Música

Yohan Usuga, el gurú detrás de los éxitos de la música popular

Comenzó como cantante y ahora es el productor más reconocido del género popular, hasta los grandes de México vienen a grabar con él.

Periodista, apasionado por el cine, la televisión y el fútbol. Egresado de la U. de A, y envigadeño de nacimiento y residencia.

19 de mayo de 2023

Yohan Usuga pasó de cantar música de carrilera, al lado de su papá, en las veredas de Dabeiba, en el Occidente de Antioquia, a ser el productor de los más grandes de la música popular colombiana y mexicana.

Por sus estudios de grabación en el Oriente antioqueño han pasado desde los grandes del género en Colombia como Pipe Bueno, Arelys, Francy, Yeison Jiménez o Jessi Uribe, para sola citar algunos, hasta estrellas mexicanas como Christian Nodal, Peso Pluma, Espinoza Paz y Ana Bárbara.

Su camino en la música estaba trazado desde su padre decidió bautizar a sus hijos con los nombres de figuras de la canción mexicana de Joan Sebastián (Yohan), Yuri y Christian (por Cristian Castro).

De Dabeiba debió salir desplazado de la familia, llegó a Bello con toda su familia y posteriormente terminó viviendo en Belmira, a donde trasladaron a su papá que era profesor. Allí perteneció a la banda de música del municipio y tuvo sus primeras presentaciones como solista.

En Medellín

Regresó a Medellín a seguir una carrera en la música y terminó tocando con un grupo en los parques Bolívar y Berrío.

“Ahí tocaba el teclado, muchas veces sin conocer las notas, las llamaba las blancas y las negras, de dos de la tarde a dos de la mañana, nos sacábamos 30.000 pesos diarios y teníamos que esperar hasta las 5:00 de la mañana que salieran los buses para regresar a la casa en Bello”, relata Yohan.

Cuenta que se regó el rumor que tenía muy buen oído, que improvisaba muy bien, imitaba los sonidos y terminó tocando con Arelys Henao que estaba comenzando. “Comencé a ir a los pueblos, tocaba los teclados, el bajo y cantando un poco”.

En ese momento de su vida apareció el humorista Crisanto Vargas, “Vargasvil”, que lo invitó a hacer parte del grupo Los hijos del despecho, que pese a que duró varios años no despegó, “porque éramos muy pulidos, muy jóvenes y la gente estaba acostumbrada a otro tipo de artistas”.

El productor

En 2008 armó su propio grupo Las voces del despecho y como no tenía recursos para grabar armó su propio estudio “sin saber ingeniería de sonido, sin saber prender un computador”.

Allí comenzó a hacer maquetas de canciones, pero nunca con la pretensión de ser productor, sino de hacer sus propios sencillos. Todo cambió cuando un día le propusieron grabar un álbum por el que cobró $120.000 por canción.

“Hicimos la producción, sonó horrible y feo, pero eso cambió mi carrera, se generó un voz a voz en Bello y comenzó a llegar mucha gente a grabar conmigo y hasta el son de hoy no volví a parar”, recuerda Yohan, considerado hoy el “gurú” de la música popular, porque todo lo que toca se vuelve éxito.

Dice que las dos canciones que pusieron en el mapa de la producción fueron La Santa y la diabla, de Alexis Escobar, y Borracho de amor, Los caballeros de la cantina.

Su vida cambió radicalmente en 2015, el día que Yeison Jiménez llegó a su estudio, que ya estaba en el barrio Laureles. “Hicimos la canción Aventurero, que nos llevó a volar a los dos a las altas esferas, eso nos cambió la carrera”.

El hoy

Yohan dice que la clave del éxito de su carrera y de las canciones que compone y produce es que se salió del molde de que todos suenen igual, “me atrevo a hacer cosas diferentes”.

No solo graba música popular, sino que de su estudio han salido canciones para Fanny Lu, Fonseca y Silvestre Dangond.

Dice que lo que quiere es llevar el género popular a a otro nivel, “que la gente de otros países venga a grabar con nosotros y lo estamos logrando”. Es tal que en los próximos días llegará a Medellín Alex Fernández, hijo de Alejandro Fernández, a grabar su álbum bajo su tutela.

Sobre el boom musical de Medellín, no solo con cantantes, sino como productores, comenta que se debe a que “somos atrevidos, diferentes y cuando nos dan la oportunidad no la desaprovechamos, lo que pasó con reguetón está sucediendo hoy con lo regional, desde Medellín le pusimos nuestro toque y ahora hasta los mexicanos quieren sonar así”