Emilio Tapia está en libertad y en su casa a pesar de ser dos veces condenado por corrupción
El cordobés dos veces condenado por corrupción está en su casa tras lograr la detención domiciliaria. Esta es la primera foto que se conoce revelada por EL COLOMBIANO.
Emilio Tapia salió de prisión. A pesar de ser uno de los cerebros de los escándalos históricos de corrupción, Tapia recuperó su libertad domiciliaria que fue aceptada por un juez. En diciembre de 2024 el delincuente había pagado poco más de 2.500 millones de pesos de los más de 20.000 que se reconoció se perdieron en el escándalo de Centros Poblados. EL COLOMBIANO reveló que su pareja actual es la congresista de Córdoba y del Partido de La U, Saray Robayo, con quien se encuentra actualmente.
Un juzgado de Barranquilla concedió la libertad condicional al contratista tras haber cumplido 48 meses y 10 días de prisión.
“La evaluación de arraigo familiar y social del señor Emilio Tapia Aldana demuestra que cuenta con una estructura de apoyo robusta que favorecer su reintegración a la sociedad”, indica el fallo.
Tapia, protagonista de múltiples escándalos de corrupción, permanecía recluido en la cárcel El Bosque de Barranquilla, donde cumple una condena de seis años y ocho meses por su participación en el escándalo de Centros Poblados.
El beneficio fue otorgado por un periodo de prueba de 27 meses y 20 días, equivalente al tiempo restante para cumplir la totalidad de la pena impuesta. Sin embargo, la Procuraduría considera que Tapia debe permanecer en prisión, por lo que decidió apelar la decisión judicial.
Para la Procuraduría primer debe probarse que “el adecuado desempeño y comportamiento durante el tratamiento penitenciario en el centro de reclusión permite suponer fundadamente que no existe necesidad de continuar con la ejecución de la pena”, se lee en el documento del órgano de control.
Sin embargo, en el caso hay una gran pregunta y es de dónde ha sacado el contratista los recursos para reparar a la nación por los desfalcos de corrupción. Su fortuna se edificó sobre los casos en los que se probó que tuvo una participación ilegal y en donde recursos públicos terminaron en bolsillos de privados sin que las obras se realizaran. Eso ocurrió en el caso del carrusel de la contratación, en el que junto al grupo de los hermanos y primos Nule y funcionarios de la Alcaldía de Bogotá, incluyendo al propio exalcalde Samuel Moreno, desaparecieron los recursos para las obras de TransMilenio por la calle 26.
También sucedió en Centros Poblados, en donde se logró probar que el contratista era el verdadero cerebro detrás del contrato que se ganó con una Unión Temporal en una licitación ante el Ministerio de las TIC. En ese caso Tapia estuvo al frente de una póliza bancaria falsa a nombre del Banco Itaú con la que se ganaron la adjudicación de un contrato por un billón de pesos y un anticipo de 70.000 millones de pesos.
La representante por el Partido de La U, Saray Robayo, confirmó a EL COLOMBIANO que Tapia es su pareja. “Sí claro. Hace varios meses estamos juntos”, confirmó a este periódico.
Aunque se trata de la vida privada de Robayo, es relevante que una representante del pueblo, tal y como se entiende el papel de los congresistas, haya elegido como pareja a una persona que está en prisión y sea uno de los hombres reconocidos públicamente por haber desfalcado el erario en licitaciones con el uso de recursos públicos. Tapia es originario de Sahagún, Córdoba, región que ella representa ante el Congreso.
El contratista corrupto demostró con el segundo caso que su primera condena no fue un impedimento para falsificar una póliza y continuar estafando al sector público. La segunda condena, en el caso de Centros Poblados, fue solo por seis años y cuatro meses de prisión pero es sabido que el contratista tenía poder desde la cárcel en la que se encontraba en Barranquilla. Ahora, en libertad, es predecible que incremente su poder y su influencia en asuntos políticos.