Cultura

Lucho presenta su manual para tener éxito

El actor Enrique Carriazo llega a Medellín con la adaptación teatral de la telenovela La Gloria de Lucho. Monólogo.

Periodista, apasionado por el cine, la televisión y el fútbol. Egresado de la U. de A, y envigadeño de nacimiento y residencia.

05 de julio de 2019

Solo basta recordar la huella y repercusión que dejaron personajes como Beto Reyes, en Los Reyes, o Buenaventura Nepomuceno Matallana, en Doctor Mata, para dimensionar el talento de Enrique Carriazo.

El actor, que acaba de protagonizar la telenovela La Gloria de Lucho y hace parte del elenco de Historia de un crimen: Colmenares, de Netflix, llega a Medellín para presentar la comedia inspirada en el personaje del lustrabotas y exconcejal Luis Eduardo Díaz.

Sobre la concepción de esta idea, de llevar las imprudencias, vicisitudes, logros y fracasos de Lucho a las tablas, Carriazo apunta que “nace bajo el concepto de aprovechar que en teatro se pueden sembrar ideas más inquietantes y no hay que estar preocupado por el efecto inmediato, porque el público tiene un poco más de paciencia, mientras que en la televisión el placer se quiere de inmediato”.

A la par de este proyecto, que lo llevará por varias ciudades, el artista está pendiente de un par más en cine, todos en etapa de preproducción, incluida una película que escribió (No soy un ratón), con la que está concursando en el Fondo de Desarrollo Cinematográfico para conseguir los recursos para rodar.

Así es Lucho

Carriazo describe el personaje como un hombre que busca ser integrado a la sociedad y usa la política como un camino para lograrlo.

“Todos los seres humanos tenemos ese miedo, pensamos que en algún momento podemos quedar fuera de la sociedad, esa idea del destierro está metida en los seres humanos desde el comienzo de los tiempos, le tememos al destierro cultural, emocional o espiritual. Este personaje navega entre esos dos lugares (estar adentro o afuera)”, recuerda el actor de 51 años, que debutó en la televisión en comedias como N.N. y Vuelo Secreto, hace 29 años.

Sobre el riesgo que personajes tan peculiares, con gestos, vestuario y popularidad tan alta, como Beto Reyes y Lucho Díaz se incorporen en el día a día del actor, Carriazo cuenta que para eso está la distancia y que un artista debe asumir esos riesgos. Igualmente, relata que estos roles no lo marcan, que el sello proviene es de la experiencia que cada uno de ellos deja en su carrera actoral.

Será su primera vez en teatro en Medellín. “Pienso que estos temas tan universales, sea allá o en cualquier ciudad, la gente se conecta, porque es una experiencia de catarsis, de revelación de algunos temas que mantenemos en privado y que al sacarlos en colectivo se obtiene liberación y placer”.