Colombia

Habla Jota Pe: “El petrismo me ve como un peligro para las elecciones presidenciales en 2026”

El congresista de la Alianza Verde reclama que el Gobierno Petro se ha encargado de “desconocer la dignidad y el papel que juega el Congreso”. Habla de sus peleas con María José Pizarro e incluso, dice no estar arrepentido de votar por Rodolfo Hernández.

Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia.

31 de marzo de 2024

A punta de un discurso atrincherado en redes sociales –donde quedan en evidencia sus actuaciones e incluso sus peleas–, el senador Jota Pe Hernández (Alianza Verde) se ha vuelto uno de los congresistas más mediáticos, pero también más polémicos. Aunque se hizo elegir con respaldo de algunos sectores que también apoyaron al presidente Gustavo Petro, insiste en que es independiente al Gobierno e incluso, su posición crítica le ha costado innumerables reproches.

En diálogo con EL COLOMBIANO, el congresista se refiere a sus disputas con figuras del Pacto Histórico y asegura que no se hizo elegir para hacer amigos. Reclama que Petro “se ha encargado de desconocer la dignidad y el papel que juega el Congreso”. Incluso, dice no estar arrepentido de haber votado por Rodolfo Hernández y revela que ya hay ocho partidos buscando que se vaya a esas colectividades.

El país ha visto en estas últimas semanas un enfrentamiento cada vez más subido de tono entre usted y la senadora María José Pizarro. Ella reclama violencia de género y misoginia, e incluso, que ya no se siente segura en el Congreso. ¿Qué responde usted a acusaciones de ese calibre?

La equidad de género de la que ellos tanto hablan –y que, de hecho, hemos respaldado– consiste en que tanto hombres como mujeres tengan los mismos derechos, pero también los mismos deberes. El respeto lo deben ejercer tanto los hombres como las mujeres.

En todas mis cuentas oficiales decidí hacer una recopilación de algunos de los insultos e irrespetos por parte de María José Pizarro con mis compañeros del Senado, porque no es solamente a mí a quien me ha tratado como un animal, sino también a otros. Lo demostré en un video.

Ella está acostumbrada a insultar a sus compañeros y cuando ellos reaccionan o se molestan, ella se victimiza y se justifica en su calidad de mujer. Lo que he tratado de hacer es poder evidenciar esa hipocresía e incoherencia de esta señora del Pacto Histórico. Claramente no le ha gustado. Tiene una estrategia muy buena y muy clara: marcarme en un machismo o en una misoginia, pero en ningún momento he ejercido violencia política. Ella no tiene insultos de mi parte para mostrar, porque no han existido. Todo lo que en algún momento le he expresado ha sido verdad.

Puede ser esta una de las razones de que Gustavo Petro esté descabezando a los alto mandos de la Fuerza Pública que han venido durante muchos años ahí en esa posición y colocando personajes más afines a él más

¿Usted siente que en algún momento ha sido agresivo o ha empleado alguna expresión irrespetuosa?

Le comento tres casos puntuales. En Comisión Primera cuando se hundió la reforma política (de la que fui un férreo opositor), yo estaba grabando un video para informarle a los ciudadanos que me trajeron al Senado que teníamos los votos, pero que el Pacto no lo permitía. Ella se mete en la grabación y se me viene encima. Es decir, es ella la que llega a interrumpir la grabación.

Otro caso. Cuando dijo que nosotros los senadores éramos aliados del narcotráfico, los responsables de que existan los jíbaros y que sosteníamos ese negocio. Claramente le pedí que respetara. Se lo pedí en mi tono, uno tono contundente y fuerte.

Finalmente, hace poco me trató de 'perro rabioso'. Ante ello, lo que hice fue levantarme e ir a su curul para que me lo repitiera y le mostrara a Colombia los tipos de insultos que ella lanza a sus compañeros, pero que después sale a pedir respeto.

Eso es lo que ella ha visto como violencia política. Para mí ha sido ser claro y y evidenciarla ante la gente. En la calle me he encontrado muchísimas personas que me han dicho que les parece bastante incoherente e hipócrita la actitud del Pacto Histórico. Hoy ellos llaman violencia política al hecho de desenmascararlos.

Entonces, ¿se podría decir que lo suyo es un tono enérgico, mas no violento?

Es una estrategia, como yo lo revelé. Esta señora coloca una queja en la Comisión de Ética y llama a todos los medios. Yo ya le había puesto una queja en esa Comisión una semana antes. Es decir, no soy el único. Le puse una queja por insultar a sus compañeros, pero yo no tuve la necesidad de estar llamando a la gente y estar haciendo un espectáculo.

En esa queja y en esa presentación que hace ante los medios llega incluso a decir que yo puedo cometer un feminicidio. Es decir, esta señora está sobreactuándose e incluso extralimitándose. No comparto nada de lo que dice, no válido nada de lo que dice y le pido a la gente que examine bien, porque claramente es una estrategia de victimización y de ataque ante un congresista que sí les ha dado bastante duro también.

Usted dice que hay un afán por destruirlo y por dañar su carrera. ¿Esta confrontación se enmarca en esa supuesta estrategia?

Una senadora del Pacto Histórico hace poco me contaba, porque vea usted que en el mismo Pacto hay mucha gente a la que no le es de agrado María José Pizarro: la ven como bastante peligrosa y desleal. El caso, esa senadora me contaba que el petrismo radical me ve a mí como como un peligro para las elecciones presidenciales en 2026.

En mis planes tengo pensando lanzarme al Senado en 2026. Yo siento que en el Pacto necesitan como sea destruir a ese opositor que ha sido tan contundente y que les ha dado muy duro.

Mire las elecciones regionales. Hice cuatro piezas audiovisuales que titulé 'ni un voto para los de Petro'. Allí les explicaba por qué era importante no elegir en las regiones candidatos de Petro: 14 millones de personas vieron esas cuatro piezas. Entonces entiendo que de pronto pueden estar preocupados y por esa razón tienen la necesidad de deslegitimizarnos.

Como no han podido comprarnos –porque sí han existido ofrecimientos– y como no han podido comprobar actos de corrupción, entonces necesitan atacar el buen nombre o la imagen. Pero como dije, no lo van a lograr porque nos vamos a mantener firmes y y vamos a seguir desenmascarándolos cada vez con más contundencia. Ante un ataque de nosotros nos paramos firmes.

¿Eventualmente estaría dispuesto a hacer las paces con la senadora Pizarro para dejar de lado esa confrontación?

Si algo tengo claro es que al Senado no vine a hacer amigos. Sin embargo, siempre he estado abierto al diálogo. Aquí no ha existido nada personal, pero lo que sí le digo a la senadora Pizarro y a los del Pacto Histórico: no paro mi contundente trabajo legislativo y de control político. Voy cada vez más fuerte y si lo que ellos están buscando es que Jota Pe le baje al control político no lo haré, ni al tono contundente con el que denuncio. Voy a estar firme.

Hoy el Gobierno tramita dos controvertidas reformas, la salud y la pensional. ¿Qué ambiente ve en el Congreso?, ¿les ve futuro?

La reforma pensional ya está en plenaria. Ya nos corresponde debatirla. Creo que no es conveniente aprobarla como la está presentando el Gobierno. Le quedan tres debates en dos meses. Será muy complicado, porque vieron la resistencia que tuvo la reforma a la salud en la Cámara y cuántos meses duró allí. Claramente lo mismo va a suceder en la pensional.

Sobre la reforma la salud siento que ya está prácticamente hundida. Si los nueve senadores que firmaron la proposición de archivo deciden mantenerse en su posición no creo que prospere en este semestre. Tendrían que faltar a su palabra los senadores que ya prometieron no aprobarla.

Ahora, hay que decir que el Gobierno se ha encargado de patear a todo el mundo. Se ha encargado hasta desconocer la dignidad y el papel que juega el Congreso. Ha dicho que él puede llegar a convocar una Constituyente sin ni siquiera necesitar del Congreso. Esto ha pegado muy duro en los congresistas, están alarmados, y siento que eso afecta el trámite de esta reformas. }

Si esas reformas terminan naufragando, ¿qué actitud cree que asuma el mandatario?

Lo lamentable es que lastimosamente Gustavo Petro tuvo una oportunidad muy grande en sus manos y fue demostrar que se podía hacer una política diferente a la de los gobiernos anteriores. Siempre he dicho que no eran la perfección ni la maravilla. Yo condeno y rechazo los $70.000 millones que se perdieron del Ministerio de las TIC, así como también las decenas de miles de millones que se están perdiendo con los carrotanques con Gestión del Riesgo.

Lo cierto es que el gobierno Petro tuvo la oportunidad de hacer un buen gobierno, pero se dedicó sencillamente a un activismo digital a través de Twitter. Se dedicó sencillamente a ser su propio opositor. He conversado con congresistas de Gobierno y del Pacto Histórico y me dicen que no entienden cómo Gustavo Petro, cada vez que van a lograr algún acuerdo en el Congreso, él sale y lo patea.

En su momento hablaron de un acuerdo nacional y salió Petro con la Constituyente, y destruyó completamente todo tipo de diálogo. Siempre ha sucedido así cada vez que hacen un acuerdo con algo. El Gobierno es su propio opositor. A esto se dedicará ahora después del 20 de julio.

¿Usted ve viable esa Constituyente?

Si Gustavo Petro quiere pasar una Constituyente no tiene más camino que por la vía constitucional. Para hacerlo tiene que surtir un proceso impresionante, comenzando por presentar una ley y ahí está la primera talanquera, porque tiene que ser aprobada tanto por Senado como por Cámara. Los congresistas no se van a arriesgar a dar esa aprobación.

Digamos que logran aprobar la ley. La tendrían que llevar a una elección popular para que los colombianos decidan si esas competencias que quedaron determinadas en esa ley pueden ser aprobadas. Para ello, se necesita una tercera parte del censo electoral.

Luego de pasar eso se lleva otra vez a elección popular para escoger a los miembros de la Constituyente. Es decir es un camino bastante difícil para un presidente que hoy no tiene la favorabilidad del Congreso.

¿Teme que el presidente se salte ese camino y recurra a otras vías para su constituyente?

Él podría llegar a hacerlo a la brava, pero ahí es donde nosotros nos pararíamos firmes. Necesitaríamos que la Corte Constitucional también se pare firme como se ha parado. A Petro no le gusta la Corte porque le ha colocado freno a muchas de sus locuras. Necesitaríamos también incluso de las Fuerzas Militares para que detengan a alguien que esté pretendiendo saltarse la democracia y la institucionalidad.

Puede ser esta una de las razones por las que Gustavo Petro está descabezando a altos mandos de la Fuerza Pública y colocando personajes más afines a él. Sin embargo, nosotros ahí daríamos toda.

Sería un escenario bastante complicado, pero nuestra tarea sería hacer una contención a ese salto al vacío. Ojo que no ha salido muy bien en los otros países, como en Perú, Ecuador o incluso Bolivia, donde el presidente ha pretendido tomarse el el poder y la democracia.

Además han dado lugar a otros ciclos de violencia...

Claro, pero el Congreso también ha jugado un papel importante. Siento que si Gustavo Petro quiere saltarse ese paso por vía constitucional el Congreso tiene que mirar la forma de actuar. Una alternativa es destituirlo por desconocer la Constitución.

A usted y otros sectores les han dado mucho palo por apoyar en elecciones al entonces candidato Rodolfo Hernández. ¿Siente que un eventual gobierno del exgobernador de Santander hubiese sido peor?

Hoy Rodolfo Hernández tiene un lunar bastante fuerte, que es contrario al discurso que pregonó: su proceso judicial. Pero al mismo tiempo hoy tenemos un presidente al que alias Iván Mordisco dijo haber apoyado con las disidencias de las Farc. También tiene a su hijo a punto de ir a la cárcel por recibir dinero para la campaña proveniente de condenados por el narcotráfico. También a (Armando) Benedetti manifestando que recogieron $15.000 millones no sé provenientes de dónde.

Entonces se trata de dos candidatos que tienen sus cuestionamientos, pero claramente no me arrepiento de haber votado por Rodolfo Hernández, porque Petro nunca me dio paz y yo siempre se lo dije a los que me rodeaban.

De hecho, el Partido Verde se molestó cuando encontró unos trinos muy antiguos, de 2021 y 2020, en los que yo rechazaba de una manera muy fuerte a Gustavo Petro. Yo en él nunca he visto algo bueno. En sus ojos se nota la maldad.

Senador, a usted lo eligieron sectores populares. Incluso, recientemente se hizo viral una foto suya en el Monumento a la Resistencia en Cali. Pero le dan duro y dicen que usted es una suerte de 'Manguito' y que los traicionó. ¿Qué les responde?

Cuando yo decido salir a hacer campaña por 21 departamentos tomé mi vehículo e imprimí cerca de 500.000 periódicos. Una de las regiones fue el Valle del Cauca y en la capital visité el norte, el sur, el oriente y el occidente. Trataba de cubrir los cuatro puntos cardinales. En una de esas visitas llegué hasta el monumento y se me acercó mucha gente apoyándome.

Lo que pasó aquí es que se confundieron por mi oposición a Duque y pensaron que yo era petrista. Le voy a contar algo que nunca he dicho: me paré ahí y manifesté que había mucha gente que necesitaba un cambio, entre ellos, quienes habitan ese sector de Cali. Y sigo pensando que esas personas que apoyaron a Gustavo Petro, en su gran mayoría, esperaban un cambio. Lastimosamente los decepcionaron.

Pero lo que quería contarle es que cuando pasan las elecciones a Congreso y a mí me eligen, noté que mucha gente estaba confundida pensando que yo era petrista. De hecho, ahí en el Monumento sacaron un video bastante polémico porque una persona me preguntó '¿y a la presidencia vamos por Petro?' y yo le dije que no. Eso me lo volvieron viral. Eso fue en plena campaña legislativa.

Siempre fui coherente en que no iba a apoyar a Gustavo Petro. Incluso, luego de que gané las elecciones me invitaron a un coliseo en Cali. Allí los petristas estaban enfurecidos porque no quería apoyar a Petro. Hasta el final a mí me buscó Gustavo Petro, Francia Márquez y Gustavo Bolívar, y no quise apoyarlos. Entonces me llaman 'Manguito' porque sencillamente he decidido denunciar los derroches, sobrecostos y actos de corrupción que han cometido en este Gobierno. No he decidido quedarme callado y aplaudir como si esto estuviese bien.

Para ellos ser 'Manguito' es criticar al gobierno Duque, pero con Petro nos toca quedarnos callados. No. He optado por la coherencia y ya ese título de 'Manguito' quedará en la boca de ellos.

¿Usted hoy en qué orilla política se identifica? Generalmente, uno lo ve muy afín sectores de derecha.

Hay tres poderes en Colombia: el Ejecutivo (Presidencia con sus ministerios), el Legislativo (el Congreso) y el judicial (la Fiscalía o las cortes). El Legislativo tiene un papel importante y es ser ese contrapeso del Ejecutivo. El Congreso no solamente está para hacer leyes, sino para hacer control político.

Yo tengo una visión y es que todos los congresistas deberíamos ser independientes. Aquí ningún congresista debería ser de Gobierno, porque entonces empieza a convertirse en un notario: el presidente le trae una ley, él le cobra algo a cambio (un puestico) y le autentica la ley. Eso no debería funcionar así.

La gente me dice 'no es que usted es su oposición, uribista y derecha'. No, es que mi papel hoy no solamente ser ponente de diferentes proyectos de ley o radicar proyectos, sino hacer control político al Gobierno. Me considero una persona independiente. El uribismo no me ha dado nada, el petrismo no me ha dado nada. Sencillamente le estoy haciendo control político al Gobierno que hoy transita.

Si estuviese Rodolfo Hernández o cualquier otro candidato yo tendría que estar haciéndole control político a ese gobierno. Entonces no me considero ni derecha ni de izquierda, porque creo que aquí los problemas del país no son de derecha, ni de izquierda, sino son problemas que tienen que solucionarse.

¿O acaso un ladrón en estos momentos de inseguridad tan tremendos le pregunta a su víctima que si es de izquierda o derecha para robarla? Me mantengo independiente y en una posición completamente desmarcada del uribismo y del petrismo.

A propósito, hoy la Alianza Verde discute si deja ser partido de Gobierno y se declaran independientes. Incluso, se habla de una escisión. ¿Cómo ve la situación interna?

El tema ya avanzó a más de una posición política frente al Gobierno. Ya se habla de una incisión. He sido muy respetuoso en el partido, lo reconocen los congresistas y los directivos. He tratado de no meterme mucho en el tema ejecutivo.

Siempre les he pedido que se declaren en independencia. Fui el primer congresista del Partido Verde que lo pidió. Me dicen que es fijo que el partido va a una incisión, entonces se parte en dos: los que se quedan de Gobierno y los independientes, que serán nuevo partido.

Ese bando independiente sería de Katherine Miranda, Claudia López o Angélica Lozano. ¿Se iría con ellas?

Estoy en un dilema. No voy a quedar en esa izquierda radical, que es donde están los petristas y los que tiene participación burocrática. Pero quedaría en la otra parte del partido esperando a ver que qué sucede más adelante, pero solo puedo quedar en un bando y sería el que se declararía en independencia.

¿En ese eventual partido aspiraría en 2026?, ¿o ha contemplado irse a otra colectividad?

Si soy expulsado... Tengo en este momento una investigación disciplinaria que me puso una contratista del Gobierno, una señora que a la que le están pagando $166 millones. El proceso está en manos de personas cercanas al petrismo. Entonces, si soy expulsado, claramente me toca renunciar un año antes y pertenecería entonces a otra colectividad.

Ocho partidos me han ofrecido en estos momentos que vaya a sus casas políticas. A ninguno le he dicho todavía que sí, pero ya me están ofreciendo participar con ellos.

Si no soy expulsado y prospera el proyecto de ley de transfuguismo, haría uso de eso para pasar a otro partido y no tendría que renunciar. Ese proyecto dice que también se puede recoger firmas y en este momento tenemos una fuerza política bastante grande que hemos medido en las calles y creemos que podríamos llegar así.

¿Entre esos partidos está el Centro Democrático?

No. Hay varios partidos tradicionales como también otros minoritarios. Pero dejémoslo ahí. En todo caso, no me iría para el Centro Democrático. Debo ser coherente con mi discurso, ni uribista ni petrista. Ni de izquierda ni de derecha. Buscaría un partido más de centro y que demuestre más independencia en temas ideológicos.