Colombia

Petro desató polémica: coca será paralela a otros cultivos

Planteó que los campesinos mantengan
las plantaciones ilícitas mientras el sustituto les funciona. El piloto será en Catatumbo.

17 de diciembre de 2022

El presidente Gustavo Petro tiene la mirada puesta en el Catatumbo, la conflictiva región enclavada en Norte de Santander que limita con Venezuela. Es tal el foco de su administración en ese territorio que lo eligió como el primer piloto de su “paz total” a donde aterrizó el viernes con una polémica propuesta para los campesinos.

Petro quiere que los labriegos cocaleros puedan seguir sembrando esa planta mientras cultivan otros productos y como alternativa para que miren si la transición a la legalidad les funciona o no.

En palabras del presidente, las comunidades podrán sembrar hoja de coca a la par de cultivos como el cacao “hasta probar que el cultivo sustituto funciona porque, si funciona, ya no hay necesidad de lo otro”.

Esa fue el planteamiento del Ejecutivo desde El Tarra, la zona que visitó por segunda ocasión desde que llegó a la Casa de Nariño para la primera Asamblea de organizaciones cocaleras del Catatumbo.

Ese municipio fue uno de sus primeros destinos a donde llegó el 26 de agosto, convirtiéndose en el primer mandatario que pisaba el territorio. La visita de entonces se dio días después de que su comitiva estatal fuera atacada.

El alto comisionado de paz, Danilo Rueda, afirmó que se iniciarán conversaciones de paz con otros grupos armados al margen de la ley que operan en esa región para moldear la “paz total” en esa zona que tiene 42.576 hectáreas sembradas con esa plantación, según el reporte a 2021 de Naciones Unidas.

“Se ha propuesto que el Catatumbo sea un territorio piloto de la paz total con el cumplimiento cabal del acuerdo del Teatro Colón con las Farc, con las conversaciones que se empezaron con el ELN y las que se van a habilitar con los otros dos grupos que operan en esta región”, comentó Rueda.

La triada de ese proyecto incluye a los sembradores, una universidad que comenzará a ser construida en abril y las mesas de paz, pero en el temario también quedó una petición de las comunidades cocaleras al mandatario que él dejó en el aire: crear gestores de sustitución que tengan el beneficio de excarcelación de los gestores de paz.

“Para la generación de confianza es necesario que se cumpla la palabra, por ejemplo, con el trato penal diferencial a los cultivadores”, reclamó Hernando García del Comité de Integración Social del Catatumbo.

En palabras del cultivador, eso implica realizar un censo de los productores que están detenidos para revisar su situación judicial y “buscar alternativas de excarcelación, con figuras de restauración de tejido social como gestores de la sustitución”.

Pero la iniciativa genera reparos en la oposición. El excandidato a la Presidencia de Salvación Nacional, Enríque Gómez, señaló que con esa propuesta el Ejecutivo “le está cumpliendo a los delincuentes que lo ayudaron a elegir”.

Desde El Tarra los campesinos le dijeron al Gobierno que la cultura de la coca es “consecuencia del abandono estatal”, así que la prueba de fuego para que el piloto de la “paz total” del Norte de Santander funcione, está en manos del mismo Petro.

Ya el presidente firmó un acuerdo de inversión de $39.000 millones para construir el complejo de Educación Técnica, Tecnológica y Superior del Catatumbo. Lo que allí suceda será la vara para medir el resto de intentos de paz del petrismo.