Colombia

Maduro será garante de diálogos con el ELN, ¿cuál será su papel?

Venezuela aceptó la solicitud del presidente Petro de mediar entre ambas delegaciones. Habrá una “pronta” reunión entre los mandatarios y jefes guerrilleros viajarán a Caracas.

Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.

14 de septiembre de 2022

Un antiguo “enemigo” diplomático de Colombia catalogado por varios gobiernos de la región y del mundo como un “régimen dictador” aterrizó en el proceso de paz entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, ELN.

Se trata del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, quien aceptó en tiempo récord el pedido del presidente Gustavo Petro de ser “garante” de las negociaciones de paz que, según el jefe de Estado, “se están reiniciando”.

La solicitud empezó con una llamada directa entre los ambos mandatarios y se consolidó con una carta oficial en la que Petro anunció una “pronta visita” a Venezuela y le pidió “su activación como país garante, su autorización y cooperación” en los diálogos con el ELN.

En respuesta, Maduro dijo que “Venezuela acepta el carácter de garantes de las negociaciones con el ELN para asegurar la paz de Colombia (...) una vez más, como lo hizo el comandante Hugo Chávez”.

La llamada duró pocos minutos y se dio en un tono conciliador que han mantenido desde la posesión del mandatario colombiano. Fruto de esa “buena” relación, ambas naciones avanzan a pasos agigantados en el restablecimiento de las relaciones que el expresidente Iván Duque mantuvo desiertas durante sus cuatro años de mandato.

Tras la llegada del nuevo Gobierno, y como antesala de esta petición, ambos intercambiaron embajadores y anunciaron la apertura total de la frontera para el próximo 26 de septiembre.

Pero, ¿cuál será el papel del Palacio de Miraflores en las posibles negociaciones con el ELN?

Un terreno neutral

La colaboración de Venezuela para los diálogos de Colombia es de vieja data. Cooperaciones entre Bogotá y Caracas han pasado desde expresidentes como Andrés Pastrana y Juan Manuel Santos, quien finalmente firmó la paz, hasta exjefes de Estado como Álvaro Uribe Vélez, quien, a pesar de ser contradictor de Hugo Chávez, pidió intermediar.

En todos esos casos, la misión de Venezuela ha sido mantenerse neutral entre ambas delegaciones, transmitir peticiones y verificar que los compromisos de parte y parte se cumplan.

En paralelo, Venezuela también deberá servir como sede cuando así lo requieran.

De hecho, el primer gesto que tendría que avalar Nicolás Maduro tiene que ver con una serie de visitas que planean los jefes negociadores que hoy están en Cuba y que necesitan comunicarse con algunos de los líderes del Comando Central de esa guerrilla que operan en Venezuela.

Tal como anticipó este diario, se espera que una parte de la delegación elena viaje el próximo mes de septiembre para dar las últimas pinceladas antes de anunciar el restablecimiento de los diálogos con el Gobierno.

Con ese rol de “garante” los jefes guerrilleros llegan con una especie de “protección” diplomática que los protege de posibles capturas y les garantiza su regreso a Cuba cuando ellos así lo decidan.