¿Esterilizar al gato?
La esterilización es un procedimiento que ayuda al control de la natalidad y mejora
el comportamiento de las mascotas. Una cirugía con pocos riesgos.
Es periodista porque le gusta la cultura y escribir. A veces intenta con la ficción, y con los poemas, y es Camila Avril. Editora de la revista Generación. Estudió Hermenéutica Literaria.
Por mónica quintero restrepo
Kitty era una gata blanca con manchas negras, como una vaca, y alcanzó a estar dos meses con Valentina Carvajal, su dueña. Murió después de la esterilización, porque la herida se infectó.
El veterinario que hizo el procedimiento en casa no les dio las recomendaciones suficientes para el cuidado pos-quirúrgico. Era la primera vez con un gato, y no tenían la suficiente experiencia.
No obstante, aunque esterilizar un gato tiene sus riesgos, que se muera no es lo común. El veterinario Esteban Noreña explica que si bien está el riesgo de la anestesia, no es un procedimiento complicado. Por eso antes de la cirugía se hace un examen clínico y evaluaciones para revisar, entre otras cosas, el hígado, el riñón y la parte sanguínea. “Puede pasar, pero son casos esporádicos. Por lo general les va muy bien”.
Lo primero que debe tener en cuenta para hacer la esterilización es elegir el lugar. No lo haga en cualquier parte. Aunque es una decisión individual, algunos expertos como Ana María Botero, veterinaria, comenta que ella no recomienda que se haga en casa porque no es el ambiente del gato y no se pueden manejar algunas complicaciones, en tanto no están todos los implementos y los equipos.
“Si es un paciente sano, los riesgos no son tantos. Si la técnica es la adecuada, es una cirugía con muy buenos pronósticos”, afirma Ana María.
El procedimiento
A los gatos los preparan para la cirugía (hay que hidratarlos porque deben estar en ayunas, por ejemplo). El procedimiento dura entre treinta minutos y una hora, y es ambulatorio, así que tan pronto se recuperen pueden ir a casa. Por supuesto que depende de cada individuo, precisa Esteban. No a todos les toma el mismo tiempo despertarse de la anestesia.
También hay diferencias entre hembras y machos. Es más fácil esterilizar a los gatos porque los testículos están fuera, mientras que a las hembras deben ingresar en la cavidad abdominal. Incluso algunos veterinarios no les ponen puntos a los machos. Las hembras sí necesitan, y los hay distintos, como hacerlos debajo de la piel.
En ese sentido el cuidado posquirúrgico para las hembras es de más detalles, pero si se siguen las recomendaciones del veterinario los riesgos son mínimos.
Entre los cuidados están administrar la medicación indicada por el veterinario y hacer la limpieza de la herida mínimo dos veces al día.
Esteban expresa que, según el caso, se necesita cuello isabelino. Ana María comenta que en el caso de las hembras siempre lo recomienda, para que no se laman ni se retiren los puntos, y entonces se infecte y se creen riesgos. El collar sí es difícil para ellos, pero si es necesario, es preferible. Se debe usar hasta que se retiren los puntos, que pueden estar entre diez y doce días.
No obstante, ellos se recuperan por lo general antes. A los dos días ya están casi en forma.
La alimentación no tiene que cambiar de inmediato. Se debe analizar al gato, porque después de la esterilización hay una tendencia a engordar. Ana María indica que si es muy severo el aumento de peso, sí hay que cambiar el alimento o manejar las porciones, además de aumentar el ejercicio.
No hay que tener miedo. Solo seguir las recomendaciones del médico, para que no haya complicaciones