Ataque en Guaviare: ¿por qué Petro había suspendido las operaciones ofensivas contra las disidencias de “Calarcá”?
El ataque ocurrió mientras un pelotón del Ejército salía de una zona donde prestaba seguridad a un grupo de firmantes de paz. Los ilegales, al parecer, emboscaron a la fuerza pública.
Cazador de historias. Futbolista frustrado: me tocó gambetear con las palabras.
Eran las 5:30 de la madrugada de este domingo cuando un pelotón del Ejército se cruzó de frente con las disidencias de las Farc en el Guaviare. El enfrentamiento fue inminente. En el cruce de disparos murieron seis soldados y uno más permanece desaparecido.
La versión del Ejército indica que una patrulla, adscrita al Batallón de Infantería José Joaquín París, realizaba un recorrido cuando fue atacada por el grupo insurgente.
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Los militares estaban en la zona porque tenían encomendado garantizar la seguridad de los firmantes de paz que permanecen en el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Charras. Habían terminado sus labores y regresaban para su descanso.
Los responsables de esta aparente emboscada son los disidentes del Estado Mayor Central de Bloques y Frentes: la facción disidente que comanda alias Calarcá y que, en teoría, permanece sentada en la mesa de diálogos de paz con el Gobierno.
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De hecho, el pasado 18 de abril el presidente Gustavo Petro firmó el decreto 448 de 2025. Ese documentó cambió el cese al fuego bilateral –que perduró entre las partes por 18 meses– por una suspensión de las acciones ofensivas contra ese grupo hasta el 18 de mayo.
La intención del Gobierno era que ese grupo disidente tuviera las garantías de logística y seguridad necesarias para avanzar hacia zonas de preagrupamiento: un paso previo a la dejación de armas.
Hasta ahora, la Oficina del Consejero Comisionado de Paz no indica qué pasará con ese proceso tras este ataque.
Lo que sí era claro es que bloques como el Magdalena Medio –que opera en Catatumbo y que está debilitado por la arremetida del ELN en esa zona– iba a caminar directo a las zonas de agrupamiento que propuso el gobierno.
“Señor presidente, como lo hemos dicho reiteradas ocasiones la paz nos necesita a todos, hagamos que este mes sea de mucho provecho y beneficio para las comunidades”, había dicho Andrey Avendaño, Richard Suárez y John Mechas, comandantes del Bloque Magdalena Medio en un comunicado.
Los demás bloques y frentes, que están bajo la comandancia de alias Calarcá, no se habían pronunciado ante el mensaje del presidente de querer enviarlos a las zonas de preagrupamiento. El ataque en Guaviare parece responder a un actuar fragmentado de ese grupo insurgente.
De acuerdo con el Observatorio de Derechos Humanos y Conflictividades de Indepaz, el cambio del cese al fuego por la suspensión de operaciones militares apuntaba a prevenir que los disidentes aprovechen las treguas para su fortalecimiento armado.
“Este enfoque busca asegurar que cualquier extensión más allá de mayo esté respaldada por hechos tangibles: desescalamiento real, concentración de unidades guerrilleras y cese de hostilidades”, señalaron desde Indepaz.
El Estado Mayor Central de Bloques y Frentes publicó dos comunicados en los que argumentaba su accionar bajo el principio de “legítima defensa”. Manifestaron su intención de continuar en la mesa de paz total.
“Seguimos firmes con el compromiso del Cese al fuego, columna vertebral de los Diálogos de paz que hoy pide a gritos el pueblo y que sostiene nuestra organización con el gobierno del Presidente Gustavo Petro Urrego, que ha mantenido avances con la participación de las comunidades”, puntualizaron los disidentes y añadieron que los hechos de este domingo no son “una forma de retaliación”.
En el departamento del Guaviare hay presencia de las disidencias de alias Calarcá y de alias Iván Mordisco. Ambas facciones irregulares sostienen una disputa por el control del territorio.
La Defensoría del Pueblo ya había advertido en enero pasado que esta disputa podía derivar en el reclutamiento de niños, confinamientos, desplazamiento forzado y homicidios de líderes comunitarios. La alertas también están encendidas en Putumayo, Caquetá, Huila, Amazonas y Meta.
El presidente Gustavo Petro ordenó que al lugar asista una comisión independiente para que investigue el ataque en el que murieron los seis militares a la luz de los acuerdos que se había logrado en la mesa de paz con las disidencias de “Calarcá”. Después, el Gobierno deberá evaluar si continúa o no en ese tablero de negociación.
¿Quién es alias Calarcá?
Alexander Mendoza, alias Calarcá comanda las facciones de las disidencias que operan en los departamentos de Antioquia, Meta, Guaviare, Caquetá, Huila y en las regiones del Magdalena Medio y el Catatumbo. Tomó el poder en mayo de 2022 tras la muerte de alias Gentil Duarte y se enfrenta a sangre y fuego con las disidencias de alias Iván Mordisco.
De este cabecilla se sabe que ingresó a la guerrilla de la extintas Farc cuando tenía 16 años. Operaba en el departamento del Meta. En 2013 se convirtió en el segundo hombre más importante del frente 40. Alcanzó a dejar las armas y se le vio en la zona veredal de El Tigre. Desertó del proceso de paz y se unió como subordinado de Gentil Duarte.