La montaña de colores que ya tiene Medellín
La escultura de rocas será entregada hoy
en la nueva etapa de Parques del Río.
MALTA
GENOVA
LIVERPOOL
DALLAS
Periodista. Estudiante de maestría en Estudios y Creación Audiovisual.
Le gusta decir que no hay que entender una obra de arte sino sentirla. Por eso sus trabajos son hechos con una materia más común: la felicidad, la tolerancia y la vida, elementos universales del ser humano. Para mostrarlos usa elementos sencillos, como las piedras. Una muestra amanece hoy en suelo de Medellín.
Se trata de una escultura de cinco rocas superpuestas, tres de colores y dos de blanco y negro, creada por el artista suizo Ugo Rondinone (1964), la primera que hace para espacio público en América Latina.
Con esta estructura de 13 metros de alto, el autor quiso hacer una alusión a las estribaciones de la ciudad. “Le hace honor a las montañas que nos abrazan y a los colores de Medellín”, dice en un comunicado el Museo de Arte Moderno (Mamm), que ayudó en la selección del autor internacional, en una gestión conjunta con la Alcaldía de Medellín.
Hace parte de una serie de piezas similares ubicadas en otros lugares del mundo, como el desierto de Mojave, en Nevada, y en Miami (EE.UU.), y Reino Unido. Desde hoy esas cinco rocas de colores habitarán la nueva etapa de Parques del Río.
Monumentos
Ugo Rondinone ha hecho esculturas, instalaciones, pinturas, dibujos monumentales de paisajes y naturalezas muertas.
Emiliano Valdés, curador jefe del Mamm, explica que el suizo trabaja sobre ideas basadas en sentimientos simples, muy alejado del arte conceptual. “Se caracteriza por una estética un poco infantil, básica, en línea con esos valores que trabaja. El apilamiento de piedras es una práctica meditativa y también se usa en otras culturas para marcar el territorio”.
Valdés siente que Ugo Rondinone propone con su obra “Mountain Medellín” un regreso luego del fracaso de una sociedad. “El artista dice que el arte público es importante porque el primer encuentro con estas estéticas para la mayoría es por estas obras, por lo que prefiere que sean alegres”.
Finalmente, Emiliano cree que esta pieza devuelve valores a los ciudadanos que se han olvidado, como la comprensión, la alegría y la tolerancia. “Es Medellín cambiando la relación con el río, de una ciudad que ha cambiado el horror y la violencia por el desarrollo, el entusiasmo y la efervescencia creativa”..