Erradicación manual de cultivos de coca bajó 28.943 hectáreas en el último año
Estas cifras se dieron a conocer en el informe “Seguimiento a indicadores de seguridad y resultados operacionales” del Ministerio de Defensa.
Los resultados de las operaciones contra las drogas ilícitas en Colombia está en descenso. Así lo evidenciaron los datos del Ministerio de Defensa Nacional que se registraron en el informe “Seguimiento a indicadores de seguridad y resultados operacionales” presentado en mayo pasado.
El documento firmado por el eslogan “Colombia, potencia mundial de la vida” –dado a conocer por la W Radio– mostró las cifras sobre los operativos adelantados por las autoridades para enfrentar delitos contra la vida, la integridad personal, la libertad individual, el patrimonio económico y la familia.
La página 41 del informe muestra el noveno capítulo llamado “Avances en la lucha contra el problema mundial de las drogas”, en donde se evidenciaron los resultados sobre el número de hectáreas de cultivos de coca erradicadas manualmente, así como incautaciones de otras sustancias psicoactivas como cocaína, heroína y marihuana.
Las gráficas que se consignaron aborda las cifras de erradicación manual de cultivos de coca y cocaína incautada en histórico nacional y corrido del año.
En ese sentido, se evidencia que de enero a mayo de 2022 la erradicación manual de cultivos de coca alcanzó 33.454 hectáreas, pero la cifra entre enero y mayo de este año la cifra que se registró fue de 4.511; es decir, 28.943 hectáreas menos.
Así mismo, las toneladas de cocaína incautada pasó de 311,7 entre enero y mayo de 2022 a 256,9 en el mismo periodo de este 2023.
De acuerdo con el informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de octubre de 2022, Colombia es el mayor productor de coca del mundo, con un aumento de 43 % frente al año inmediatamente anterior, que significa cerca de un área de 204.000 hectáreas sembradas.
Esta realidad representa para el zar antidrogas en Estados Unidos, Rahul Gupta, una preocupación para la región, pues advirtió que “los niveles récord de cultivos siguen siendo una amenaza, pero no solamente para Estados Unidos, sino también para otros países”.