estamos nosotros, este es el rap que sabemos hacer, escribimos de esta manera, producimos de esta manera y está sobre la mesa ¿Tú qué tienes al otro lado? De una manera competitiva los discos generan miedo también. Eso es parte de la escena y del deporte que a nosotros nos gusta. El rap es un universo infinito, una piscina muy amplia, pero nosotros estamos en un pedacito de la piscina”.
El rap es cada vez más amplio, cada vez es más de la industria, se fragmenta y hay más formas de hacerlo. Ustedes lo que hacen es decir, este es el de nosotros...
“Para mí hay cosas que son rap y cosas que no son rap. Esa línea casi nadie la ve, pero yo tengo una certeza muy grande y es que al rap lo sostenemos los raperos, y los raperos no somos los que escribimos rap necesariamente, sino los MC’s, los grafiteros, los Djs, los BBoys, los productores. El rap está sostenido en los mismos pilares en los que se fundó.
Obviamente, al ser en este momento el género musical más escuchado en el planeta, hace que lleguen muchas personas. Cuando un artista se vuelve famoso empieza a recibir públicos de otras cosas, personas que ni siquiera tienen que ser raperos, pero hay una diferencia muy grande entre qué sostiene al rap y qué sostiene tu carrera.
Al rap lo sostienen los puristas, los raperos, de eso no me cabe la menor duda. A pesar de que esos límites, obviamente, se ponen grises, hay personas de otros géneros o de otros grupos que vienen y beben del rap, eso es obvio, toda la cultura actual, en lo que se entiende como la música comercial, todos se visten como raperos”.
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¿Qué expectativas tienen frente a la música?
“Yo una vez me senté con Vic Deal a hablar de eso y llegamos a una conclusión y es que nos dé el dinero suficiente para pasar la carta de renuncia. Creo que con ese objetivo estaría tranquilo, pero yo nunca voy a condicionar mi música si me va bien o mal, eso lo tengo súper claro”.
Pero no es fácil, es un negocio difícil, avanza muy rápido...
“Yo creo que es un objetivo al que uno puede llegar incluso más fácil si uno está dispuesto a vender sus insignias, a negociar ciertas cosas que no son negociables. Uno ha recibido ofertas muy tentadoras, un cheque sobre la mesa, casi el diablo poniéndote el cheque en blanco y hágale que quiere. Eso yo te garantizo que a la mayoría de músicos les ha pasado, pero nosotros no estamos dispuestos a condicionar ese objetivo, a venderle el alma al diablo. Si el objetivo llega fantástico si el objetivo no llega nosotros vamos a seguir aquí. Ahorita a los conciertos van mil personas, antes fueron 500, puede que en 10 años vayan otros 500, puede que hayan 50 o 20, pero yo te garantizo que yo voy a seguir escribiendo rap y que el DJ va a seguirá siendo beats de rap”.