Paz y derechos humanos

Masacre en Mapiripán aviva el fantasma de la violencia

En la vereda La Realidad, en límites con el Guaviare, fueron asesinadas seis personas. La primera hipótesis apunta a que es un asunto de narcotráfico.

Amo el periodismo, y más si se hace a pie. Me encantan los perros, y me dejo envolver por una buena historia. Egresado de la Universidad de Antioquia.

19 de diciembre de 2018

Una vendetta entre narcotraficantes y cultivadores de coca es la primera hipótesis que maneja el Gobierno Nacional sobre la masacre de seis personas en la finca Bahía Celeste, vereda La Realidad, en Mapiripán, Meta.

El ministro de Defensa, Guillermo Botero, expresó que las personas asesinadas “al parecer no eran del Guaviare ni de la región, y aparentemente traficaban con pasta de coca. Todo eso está por establecer, por ello la Fiscalía General de la Nación y la Policía Judicial, se desplazaron al lugar. Estamos a la espera de resultados”.

A la zona también se movilizó el personero de Mapiripán, Alejandro Góngora, quien certificó que entre las víctimas hay un menor de edad y que, según el examen de Medicina Legal, los seis asesinados recibieron cada uno de a dos disparos en la cabeza, al parecer de fusil y pistola. Explicó además que el homicidio ocurrió a las 10 a.m. del lunes.

Un corredor estratégico

El líder social de esta región, Everardo Cruz, explicó a EL COLOMBIANO que desde la salida de las Farc, en Mapiripán y sus alrededores se respira paz, y las comunidades volvieron a sentir el alivio de noches tranquilas sin el asedio de los fusiles de los grupos armados.

“Desde hacía tiempo no se veía una situación tan fuerte. La última masacre que vivimos dura fue la de hace 21 años, cuando los paramilitares entraron y mataron a tanta gente”, recuerda el labriego. Por esta razón temen que el fantasma de la violencia vuelva a atormentarlos, aunque Gerardo León, secretario de Gobierno y gobernador (e) de Meta, expresó que no hay razones para temer que vuelvan las acciones violentas a afectar este territorio.

La masacre que menciona el campesino ocurrió entre el 14 y el 20 de julio de 1997, cuando las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) entraron a ese municipio y asesinaron a 49 personas, como lo reseñó el Centro Nacional de Memoria Histórica. Por el hecho fueron condenados el general (r) Jaime Humberto Uscátegui y el mayor (r) Hernán Orozco, a 37 años de prisión, además de la condena al Estado.

La lejanía de Mapiripán de las grandes capitales, sus caminos entrecruzados en la selva, y su posición geoestratégica para llegar a Venezuela, lo han convertido desde hace más de 30 años en un corredor privilegiado para los grupos armados ilegales.

Históricamente las Farc controlaron los cultivos de coca y, con su salida, la organización delincuencial los Puntilleros, una estructura que nació de la unión de las bacrim Libertadores del Vichada y el Bloque Meta, que a su vez salieron de la desmovilización del Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (ERPAC) en 2011, asumieron el control de la zona.

“La disputa por las rutas del narcotráfico se viene ahora entre disidencias de las Farc, que están bajo el mando de alias el Negro Juan y quien a su vez obedece a ‘Iván Mordisco’, y los Puntilleros, organización que se quedó sin jefe luego de que en un operativo de la Dijín realizado en Medellín, muriera Óscar Mauricio Pachón Rozo, alias “Puntilla”, señalado de ser el máximo cabecilla de esta banda”, explicaron de Inteligencia Militar.

Después del consejo de seguridad realizado en este municipio, en el que participaron el nuevo comandante del Ejército, general Luis Fernando Navarro, y el gobernador (e) del Meta, Gerardo León Mancera Parada, el ministro de Defensa expresó: “El hecho de que personas presuntamente delincan, no es justificación para que produzcan una masacre. Eso lo vamos a reprimir duramente. Aquí nadie puede tomar justicia por su propia mano y muchísimo menos delinquir”.