¿Por qué estigmatizan a los gatos negros?
Comunicadora social-periodista de la U. Católica de Pereira, con experiencia en medios digitales. Me interesan los proyectos transmedia. Periodista en el ELCOLOMBIANO.COM.
Los gatos se han convertido en la opción ideal de mascota para muchas personas porque pueden estar varias horas solos en el hogar. Internet y las redes sociales han reforzado su protagonismo, cada día. Las fotos de estos felinos le dan la vuelta al mundo, sin embargo esto no ha sido suficiente para acabar con la mala fama de los gatos negros, que se aviva en épocas como Halloween.
Los gatos negros han estado relacionados desde la edad media con la brujería. Ese mito ha traído como consecuencia que las personas consideren que son animales de mala suerte.
“Además, históricamente los gatos en general han sido señalados por causar enfermedades. Sin embargo todas son creencias sin fundamento y científicamente se ha demostrado que los gatos negros son más inmunes y sanos debido al gen que determina su color”, señaló Juliana Pérez,
coordinadora de adopciones en el Centro de Bienestar Animal La Perla.
La tradición oral ha ayudado a que hoy persistan esas historias y que algunas personas basadas en esa lógica, seguida de pensamientos obsesivos “sean los más proclives a no gustar de ellos por las supersticiones que manejan”, indicó el psicólogo David Schweiger.
“Por ejemplo, por estar pensando obsesivamente en un gato negro que vi, no preveo ni estoy alerta a otras cosas y piso mal en un escalón y me troncho el pie, ¿mala suerte? No, iba obsesivamente pensando en un gato negro y al pasarme algo, entonces reafirmo que la culpa es del gato y no de mi distracción”, explica Schweiger.
Posteriormente, esa creencia se transmite a varios, extendiéndose el prejuicio, que finalmente se alimenta de todo menos de experiencias y razones, comentó.
Sin embargo, la situación en los últimos años ha mejorado según cuenta Catalina Yepes, subdirectora de la Corporación Raya en Medellín. Yepes señala que hace años sí era muy evidente el rechazo y que por esa razón muchos gatos de ese color tenían menos opción de ser adoptados y se quedaban en los refugios o fundaciones.
Ahora, prima más la relación que cada persona haga con el animal, dejando de lado ese tema del color, aseguró.
Por su parte, el médico veterinario Julio Aguirre dice que si bien el tema ha mejorado “las personas han generado cierto tipo de aversiones no solo sobre los gatos negros sino en general hacia animales de ese color”, lo que conlleva a que en hogares o fundaciones es común ver que no solo se quedan los gatos negros sino también perros.
Teniendo esto en cuenta ya se ha pensado en Medellín realizar jornadas para promover la adopción de estos animales sacando el lado positivo del asunto.
Ante las supersticiones de la gente, hay que tener en cuenta que “como el color en las personas, en los animales tampoco tiene diferencia”, apunta Aguirre.
Juliana Pérez asegura que “los gatos negros son los más dulces de todos. Su color, producido por la melanina, comparte las mismas vías de movilidad de la serotonina, conocida como una de las hormonas del bienestar y esto hace que sea mayor su cantidad en el cuerpo, generando animales más tranquilos y adaptables, ya hay estudios que lo demuestran científicamente”.