Colombia

Lupa a centros de diagnóstico por revisión técnico-mecánica

La Supertransporte les abrió 49 investigaciones en 2020. Pide más denuncia ciudadana

18 de enero de 2021

Los Centros de Diagnóstico Automotor (CDA) deben lidiar con una mala reputación debido a los casos que les involucran con revisiones amañadas en el área técnico-mecánica y emisión de gases a cambio de sobornos.

En Colombia, por ejemplo, se recuerda el caso de un accidente ocurrido en Pácora, Caldas, cuando un vehículo tipo campero, modelo 1969, protagonizó un accidente el 19 de abril de 2016, en el que perdió la vida un menor de 10 años. A pesar de que rodaba por vías caldenses, y estaba matriculado allí, su certificación técnico-mecánica había sido entregada en Barranquilla.

Por ese motivo, el establecimiento que acreditó a ese automotor fue suspendido preventivamente por la Superintendencia de Transporte.

Aunque en ese momento se corroboró con un hecho real el peligro de alterar los chequeos, lo cierto es que aún se presentan irregularidades. La pregunta es ¿por qué?

Génesis de la transa

Un usuario de los CDA que accedió a dialogar con EL COLOMBIANO, y a quien llamaremos Andrés Martínez, sostuvo que las malas prácticas de algunos inspectores obligan a los usuarios a caer en la ola de corrupción.

“Yo compré una moto con cilindraje de 125 centímetros cúbicos, pero había estado parada un año completo. Cuando le hicieron la revisión técnico-mecánica, la batería, las luces y el stop estaban malos”, relató el conductor.

Él argumentó que llevó la motocicleta con su mecánico de confianza para “ponerla a punto” y presentarla de nuevo al chequeo. Sin embargo, había escuchado que sin una propina adicional podrían devolverlo nuevamente, y así pasó. Entonces alguien le recomendó que, al entregar los documentos, colocara 20.000 pesos entre ellos. Así -según narró- le entenderían el mensaje en el CDA.

“Resulta más barato pagar la coima cuando buscan cualquier detalle para invalidar la moto o el carro. Los conductores pagan ajustes en los talleres antes de la revisión y, si en los CDA están mal acostumbrados a recibir sobornos, no te aprueban y se pierde tiempo y plata llevando los vehículos otra vez al mecánico y luego al CDA”, afirmó el motociclista.

Se pierde la confianza

De acuerdo con Fernando Rojas, experto en movilidad, esta “es una situación muy grave porque los CDA tienen la función casi notarial de validar que los vehículos que están rodando tienen las garantías mínimas para no poner en riesgo la vida de quienes se desplazan en ellos ni la de los que están alrededor”.

Desde la óptica del especialista, “si los notarios no cumplen con esa función, podemos tener un montón de automotores que son casi unas trampas mortales rodantes, con lo cual se puede disparar el índice de accidentalidad”.

Además, a su juicio, con este tipo de conductas se pierde la confianza en las entidades creadas con miras a certificar las condiciones óptimas de los vehículos y las motocicletas.

“Yo puedo no estar a favor de los CDA -enfatizó Rojas-, pero cumplen una función y uno confía en que la hagan bien”.

“Aquí hay una responsabilidad también por parte de las autoridades, incluido el Ministerio de Transporte y la Superintendencia de Trasporte, que no logran poner en cintura a los CDA y permiten que sean una fuente más de corrupción y de trampa”, complementó.

Sí hay vigilancia

Camilo Pabón, superintendente de Transporte, reveló que “el año pasado se abrieron 49 averiguaciones preliminares a raíz de los informes que nos entrega el Sistema de Vigilancia en Línea (Sicov)”. Cinco de ellas, según el funcionario, ya derivaron en investigaciones administrativas entre los 636 establecimientos habilitados por el Ministerio de Transporte para realizar las revisiones. No obstante, ya han resultado exonerados dos de los CDA investigados.

En relación con las irregularidades que más se detectaron en 2020, precisó el funcionario, tienen que ver con el posible incumplimiento de los protocolos de bioseguridad. “Pero ya hay imputaciones en curso por esa conducta”, aseguró.

Las otras anomalías más recurrentes -conforme a lo detallado por Pabón- son los incumplimientos en las tarifas reguladas por Mintransporte, teniendo en cuenta que “hay unos precios techo y unos precios piso que deben cobrar los organismos de apoyo al tránsito y, a quienes se les formularon estos casos, estarían presuntamente incumpliendo con esos valores”.

De otro lado, el titular del ente supervisor reconoció que “en algunos casos han certificado que algunos automotores han cumplido con las pruebas sin que efectivamente lo hayan hecho”.

Pabón defendió que se ha fortalecido la comunicación con la Policía Nacional y la Fiscalía en busca de frenar las conductas inapropiadas en los CDA. Pero, desde su punto de vista, “la mejor forma de combatir la corrupción es a través de los mismos ciudadanos”.

“Recuerden que la Superintendencia de Transporte, actualmente, tiene una delegatura de protección de usuarios, en donde se reciben las personas que hacen uso de estos CDA y hayan detectado faltas”.

Descubrir a los malos

Cristina Vélez, coordinadora de calidad del CDA Prado, con domicilio en Medellín, explicó que un establecimiento confiable “es aquel que, de entrada, no te está solicitando ningún recurso para que el vehículo pase la revisión”.

En línea con ello, remarcó que, al aceptar pagos por certificaciones “pueden pasar por alto algo insignificante, así como pueden omitir algo grave y poner en riesgo las vidas de los demás”.

Vélez explicó que los controles han evolucionado en el tiempo y, en lo que respecta al CDA Prado, cuentan con auditorías externas e internas, cuya realización ayuda a optimizar el servicio y dar más garantías a los usuarios.

Frente a la formación de los inspectores encargados de las revisiones, dijo que deben ser formados por instituciones que tengan acreditación del Ministerio de Transporte. Además, aquí “constantemente se les recalcan las políticas, se les hace comprender por qué deben inspeccionar adecuadamente un vehículo y dar un resultado confiable”.

Por otra parte, “la norma es clara: los inspectores no pueden tener contacto con los clientes, por ello existen recepcionistas encargadas de recibir a los usuarios para evitar anomalías”, puntualizó

Rigurosidad en el proceso

Pese a los inconvenientes con algunos de estos establecimientos, el CDA Prado, por ejemplo, ha logrado consolidar un historial positivo entre los usuarios y alcanza una calificación casi de cinco estrellas en los motores de búsqueda online. Sus administrativos resaltan que los comentarios en el área dispuesta para las sugerencias siempre han sido favorables.

Cristina Vélez subrayó que, internamente, este CDA también tiene unos protocolos que ayudan a garantizar que el proceso sea totalmente transparente. “Uno de ellos es la supervisión continua por parte de los ingenieros y la gerencia”. Además -añadió- “contamos con una ventaja, y es que tenemos una gerencia que hace presencia permanente”.

Yeny Escobar, administradora del CDA Prado, remarcó que “hoy las empresas deben pensar en la expreiencia del usuario”. Por este motivo, ella destaca las inversiones realizadas en la infraestructura con miras a ofrecer más confianza a los propietarios de los vehículos mientras se realizan las inspecciones.

Así mismo, recalca que la empresa apuesta por sensibilizar a los usuarios, “para que comprendan que al manejar un vehículo uno es responsable de la vida de uno y de las demás personas. No es un simple proceso que toca hacer”.