Colombia

“Hay que apostarlo todo para romper los ciclos de violencia”: Pastor Alape

En medio de la Ruta por la Verdad en el Magdalena Medio, organizada por la Comisión de la Verdad, el exjefe de las Farc habló con El Colombiano sobre su proceso en la JEP, el delito de esclavitud y recordó a algunas de sus víctimas.

25 de junio de 2022

En Puerto Berrío, parada del segundo día de la Ruta de la Verdad por el Magdalena Medio, Pastor Alape —antiguo miembro del secretariado de las Farc— acompañó a las víctimas y líderes sociales del municipio antioqueño, quienes se citaron en el parque principal para expresar sus sentires previos a la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

Ese documento será entregado el próximo martes, y con él se buscará entender cómo fue que se dio el conflicto armado en todo el país. En diálogo con este diario, el exjefe de las Farc habló sobre sus víctimas en la región, de la reciente audiencia de reconocimiento en las Farc, y de las tareas que como victimario tiene pendiente.

- ¿Qué conclusiones le dejó la audiencia de reconocimiento del entonces secretariado de las Farc en la JEP?

Lo primero es que se requieren estos ejercicios de contenido ético, de poder develar y descubrir qué nos pasó, cuál es la tragedia. Y en esa tragedia quiénes somos responsables de ella. Otro elemento es a partir de eso dignificar a las víctimas, es decir, que este país sumó un número muy grande de víctimas y que las violencias nos victimizaron. Como conclusión digo que hay que apostarlo todo para poder romper los ciclos de violencia que han caracterizado la solución de nuestros conflictos.

Aquí la solución de conflictos hay que hacerla a partir de diálogos. O sea, lo que potenció a este ejercicio en tres días de sinceridad es que el que tiene que ganar es el diálogo. Hay que hacer una pedagogía para mostrar que no es la violencia la que nos construye como nación, es el diálogo.

- ¿Y cuál es el reconocimiento que usted hizo a título personal ante las víctimas?

Como persona asumí mi responsabilidad individual por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante mi participación como jefe comandante del Magdalena Medio, y como integrante de la jefatura del último sectretariado de las Farc.

Esos crímenes los asumí, y de igual manera, de forma colectiva todas las acciones que desarrolló la organización en sus 63 años.

- Usted de refirió en especial al secuestro de José Cardona en Antioquia...

José Cardona fue un campesino secuestrado de Remedios, a quien me tocó pagarle guardia siendo yo guerrillero de base, y que, diríamos, tuve yo una relación muy entrañable con él, de mucho respeto. Que le aprendí mucho de su sabiduría de campesino, construido a partir de los esfuerzos propios. Esa es la memoria que tengo de José Cardona.

También hice un reconocimiento a Argiro Tamayo, un ganadero de acá de Puerto Berrío que en su época de jóvenes, mi mamá mercaba en la proovedora en la que él trabajaba. Después se hizo afortunado y recogió recursos y la organización terminó también secuestrándolo.

- En sus declaraciones también mencionó al hermano de la poeta María Mercedes Carranza... Y usted aseguró que la guerrilla se alcanzó a meter hasta con artistas. Justo hoy hay un evento artístico en Puerto Berrío que conmemora la lucha de las víctimas que piden verdad... ¿Qué tiene por decirles a los artistas que están acá?

A mí me dolió mucho el asesinato de Ramiro Carranza, y sobre todo que no se ha encontrado. Esa es tal vez una carga moral que tengo de cómo buscar a la gente que participó para encontrar los restos de Ramiro, porque era el hijo del poeta. Su hermana María Mercedes muere prácticamente de un suicidio, es decir, a ella la mata la pena moral de la pérdida de su hermano.

Y me imagino a una mujer culta, una poetisa, entender que quienes luchamos por el pueblo estábamos maltratando, estábamos violentando, estábamos asesinando al pueblo. Eso tiene que haber sido para ella muy doloroso, por eso a mí me dio muy duro.

Es decir, traer eso a la memoria, descargar esa pena que me embarga me llenó de mucha emoción en la comparecencia.

- Una persona dijo aquí en Puerto Berrío que ya van cinco años de la firma del Acuerdo de Paz y muchas personas siguen sin saber dónde están los cuerpos de sus familiares, ¿qué rutas ha dado a las autoridades y a las familias, qué les dice?

Nosotros estamos trabajando en coordinación con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), y nosotros constituimos una comisión para acompañar a la Unidad y poder mostrar nuestra participación ahí.

Lo que estamos haciendo es convocando a la gente para que nos permita acompañarlos donde consideren. Hemos documentado más de 500 casos de personas desaparecidas de las que ya tenemos su georreferenciación de su ubicación en todo el país.

-¿Qué harán con el delito de esclavitud en la JEP? Ustedes se han opuesto a ello

Nosotros aceptamos que hubo en su momento trabajos forzados, pero ese universo de la esclavitud es otra complejidad. Y me parece que es una exageración, sin embargo yo no voy a hacer esa discusión, la tendrán que hacer los abogados en el marco del debido proceso, y la legitimidad de mi defensa.

-Ustedes por el momento no lo van a aceptar...

No, no.

-Usted nació en Puerto Berrío, ¿cómo lo han recibido las víctimas de este municipio?

Aquí me han recibido bien, el pueblo ha sido muy respetuoso. Unos me saludan, otros me miran a la distancia, otros seguramente con ciertos temores por lo que representó esto. Pero la mayoría de las víctimas se han acogido.

- ¿Y qué mensaje les da en el marco de esta Ruta por la Verdad en el Magdalena Medio?

La esperanza, y por eso vengo aquí a fortalecerme, usted me vio abrazándome con las víctimas. Son personas que nos dan energía y fuerza para seguir, nos potencian el ánimo.

- ¿Qué sigue después de estos tres días de audiencia de reconocimiento en la JEP?

Esto es un proceso en el que esperamos que la magistratura se manifieste. Nosotros creemos que siguen las audiencias regionales, las territoriales, de ahí siguen los otros macrocasos. Ayer jueves estaba en Bogotá, y en la madrugada estaba aquí para acompañar a mi pueblo, en un ejercicio tan importante como lo es la construcción de la verdad.