Una ruta para sacar a indígenas y afros de la guerra
El Gobierno formula un Plan de Armonización étnica que les permita mejorar la convivencia con sus iguales.
Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.
El 15,6 % de los excombatientes de las Farc se reconocen como pertenecientes a alguna etnia, es decir, que son indígenas, afrocolombianos, negros, raizales y palenqueros. Para ellos el Gobierno, Farc y la Instancia Especial de Alto Nivel con Pueblos Étnicos están formulando un plan de armonización, que les permita convivir en las comunidades de las que son originarios sin mayores tropiezos.
La idea es que, aunque han pasado tres años largos desde que se firmó el Acuerdo, puedan integrarse en sus pueblos recuperando sus costumbres y respetando las normas de cada territorio, que su regreso incida positivamente y mejore las condiciones de vida de las comunidades.
Para ello se realizan actualmente cinco pilotos, uno de ellos, el de Norte del Cauca y Buenaventura, no ha podido comenzar por problemas de orden público. EL COLOMBIANO conoció en exclusiva los avances en los cuatro restantes (ver recuadros).
De acuerdo con Emilio Archila, consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, las discusiones avanzan rápido para tener listo el plan de armonización cuanto antes.
Alto riesgo
De acuerdo con la Misión de la ONU en Colombia, “los excombatientes de origen indígena y afrocolombiano siguen enfrentándose a retos específicos para la reincorporación”, y estos tienen que ver con la falta de proyectos productivos y la inseguridad, especialmente en Chocó, donde la situación es “especialmente preocupante, en particular para quienes abandonaron el antiguo espacio territorial de capacitación y reincorporación de Vidrí (Vigía del Fuerte - Antioquia) después de su cierre”.
Aiden Salgado, miembro Cempaz, una de las dos organizaciones que están en la Instancia Especial de Alto Nivel con Pueblos Étnicos, aseguró que “los excombatientes étnicos se encuentran en alto riesgo por factores como “la simbología del delincuente en Colombia: siempre lo pintan negro. Además, en lugares donde se desarrolló la guerra muchos de los que hacían el trabajo violento eran negros, por lo que quedan más marcados. El tercer factor, porque el excombatiente negro o indígena tiene una barrera de discriminación racial y, cuarto, porque a los sitios a los que llega la gente negra e indígena son los lugares de más abandono del país”.
Y agregó que desde la alta instancia enviaron una carta en la que planteamos que este proceso está tardando demasiado.
Resguardo Indígena de Mayasquer
Este resguardo se encuentra ubicado en Cumbal (Nariño). Allí hay 15 personas en proceso de reincorporación. “Este cambio de condición social y política, ha generado fracturas al interior de la comunidad, ya que el gobierno propio no sabe cómo relacionarse con esta colectividad”, dicen las actas del piloto. El cabildo consideró que la jurisdicción indígena debe conocer de los delitos que cometan los reincorporados después de la firma del Acuerdo de Paz, pero cuando estos sean homicidio, lesiones personales, porte de armas o conformación de grupos armados serán juzgados de conformidad al reglamento interno de usos y costumbres y se enviará un informe a la justicia ordinaria.
Varios Pueblos indígenas del Guaviare
49 excombatientes de Farc que viven en el antiguo ETCR de Colinas adelantan el piloto de armonización con los pueblos ancestrales Cubeo, Nükak, Kurripaco, Sikuani, Tatuyo, Tukano y Piratapuyo.
Allí se identificó la voluntad de conformar una asociación de excombatientes indígenas de Guaviare, y varias de las autoridades étnicas están interesadas en acompañar el proceso de reincorporación; sin embargo, manifestaron que en el departamento hay falta de tierras para los indígenas y que sería muy complicado recibir a los excombatientes, cuando carecen de tierras propias y no se han solventado por parte del Estado.
Reincorporación de afros en Chocó
En Chocó el acercamiento entre las partes inició el pasado 18 de octubre y para mediados de noviembre la Agencia de Reincorporación y Normalización recogió los insumos para formular el Plan de Armonización Étnico. Dicho pilotaje proyecta un gran impacto en el orden territorial, ya que los participantes manifestaron un vínculo positivo tanto con las entidades territoriales como con las organizaciones sociales de base afrocolombianas, las cuales han generado espacios de concertación y trabajo colectivo para la garantía de derechos y procesos asociados con la mejora de la calidad de vida de la población. Allí lo que más interesa es el desarrollo de proyectos productivos, teniendo en cuenta la situación de pobreza y abandono que se vive en la región.
Caldono en Cauca
En las comunidades indígenas Nasa ubicadas en el Norte de Cauca las problemáticas son diferentes, ya que la convivencia tiene más que ver con el uso de recursos como el agua, el manejo de las basuras y el mestizaje. En octubre, que inició la formulación del Plan, se vivía una tensa situación política, ya que se presentaba una disputa entre los intereses indígenas y mestizos en la región, y los excombatientes quedaban en medio. De otro lado, a los indígenas del resguardo les preocupa la disputa territorial que se presenta en la región por parte de grupos armados interesados en el narcotráfico y suponen que la presencia de excombatientes puede ponerlos en un riesgo mayor al que tienen actualmente.