Música

La gozadera, la marca registrada de Wilfrido

El artista dominicano se presenta hoy en La Verbena del Parque Norte. Sonarán sus clásicos de los ochenta y de los noventa.

Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.

27 de julio de 2019

Es un hombre estricto, muy trabajador y talentoso. Wilfrido Vargas cumplió el pasado mes de abril 70 años y no pierde su buena energía. “No, para qué, la vida es así. Si tu no vas a tener un pasaporte visado para la gozadera, vas a estar amargado en la vida”, cuenta en esta conversación telefónica con EL COLOMBIANO.

El artista, nacido en Altamira, provincia Puerto Plata en República Dominicana, sigue dando conciertos y esta noche espera que el merengue, ese al que él le metió sus experimentos sonoros (con rap) se baile en La Verbena de las flores en la que alternara con Los Melódicos, The Latin Brothers y El Tropicombo. La rumba está servida.

¿Qué ha pasado desde 2017 hasta ahora, la última vez que conversó con EL COLOMBIANO?

“Muchas cosas, desde que saqué mi libro hasta que ahora doy conferencias. Sobre estas te puedo decir que al pueblo latinoamericano hay que hablarle de sus valores, de sus héroes, de sus épocas, de los aportes de los protagonistas que han desfilado a través de la historia en cualquier ámbito de la vida. Como yo soy músico, no voy a hablar de cirugía, no soy cirujano. Hablo de música, de cultura pero que no sea bostezante. Lo combino con mis sonidos, es una mezcla chévere”.

Sacó el libro Me volviste loco Wilfrido ¿Cómo le ha ido?

“Demasiado bien. La primera semana pasó el objetivo de ventas, un best seller, no sé cuántos pero sé que fue a mil. Yo no hablo de música en mi libro”

¿Habla de Wilfrido?

“No, tampoco. Hablo de la vida, de lo que me pasa por la cabeza. Me siento muy feliz porque a mi me gusta más escribir que hacer música. Vengo escribiendo a diario. Ahora mismo estoy escribiendo algo del vallenato”.

Medellín ha crecido con su música ¿Qué recuerdos tiene del público de Medellín?

“Medellín me deja una sensación de extra Colombia, por su educación, su idiosincrasia, su infraestructura, hasta metro tienen ustedes. Siempre me ha llamado la atención Medellín como ciudad próspera, la gente tan bella y por eso los estimo mucho. Para mi es una ciudad ejemplo en América Latina”.

Aquí se baila y se disfruta su música...

“Imagínate, se saben las canciones de Wilfrido Vargas, se saben Comején de arriba a abajo y al autor se le olvidó (risas). Yo no sé porqué al público no se le olvidan las canciones”.

Tiene un amplio repertorio, ¿cómo lo organiza?

“Es imposible que me ponga a inventar. Yo hago por ejemplo, El Africano, podríamos decir que esa es una de las canciones más importantes del repertorio de la orquesta de Wilfrido Vargas, por lo tanto no se puede quedar por fuera. Y si te hablo de Abusadora, 13 años, Bachata merengue y El loco y la luna, es imposible que yo me ponga a inventar. Cuando a veces El Jardinero se me está quedando afuera por falta de tiempo es un lío. ¿Yo voy a bajar El baile de perrito para poner una cosa nueva? Eso no lo voy a hacer. Yo sé que la gozadera está con el repertorio de Wilfrido Vargas y se hace una invitación al público para que pidan canciones. No me parece atinado que haya algo que esté fuera de lo que es ese arsenal de canciones que ha hecho historia en los corazones de Colombia”.