Cultura

100 años de la muerte de Buffalo Bill

Su espectáculo permitió que la gente conociera los vaqueros del viejo oeste.

13 de enero de 2017

Alejado de la imagen de aventurero y excelso tirador, el legendario Buffalo Bill falleció en enero hace cien años de una enfermedad renal y convertido en un exitoso empresario del espectáculo.

Consciente de que “la gente de su época probablemente no visitaría el oeste del país ni vería en persona las maravillas de esa región, William Frederick Cody (su verdadero nombre) aceptó el desafío de llevar el Oeste al mundo”, dijo a Efe Steve Friesen, director del Museo y Tumba de Buffalo Bill en Golden, Colorado.

Cody (1846-1917) fue “un hijo del Oeste estadounidense que amó mucho a su país”, tanto que creó “El Salvaje Oeste de Buffalo Bill”, un espectáculo que realizó giras por Estados Unidos y Canadá y también por Europa.

Ese espectáculo sirvió para que mucha gente “tuviese la oportunidad de ver a verdaderos vaqueros estadounidenses y mexicanos”, comentó Betsy Martinson, directora de programas del museo.

Considerado por muchos como el personaje más icónico en la historia de Colorado y zonas vecinas, comenzó su carrera como explorador para el Ejército y luego fue jinete con Pony Express, una compañía de mensajería. Solo después se dedicó al espectáculo.

En 1869, por ejemplo, Cody participó de una batalla entre el Quinto Regimiento de Caballería y un grupo de nativos sioux que habían dejado Kansas para llegar a lo que hoy se conoce como Summit Springs, en Wyoming.

En aquel momento Cody trabajaba para el General Eugene Carr y tenía a su mando un batallón de nativos de la tribu Pawnee.

Pero fue solo después, con su Wild West Show, que se transformó en una figura “casi mitológica cuyo impacto en Colorado y en Estados Unidos es todavía difícil de estimar” debido a que ese show “representó el ‘sueño americano’ de ir a una tierra llena de atractivos y de aventura en vez de pasar todo el día en una oficina o una fábrica”, comentó Friesen. Un siglo después de su muerte en Denver, museos e instituciones culturales de Colorado han iniciado un homenaje a Buffalo Bill que duraría todo un año.

Falleció en su hogar en Denver, hubo que esperar la llegada del verano para enterrarlo, en junio, para que el suelo no estuviera congelado.