Cultura

Vaya a la fija: la mejor guía gastronómica en Medellín y Antioquia para llevar a los turistas

El chef de Casa Molina hace un recorrido por los lugares que en Medellín, y sus alrededores, ofrecen una experiencia gastronómica y cultural inigualable.

30 de noviembre de 2024

Por Álvaro Molina

@molinacocinero / @casamolina_fizebad

Nos volvimos un destino turístico para colombianos de otras regiones y extranjeros que vienen a dejarnos sus dólares que tanto bien le hacen al sector y al país. Por todo el departamento han estado surgiendo hoteles, glampings, hostales y fincas hotel con muy buena estructura y propuestas gastronómicas deliciosas, que han entendido la importancia de la comida como factor diferencial. Y aunque me encanta recomendar aquellos con vocación clara a mostrar nuestra cultura criolla en la mesa, también los que interpretan con talento las cocinas del mundo que a la final nos benefician por igual, por el uso de ingredientes regionales.

A los paisas reconocidos como buenos anfitriones, siempre nos ha gustado atender a los que nos visitan. Por eso cada vez que se acercan las vacaciones, me gusta armar mi recorrido especial para los buenos anfitriones y los glotones. No soy influencer, pero llevo muchísimos años recorriendo y comiendo por nuestra tierra y me encanta recomendar a tantos colegas que siempre me han hecho feliz y no me cobran el descorche del whisky barato que tomo.

He tenido la oportunidad de llevar a varios chefs famosos en el mundo a recorrer sitios en donde se come y se pasa rico. Los cocineros somos los más fáciles de atender porque nos movemos felices entre caspetes y restaurantes de todas las categorías. Para comer muy bien no hay que gastarse un ojo de la cara, pero sí vale la pena saber a dónde ir, sobre todo para dejar en alto el nombre de nuestra cocina.

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Esta es mi lista con algunos sitios a donde vale la pena llevar turistas, ni modo de poner direcciones, pero todos salen en Waze. Con seguridad que faltan muchos, por la traición de la memoria, pero espero que le sirva para cuando le lleguen visitantes:

El centro de Medellín

Se volvió una delicia. El programa puede empezar por el Salón Málaga, paraíso de los bohemios, a tomar tintico las tardes en que van parejas a bailar. Agua Dulce el tertuliadero en el parque del periodista donde se come riquísimo y a El Acontista muy cerquita de ahí a tardear. El Astor de Junín por moritos y jugo de mandarina. Al Salón Centro donde Andrés López un sitio encantador. Tutunendo por longaniza chocoana. A Versalles con sus especialidades gauchas. Hacienda en Junín a comer frisoles auténticos paisas. El Mirador en la azotea del edificio Fabricato. A la Pizzería de Rodrigo Puyo, impresionante. A Pan de abril en la alpujarra a desayunar buñuelos y café con leche. Aquí Paró Lucho en la Minorista por los platos de Lucho, un cocinero inolvidable. A Mi cliente el sitio que Tulio volvió famoso por sus maduros. Donde el mocho en buenos aires a comer chunchurria. El centro además tiene una gran oferta de puestos callejeros en donde puede llevar sus invitados a probar gauchos, solteritas, gelatinas, churros, mango biche frapé, papitas criollas y chips, copito de nieve y empanadas de iglesia. Lo que para nosotros es común para nuestros visitantes exótico, pintoresco y delicioso.

Por todo el distrito, que pinche de nombre, encontramos sitios con buena comida colombiana: Mondongos. Ajiacos y Mondongos. La pesquera Amazonas en la mayorista por su pescado frito con patacones y cazuela de mariscos. Cocorolló por pasteles de pollo. La Churris en la mayorista a comer lengua sudada sentados en la acera. Chorizos a media noche debajo del puente de Guayabal sobre la 10. Donde Estela en Sabaneta por picadas del otro mundo. Empanadas en la última Estación. Milhoja en Las 3. Guarito con chicharrón en el Social. Obleas en el Relincho. El remate de lujo no puede ser otro que el Trifásico en la calle Jardines por sancocho, chicharrón, oreja, sobrebarriga y chocozuela.

Restaurantes con ofertas del mundo en la ciudad y sus alrededores que por su gran fama y comida deliciosa no necesitan ninguna referencia: Lucio, Cambalache, Taller de Carnes, Esencia, Pesqueira, Malevo, Ojalá, Ceviches amazónicos, Casa 22, Bulgatta, Carmen, Entremaderos, Colosal, Sambombi, Terrazzo, Don Diablo, Hijo de tigre, Casa M, Oci, Alambique, Gabriela, Isabel, El Cielo y Gabo.mde. Me encanta Mordisko en el bloque naranja de la mayorista, el más peruano de los peruanos que son muchos.

La Provincia, obligatorio, uno de los mejores del país que está cumpliendo sus 30s.

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La lista de sitios para ir a tomar buen café y comer rico es extensa: Valentina Bakery, Amaranto, Santa Leña, Tres Trigos, La Miguería, Mikaela, Pergamino, Ganso y Castor, Matilde, Café Noir y Cambria.

Por el oriente

La Matriarca, Efímero, La Comadreja, La Malsentada, La Rufina, Doña Rosa, Asados Exquisitos, La curva del Gordo, Marmoleo, La Enterradora y Con Tradición. Brasas es del otro mundo, soy el presidente del club de fans de Olga su chef. En Marinilla Leña y Sazón a probar sus chorizos y picadas ricas. La Monja, Sancho Paisa, El Llanerito del viejo hipódromo y Lácteos Buena Vista saliendo de la Unión para Sonsón. En las partidas de la ceja en Don Alcides va a ser muy feliz con sus platos típicos. En Fizebad el restaurante Orquídeas a cargo del súper chef Adrian Botero, magnífico.

El alto de las palmas tiene 3 malls grandes con excelente oferta como Podestá, el mejor casero italiano del país. Entrecote by Cata, Chez Migú, Naan, El Correo, siendo mi gran favorito Salón Ahumado donde Sergio Ovstrosky por sus ahumados impresionantes y terraza deliciosa.

Por los lados del retiro: Cantaleta, La cocina de la casa, Trivios, La Casa de Amelia, Torittos y Ricas arepas. En el pueblo abrieron varios espectaculares como Central, Donde Klavo, Ostería Local y Pizzería Barro.

Pero mi gran recomendado del departamento para llevar turistas y quedar como un príncipe, por la belleza única del sitio, su historia apasionante alrededor del ferrocarril de Antioquia y su cocina del otro mundo de la mano del gran chef Camilo Castaño es Entrerrieles, ubicado en el antiguo hotel El Limón, entre Cisneros y Santo Domingo, a poco más de 1 hora de Medellín, al lado de la autopista apenas pasa el túnel de la quiebra. La belleza del sitio, el ambiente cargado de nostalgia de la rica, la música, el paisaje y la atención profesional de su equipo con gente de la región, son la ñapa a la exquisitez de su comida que lleva con maestría el gran talento de Camilo. Platos con historia en porciones generosas de todo mi gusto y estilo, en los que priman el sabor y la calidad de los ingredientes. Este es el sitio para ir a la fija con sus invitados o para sacar a su familia a conocer esta maravilla aprovechando la doble calzada.

La receta de hoy: Gasterea

“Cuando en plena belle époque Rubén Darío llega en 1900 a París comisionado por el diario La Nación de Buenos Aires para cubrir la Exposición Universal, y quedarse allí por largos años, la cocina ya hace tiempo ha sido elevada a la categoría de las bellas artes y declarada la décima musa, a la que Brillat-Savarin da el nombre de ‘Gasterea’, quien preside los deleites del gusto”.

Hace años no me encontraba un libro de esos que se merecen el título de obra de arte, perfecto para soñar, aprender y divertirse, todo al mismo tiempo, se trata de Gasterea, de Luz Marina Vélez, una mujer encantadora, notable investigadora y profesora, con un profundo conocimiento de la antropología culinaria, con una habilidad de lenguaje que sorprende a los más eruditos. Ella describe así su obra: “El encuentro entre Gasterea, la musa literaria de la gastronomía, y Evangelina, mi bisabuela, quien se sumergió en el placer contemplativo de una olla con agua hirviendo, me impulsó a la aventura de emplatar-empastar este “bocado de hojas”.

Un bocado de cardenal, perfecto para engolosinarse leyendo y regalarle a bon vivants, estudiantes, cocineros y amantes de nuestro bello oficio de las ollas.

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