Paz y derechos humanos

Determinadores del asesinato de Jesús María Valle piden pista en la JEP

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

Periodista. Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la Universidad Complutense de Madrid

30 de julio de 2020

Luego de la captura de Francisco Antonio Angulo Osorio, alias El Piloto o Pacho, quien debe una condena de 30 años tras ser hallado culpable, en calidad de determinador, por el asesinato del defensor de derechos humanos, Jesús María Valle (27 de febrero de 1998) y del delito de Concierto para delinquir agravado con fines de paramilitarismo, en calidad de coautor, EL COLOMBIANO conoció que tanto el recién detenido, como su hermano Jaime Alberto (detenido hace tres años por los mismos delitos), ya pidieron pista en la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP.

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Según conoció este diario gracias a fuentes cercanas al caso de los hermanos Angulo Osorio, en la JEP ya reposa la solicitud de estas personas, quienes pretenden ser reconocidos como terceros civiles financiadores.

EL COLOMBIANO también tuvo acceso a uno de los pronunciamientos de la JEP sobre este caso. Se trata de un documento de la Sección de Apelación de ese tribunal en el que revoca la decisión tomada el 31 de mayo de 2019 por la Subsala Dual Tercera de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de no aceptar el sometimiento a la JEP de Jaime Alberto.

Sin embargo, en el mismo documento, la Sección de Apelación revocó la decisión y pidió a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas que antes de tomar otra decisión de fondo, junte los expedientes de los dos hermanos, “adopte una nueva metodología de trabajo”, además de vincular a las víctimas de las masacres de La Granja y El Aro y pedir un plan de reparación verdad.

Relación con los paramilitares

Este diario recuerda los detalles de cómo Francisco Antonio y su hermano Jaime Alberto, tuvieron relación directa con el grupo de paramilitares que, a parte de tomar la decisión de asesinar al Jesús María Valle, ingresaron a Ituango y cometieron diferentes delitos entre ellos las masacres ocurridas en los corregimientos de La Granja y El Aro.

Según los alegatos de la Fiscalía durante el proceso que se llevó en contra de los hermanos Angulo Osorio, en el municipio de Ituango, norte de Antioquia, se vivía una difícil situación de orden público por la fuerte presencia de los frentes 18 y 36 de las Farc, por lo que Francisco Antonio y Jaime Alberto, “se reunieron con Carlos Castaño para enviar hombres que sacaran la guerrilla del sector, advirtiendo que de esa reunión hizo constancia el señor Salvatore Mancuso Gómez en declaración rendida ante la Unidad Nacional de Justicia y Paz y posteriormente en el desarrollo de la audiencia pública”.

A esto se le suma la versión entregada por el desmovilizado Isaías Montes Hernández alias “Junior”, excomandante de los paramilitares en Ituango y quien en versión libre ante Justicia y Paz, en mayo de 2012, dijo que “a los señores Angulo Osorio les recibían órdenes y les rendían cuentas de las actividades que realizaba el grupo de autodefensas en esa municipalidad”.

La Fiscalía también afirmó que los integrantes del grupo paramilitar, “se hospedaban en una de las casas de los hermanos en mención en Ituango, encima del establecimiento público denominado ‘Los Guaduales’”.

Sobre Jesús María Valle, quien para esa época era concejal de Ituango, la Fiscalía afirmó que por las denuncias publicadas por el defensor de derechos humanos, entre ellas las masacres de los paramilitares en La Granja (1996) y El Aro (1997) “se convirtió en un objetivo militar de los grupos de autodefensas que operaban en esa región porque lo consideraban un tropiezo y por tal razón tenían que eliminarlo”.

Sobre ese crimen, ocurrido en el centro de Medellín el 27 de febrero de 1999, la Procuraduría expresó que para el Ministerio Público “siempre ha sido clara la responsabilidad penal que le asiste a los señores Jaime ALberto y Francisco Antonio en la comisión de los delitos de Homicidio agravado en la persona de Jesús María Valle Jaramillo”.

Agregó el concepto de la Procuraduría que “la extensa y voluminosa foliatura se encontró a cada paso con indagatorias, declaraciones juramentadas y pruebas trasladadas de otros procesos, que dan cuenta sin lugar a duda y sin vacilaciones del efectivo y amplio actuar de los hermanos Angulo Osorio dentro del grupo armado al margen de la ley, grupo que un día decidió y ordenó acabar con la vida del doctor Valle Jaramillo”.

A propósito de las masacres ocurridas en Ituango (La Granja y El Aro), que dejaron al menos 20 personas muertas, el fiscal que se encargó del caso, reseñó que el caso de homicidios cometidos en Ituango entre octubre de 1996 y enero de 1998, “se recopiló abundante material probatorio que de manera irrefutable ubica a los hermanos Angulo Osorio como los verdaderos responsables de llevar a Ituango el grupo de autodefensas que también perpetró la tan conocida masacre de El Aro”.

Presuntos vínculos con narcotráfico

Tras la captura de Francisco Antonio Angulo Osorio, alias El Piloto o Pacho, la Policía afirmó que con su captura “se neutraliza las coordinaciones criminales con fines de narcotráfico en el departamento de Antioquia, con impacto en Centroamérica. Para este objetivo, el capturado habría establecido vínculos con narcotraficantes como el extraditado Iván Darío Muñoz Suárez, conocido como ‘Iván’ o ‘el Barbado’; con el asesinado Luis Fernando Castaño Álzate o ‘Botija’, y José Bayron Piedrahita o ‘el Árabe’”.

Entre las acciones que se adelantaron contra “El Piloto”, las autoridades lograron ubicar, por lo menos, 39 propiedades de esta persona ubicadas en Ituango, Caucasia, Copacabana y Yarumal (Antioquia), por un valor calculado en 15.000 millones de pesos, las cuales entrarán a proceso de extinción de dominio.

A propósito, la captura de Francisco Antonio Angulo se dio en una lujosa casa ubicada en una unidad residencial del barrio El Poblado de Medellín. (foto abajo).