Colombia

¿Qué busca el Gobierno Petro con los 47 días de gabela para Benedetti?

Tras renunciar a la Embajada en Venezuela, la Cancillería le extendió dos veces el periodo. Pero no volvió a Caracas. Algunos hablan de un intento de callarlo y otros de un posible chantaje.

Periodista, apasionado por la historia, la geopolítica y los documentales. Hago preguntas desde que tengo uso de razón. Egresado de la Universidad Eafit.

30 de junio de 2023

El Gobierno de Gustavo Petro ha alargado en dos ocasiones la permanencia de Armando Benedetti como embajador de Colombia en Venezuela para que adelante un supuesto “proceso de empalme”, pero desde que estalló el escándalo de los audios que lo salpican, él ni siquiera volvió a ir a la embajada en Caracas.

Así quedó claro este jueves después de que se reveló la resolución 4570 del 22 de junio, con la que la Dirección de Talento Humano de la Cancillería informó que Benedetti se ausentó de sus funciones sin justificación alguna del 22 de mayo al 1 de junio y del 7 al 22 de junio, y él argumentó que lo hizo atendiendo órdenes directas del presidente Petro.

Este llamado de atención de la entidad diplomática no solo dejó en evidencia que Benedetti se sigue saltando la autoridad del canciller Álvaro Leyva –con quien choca frecuentemente–, sino que, además, el Gobierno lo ha sostenido injustificadamente en el cargo, ya que no ha estado cumpliendo con las labores por las que el Estado le paga.

Y es que a Benedetti el Gobierno le ha dado una gabela de 47 días en el cargo, lo que se traduce en la garantización del fuero que impide que la Corte Suprema asuma los expedientes en su contra. Este respaldó se dio después de que él se negó a testificar ante Fiscalía sobre el supuesto ingreso de ‘dineros fantasma’ a la campaña presidencial de Petro.

Benedetti, el embajador ausente

De acuerdo con los registros de la Cancillería, Benedetti no va a la embajada en Caracas desde el 22 de mayo, justo cuando se destapó el escándalo de la exjefa de Gabinete del Gobierno, Laura Sarabia, sobre las interceptaciones ilegales a sus exempleadas domésticas, que lo terminó salpicando.

Frente a este ausentismo, el diplomático le respondió a la Cancillería que desde el 23 de mayo estuvo en Colombia por petición de Petro, con quien –según él– se reunió en dos ocasiones en Bogotá. Lo cierto es que tras esos encuentros, Sarabia salió de Palacio el 2 de junio, mientras que Benedetti siguió en su cargo.

Además, el 14 de junio el diplomático dijo que pidió una licencia no remunerada, pero la Cancillería informó que no recibió ninguna solicitud. Además, el 10 de junio se fue a Estambul, Turquía, a ver la final de la Champions League sin autorización de Leyva y, luego, el 23 del mismo mes se reunió con un fiscal delegado ante la Corte Suprema y se negó a declarar argumentando que lo habían amenazado.

Lo particular del caso es que tras esa negativa por hablar con la Fiscalía, la Cancillería le amplió su tiempo en el cargo hasta el 19 de julio y le mantuvo el fuero. Esta situación ha sido contradictoria porque Leyva dijo que Benedetti dejaría el cargo el 5 de junio y lo tildó de “drogadicto”, pero luego se echó para atrás y dio la orden de dejarlo seguir.

EL COLOMBIANO consultó a Leyva sobre esa decisión de dejar a Benedetti en el cargo en dos ocasiones aunque había dicho lo contrario y, pese a los decretos que lo confirman, él lo negó. “No se mantiene”, respondió el Canciller.

Por su parte, el Embajador se pronunció en Twitter para asegurar que no sigue en su cargo por el fuero, pero dejó claro que desconfía de la magistrada Cristina Lombana, quien el 7 de junio pasado pidió que sus expedientes regresen a la Corte. “Nunca he dudado de la imparcialidad de la Corte, excepto de la magistrada Lombana quien ha demostrado su interés personal en mis procesos”, dijo Benedetti.

Además, desde el entorno de Benedetti le aseguraron a este diario que él no dará el brazo a torcer y se mantendrá firme en su postura de negarse a testificar ante la Fiscalía por los 15.000 millones que habrían entrado irregularmente a la campaña de Petro.

Esta serie de hechos dejan claro que pese a su conflictiva relación con Leyva, a quien señaló de querer “joderlo”, Benedetti seguirá atornillado en el cargo gracias a su comunicación directa con Petro y bajo la amenaza que hizo en los audios que le filtraron de que “con tanta mierda que yo sé, nos jodemos todos”, en caso de testificar ante la Fiscalía.

No le pagarán parte de su salario

La Cancillería informó que Silvia Margarita Carrizosa, la directora de Talento Humano, ordenó que se le descuente a Benedetti parte de su salario diplomático por cuenta de las ausencias injustificadas a su cargo en la embajada de Colombia en Venezuela. Además, le envió una copia del acto administrativo con el que le llamó la atención por ese ausentismo a la Oficina de Control Interno Disciplinario de la Cancillería para que esa dependencia adelante la investigación respectiva. El Embajador respondió que renunció “al pago de cualquier concepto por viáticos” y que sigue en el cargo por salario.