Mancuso es gestor de paz del Gobierno Petro: ¿qué es, para qué sirve y por qué podría quedar en libertad?
El exjefe paramilitar está pidiendo su libertad para ejercer ese rol que le otorgó el presidente Gustavo Petro en agosto. Personajes como alias Karina también pasaron por lo mismo.
Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.
El impulso que el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso necesitó para pedir su regreso a Colombia fue el nombramiento del presidente Gustavo Petro como “gestor de paz”, una figura que le garantizó que recibiría un trato muy distinto al de cualquier preso recién deportado de los Estados Unidos.
De hecho, en 2020 Mancuso había pedido ser enviado a Italia y no a Colombia, pues en ese país también tiene nacionalidad por ser hijo de un italiano. Ese movimiento lo había hecho intentando evadir a la justicia de este país en la que aún tiene múltiples casos pendientes y con condenas por ejecutar.
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Pero su modo de pensar cambió en 2023, cuando el presidente le ofreció esa figura de “gestor de paz” y él vio en esa designación la oportunidad que necesitaba para quedar en libertad.
Aun así, ese no es su único frente de guerra para salir de la cárcel. Mancuso ha usado cada una de las herramientas que tiene para pedir que lo dejen libre: luchó hasta ser admitido en la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, pidió unificación de sentencias en Justicia y Paz y su defensa sigue insistiendo en que para cumplir con su tarea de gestor de paz tiene que estar libre.
Pero, ¿qué significa que sea gestor de paz y cuáles son los alcances de esa medida?
Para empezar, el presidente Petro lo nombró como gestor el pasado 14 de agosto para, entre otras cosas, contribuir “con su conocimiento y experiencia al diseño de programas de desarme colectivo de los grupos ilegales”.
Lo que significa que Mancuso servirá como una especie de “puente” entre los grupos narcopamilitares y el Gobierno para intentar alcanzar la paz y el sometimiento de dichos grupos.
Dicha figura de “gestor o facilitador de paz” está regida bajo la Ley 975 de 2005 y el Decreto 1175 de 2016 y se restringe a “miembros de grupos armados organizados al margen de la ley”, por lo que es una designación únicamente para personas que en algún punto estuvieron en la ilegalidad y ahora podrían servirle al Gobierno para tejer lazos.
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Pero, ojo, que esta es la parte más importante: por medio de esta figura el Gobierno podrá solicitar a las autoridades judiciales competentes la suspensión de la medida de aseguramiento, de pena o solicitar la pena alternativa en contra miembros o exmiembros de grupos armados organizados al margen de la ley.
Una medida muy útil para Mancuso, quien en términos prácticos tendría varios elementos a su favor para quedar en libertad.
En ese punto es clave decir que el exjefe paramilitar se sometió al acuerdo entre los exparamilitares y el expresidente Álvaro Uribe Vélez, por lo que la máxima condena que debe pagar en la cárcel es de 8 años, un período que ya alcanzó a pagar en EE.UU.
Dicho eso, se supone que todos los delitos por los que lo juzga Justicia y Paz deberían quedar saldados al menos en el pago de cárcel.
Con lo que sí es clara la figura de “gestor de paz” es con que “la designación no suspende o pone fin en ningún caso a los procesos judiciales y los gestores tendrán que responder a las autoridades competentes en caso de ser requeridos”.
Es decir, “la designación no se trata de una amnistía o un indulto”. Justo por eso, Mancuso podría quedar en libertad gracias a una petición del Gobierno, pero eso no lo salvaría de seguir compareciendo ante Justicia y Paz y ante la JEP.
Aunque también es clave recordar que la Fiscalía General de la Nación se ha negado a levantar órdenes de captura contra otros exmiembros de grupos narcoparamilitares al considerar que el jefe de Estado no tiene la potestad para solicitar medidas de ese tipo con grupos que no tienen carácter político.
En todo caso, no es la primera vez que el Estado aprueba algo de esta magnitud. En 2009, el expresidente Uribe nombró como gestora de paz a la sanguinaria exguerrillera Elda Nellys Mosquera, alias Karina, una exintegrante de las Farc a la que el Gobierno le otorgó la libertad condicional para que ayudara con los procesos de paz mientras respondía a sus procesos legales. Esa libertad le ha servido hasta hoy en día, pues Karina sigue libre y asistiendo a sus procesos judiciales.
Por ahora, la suerte de Mancuso depende en el corto plazo de la audiencia que tendrá ante el Tribunal de Justicia y Paz, quien decidirá este 1 de marzo si existen las condiciones para dejarlo en libertad.