Un hombre muerto y una mujer herida: el saldo de un campo minado en Dabeiba
Desde la oficina del Alto Comisionado para la Paz informan que entre enero y mayo de este año 65 personas han sido víctimas de minas antipersonales en el país.
Cazador de historias. Futbolista frustrado: me tocó gambetear con las palabras.
En Amparradó Medio, selva de Dabeiba Antioquia, una explosión estuvo acompañada de un grito de mujer. De inmediato el guardia indígena, Higinio Bailarín, decidió salir para socorrer a quien gritaba. Al llegar se encontró con Eulalia Bailarín. La empezó a atender. Otra mina antipersonal detonó.
Así narro la Organización Indígena de Antioquia los hechos que ocurrieron el pasado cinco de julio. Según ellos, estas minas antipersonales son instaladas por el Eln en los resguardos indígenas. La OIA asevera que estos hechos son una clara violación al derecho a la vida, el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos de los pueblos indígenas.
La médicos tradicionales y botánicos de Amparradó, resguardo que se encuentra a tres días de camino a pie del caso urbano de Dabeiba, intentaron socorrer a Higinio. Pero no pudieron salvarle la vida. El hombre de 23 años murió horas “después por la gravedad de sus heridas”, se lee en el comunicado de la OIA.
Eulalia Bailarín, la mujer herida de 34 años y madre de tres hijos, podría correr la misma suerte de Higinio. Ella permanece en una de las canchas de fútbol de su comunidad esperando ser socorrida para salir de su resguardo.
Según la OIA, desde 2020 hasta hoy las minas antipersonales han acabado con la vida de 10 personas, 4 de ellas menores de edad y siete más han resultado heridas.
Solo el mes pasado, el 21 de junio, una mujer de 22 años y su hija recién nacida perdieron sus vidas después de ser víctimas de estas minas instaladas por grupos armados ilegales en el resguardo de Río Murindó, en Murindó Antioquia.
Desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz informan que hasta el 31 de mayo de 2021 se han registrado 12.051 víctimas de minas antipersonal. 65 de estas víctimas corresponden a lo que va del 2021.
Para la OIA, estas cifras deben motivar a que gobierno de Colombia se siente en una nueva mesa de diálogo con el Eln, para buscar una salida negociada al conflicto.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, “las minas antipersonal son artefactos explosivos que se caracterizan por ser activados al contacto por las mismas víctimas. Están diseñadas para ser colocadas debajo, sobre o cerca de la superficie del terreno y concebidas para explosionar por la presencia, la proximidad o el contacto de una persona”.
Pese a que en Colombia es firmante de la convención de Otawa, tratado de 1997 que prohíbe el uso de este tipo de artefactos en el conflicto, los grupos armados ilegales siguen haciendo uso de estas.