Cultura

Murió la escritora antioqueña Rocío Vélez de Piedrahíta

Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.

28 de enero de 2019

Este lunes, al mediodía, murió Rocío Vélez de Piedrahita, la escritora antioqueña. Tenía 92 años.

Ella creció rodeada de escritores: su papá, Gabriel Vélez Isaza, lo era, y también su abuelo, Camilo C. Restrepo. Lía Restrepo Mejía, su madre, fue otra que hizo de las letras un pasatiempo. Por eso, quizá, Rocío Vélez de Piedrahíta se dedicó a este oficio toda su vida.

De esa pasión resultaron algunos libros, el primero de ellos se tituló Entre nos, y luego salieron El hombre, la mujer y la vaca, El pacto de las dos rosas, La cisterna, terratenientes y Muelle tendida en la llanura.

“Una mujer al pie de la letra”, así título el maestro Juan José Hoyos el perfil que escribió sobre esta antioqueña.

Fue ensayista, periodista, escritora y columnista de EL COLOMBIANO, diario en el que plasmó sus opiniones hasta 2012.

En una de sus columnas para este periódico, el periodista Juan José García Posada la describió como “una escritora emblemática de Antioquia. Representa la devoción por las letras y un interés incesante por leer e interpretar el alma popular. Es una narradora constante. Se mantiene vigente en el tratamiento de cuestiones y problemas humanos y sociales de actualidad e interés general”.

Leer: Retrato escrito de Rocío Vélez

La escritora hizo parte de la selección de 100 vidas para contar, una entrega en la que EL COLOMBIANO presentó las historias de los 100 antioqueños más influyentes, para ese momento, del último siglo.

Los perfiles, escritos por Juan José Hoyos, dieron cuenta de esos hombres y mujeres, entre las que estaban Veléz Piedraíta, Débora Arango y Bertha Hernández, quienes fueron grandes de pensamiento y pioneros en distintos campos.

En una columna en este diario en homenaje a Lucia González de Chaves, Diego Aristizábal, director de los Eventos del Libro, escribió: “Mujeres como ella (Lucila) o como Rocío Vélez de Piedrahíta, por mencionar solo un par, se merecen toda mi gratitud y respeto y los antioqueños deberíamos ser más justos y consecuentes con su legado; porque gracias a esa lucidez, a esa experiencia muchos lectores nos formamos, sentimos una voz tranquila en las páginas de un periódico que nos llegó al corazón y nos hizo creer que el conocimiento podía salvarnos”.