Colombia

Operativo judicial revivió el crimen contra el “Palomo” Usuriaga

El futbolista fue acribillado en 2004 en Cali y las autoridades continúan afectando a la organización ilegal que lo ejecutó.

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

01 de abril de 2022

Un operativo de extinción de dominio revivió dos trágicos momentos de la historia colombiana: el asesinato de un ídolo del fútbol y los crímenes de una facción sicarial que aterrorizó al Valle durante una década.

La Dirección de Extinción de Dominio de la Fiscalía informó ayer que embargó un edificio en Bogotá. Según la jefa de ese despacho, Liliana Donado, el inmueble estaba asociado a la banda “De la Negra” o “De Molina”, una antigua oficina de cobros al servicio del narcotráfico, en especial de los carteles de Cali y del Norte del Valle.

La propiedad, valorada en $100 millones, está ligada a presuntos testaferros del fallecido cabecilla Jefferson Valdés Marín (“el Flaco”).

A este grupo se le atribuyen por lo menos 200 asesinatos entre 1997 y 2007, ejecutados en Colombia, España y Panamá; también desapariciones, secuestros, torturas y usurpación de propiedades, que obtenía obligando a la gente a firmar documentos notariales bajo presión. A muchas víctimas les enterraban tres clavos en la frente, a modo de macabra firma, por lo que también les decían la banda de “las Tres Puntillas”.

Según archivos de prensa y del ente acusador, en la lista de finados está el empresario del fútbol Mauricio Idárraga Rodríguez (2005), sobrino de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, fundadores del cartel de Cali.

También mataron a los hermanos Jorge y Jaime Orejuela López, hijos de un narco secuestrado por las Farc (2002); y al policía Wanderley Castillo Grajales, de la Seccional de Inteligencia (2005).

Sin embargo, el crimen que más los expuso ante la sociedad fue el de Albeiro Usuriaga López, el famoso “Palomo”, cuyo destino se cruzó con el de la banda por amor.

Ídolo futbolero

Usuriaga nació en 1966 en Cali y en su carrera futbolística se destacó por ser un delantero letal. Como profesional jugó en 13 equipos de Colombia, Ecuador, Paraguay, Argentina, España y México, entre los que se destacan América, Atlético, Nacional e Independiente de Avellaneda, con los que obtuvo títulos importantes.

El periodista deportivo Wilson Díaz, que lo vio jugar en sus mejores momentos, recordó que el “Palomo” quedó en la historia del fútbol colombiano por haber sido la figura del título de Copa Libertadores para Nacional (1989); por marcar el gol en el repechaje contra Israel, que le dio la clasificación a la Selección al Mundial de Italia 90; y por sus triunfos en Independiente, equipo con el que ganó un torneo local y dos Súper Copas Suramericanas (1994-95).

“Para muchos argentinos, él es un ídolo”, indicó Díaz.

Su carrera también estuvo plagada de escándalos, fiestas, señalamientos de indisciplina y un positivo por cocaína en una prueba antidoping (1997).

Su autogol fue enamorarse de una mujer “prohibida”, pareja de Jefferson Valdés, el cabecilla de la banda “De la Negra”. Las versiones sobre el triángulo amoroso son variables: que primero fue novia del futbolista y luego del criminal, o viceversa. El caso es que a ambos les tuvo hijos.

Testimonios de miembros de la organización condenados apuntan a que “el Flaco” ordenó la muerte de “el Palomo”. El perpetrador fue un joven sicario llamado Mauricio Colorado Roldán (“la Nana”), quien el 11 de febrero de 2004 ingresó a un establecimiento público del barrio Doce de Octubre de Cali, vio al deportista jugando cartas en una mesa y lo acribilló a tiros.

Valdés sufrió la misma suerte dos años después, y paradójicamente en una cancha de fútbol, en el barrio Ciudad Jardín, donde las balas le robaron el aliento.

Aunque el homicidio del “Palomo” fue esclarecido, no hay condena contra “la Nana”, y está prófugo el heredero en la jefatura de la organización: el expolicía Jair Molina (“la Negra”), de cuyo apodo y apellido surgieron los nombres de la facción.

De la banda han sido capturados 35 integrantes, algunos de ellos deportados desde el exterior. Y la Fiscalía les ha hecho tres embargos con fines de extinción de dominio: el primero fue en 2010, cinco casas y un apartamento en Cali, y un predio en Dagua (Valle), valorados en $3.000 millones.

El segundo fue en 2018, a una finca de $280 millones en Armenia. Y el tercero fue el anunciado ayer en la capital, relacionado con “el Flaco”, el matón que por celos le cortó las alas al “Palomo”.