¿Se están peleando Uribe y Santos por la amistad de Trump?
Soy periodista del área digital de El Colombiano. Si la vida no me hubiera arrastrado hasta el periodismo, tal vez habría sido bailarina.
De la reunión entre los expresidentes colombianos y Donald Trump en el club Mar-a-Lago de Palm Beach, Florida, no quedó ni una sola foto; únicamente el testimonio de Andrés Pastrana que asegura que tuvo una “muy franca conversación” con el mandatario de los Estados Unidos.
La Casa Blanca no negó el encuentro, aunque tampoco lo confirmó. El Jueves Santo, Trump viajó a La Florida con el ánimo de descansar, pues aunque Mar-a-Lago se ha convertido en su segundo despacho, el presidente dejó a casi todo su equipo de asesores en Washington.
Álvaro Uribe, por su parte, no hizo ningún comentario público sobre la supuesta reunión. Lo único que el expresidente y senador les dijo a los medios fue que estaba ese día en el club por una “invitación de terceros” y que todo había sido un “encuentro social”.
La incipiente versión de Uribe coincide con el testimonio de una fuente anónima con “conocimiento del tema”, divulgado este lunes por la cadena internacional CNN.
Según el informante, lo que ocurrió fue que Pastrana estaba en el restaurante del club comiendo con otras personas y en uno de los pasillos se encontró con el presidente Trump. “La fuente describe el encuentro como algo muy breve, apenas el saludo en el pasillo, y ni siquiera hay certeza de que Uribe hubiera estado ahí”, dijo la CNN.
Lea aquí: ¿A qué fueron Uribe y Pastrana a la casa de Trump?
Por supuesto, de una charla de pasillo a una franca conversación sobre los problemas de Colombia hay un largo trecho. EL COLOMBIANO intentó contactar al expresidente Pastrana, pero no obtuvo respuesta.
Santos, el tercer implicado, tampoco quiso decir nada. En cambio habló Alfonso Prada, el secretario general de la Presidencia, quien cuestionó que no haya ninguna declaración de la Casa Blanca, fotografía o conclusión sobre el encuentro:
“No tenemos mayor información, como no la tienen los colombianos. Sabemos que aparentemente fue una reunión social y fue como un encuentro de coincidencia. Esperamos que no haya sido utilizada para hablar contra Colombia ni contra el Gobierno”.
Fuera casual o concertado, los expresidentes estaban en Mar-a-Lago al mismo tiempo que Trump y lo conocieron antes que Juan Manuel Santos, quien ha hablado tres veces por teléfono con su homólogo estadounidense.
Siga leyendo: Tras reunión con Trump, secretario General de la Presidencia contradice a Uribe
Dos días después, el Congreso de los Estados Unidos recibió una misiva de Uribe alertando sobre el aumento de los cultivos ilícitos, el proceso de paz en Colombia y la relación con Nicolás Maduro. ¿Acaso pretende la oposición colombiana ganarse el corazón de Trump antes que Santos?
Para Juan Ramón Martínez, profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario, es natural que Uribe y Pastrana, como líderes de opinión, quieran conocer al Presidente de Estados Unidos; llámese como se llame.
“Hay que entender el papel de líder hegemónico que tiene el Presidente de Estados Unidos en las dinámicas políticas”, opina Martínez y agrega que el mandatario estadounidense, independiente del nombre, da luces en la construcción de las políticas públicas. “Estados Unidos da el norte”, puntualiza.
Teniendo en cuenta que Colombia está a un año de las elecciones presidenciales, este apoyo se vuelve mucho más importante.
Lea aquí: Uribe envió carta al Congreso de Estados Unidos
Lo raro es que Trump se haya encontrado con dos expresidentes, que además son líderes de la oposición al Gobierno colombiano, antes que con el Jefe de Estado.
“Existe una tradición y es que los jefes de Estado se reúnen primero con otros jefes de Estado y evitan reunirse con miembros de la oposición. Esa es una de las reglas no escritas de las relaciones entre gobiernos”, explica el internacionalista.
Ahora bien, el actual Gobierno de Estados Unidos es cualquier cosa, menos tradicional. Por eso, para Martínez, “hay que bajarle el volumen al tema. En un gobierno como el de Trump hay poca diplomacia y más política”.
Además, es poco probable que Estados Unidos esté interesado en iniciar una pelea diplomática con Colombia, sobre todo porque la visión de Trump es “endogámica, dirigida al interés nacional estadounidense y radicalizada hacia las políticas proteccionistas”.
Aún así, el gobierno de Trump ha dicho que quiere apoyar a Colombia en la implementación del desminado y el proceso de paz, principal preocupación de Uribe y Pastrana como opositores.
Por todo esto, es probable que el encuentro de los expresidentes con Donald Trump no incida en las relaciones bilaterales con Colombia. Para el profesor de la Universidad del Rosario, “esto terminará siendo más anecdótico que cualquier otra cosa”; una anécdota de la que sólo quedó un trino de Andrés Pastrana.