El giro de la agenda en Naciones Unidas
Venezuela, narcotráfico y Acuerdo fueron los ejes del discurso. Diálogo con el Eln no fue mencionado.
Politólogo de la Universidad Nacional, Periodista de la Universidad de Antioquia y maestrando en Gobierno de la Universidad de Medellín. Tratar de entender e interpretar el poder, un reto.
La comunidad internacional conoció ayer otra visión del Acuerdo con las Farc que ha sido apoyado en el mundo sin condiciones. Sin aludir a su antecesor, el presidente Iván Duque le contó a los jefes de estado, en su primer discurso ante Naciones Unidas, que hay dificultades en su implementación y pidió respaldo para cumplir.
Si bien dejó claro que está jugado para que el proceso de desmovilización, desarme y reinserción salga adelante con éxito; allanó el camino para justificar los ajustes que vendrán y que se realizarán, según el canciller Carlos Holmes Trujillo, por las vías institucionales.
El mandatario señaló que a las personas que han apostado por una reincorporación real les brindará las debidas oportunidades de progreso y de protección, pero que se aplicará la ley “de manera ejemplarizante”, a quienes persistan en la criminalidad.
“No vamos a aceptar que exista repetición y más violencia. Quienes sigan en el mundo del delito y pretendan burlarse de las víctimas y la generosidad del pueblo colombiano recibirán todo el peso de la justicia”.
De esa manera se adelantó a los comentarios que podrían hacer desde afuera los gobiernos ante una posible extradición de “Santrich” u otros exjefes de la Farc. Y como lo anticipó EL COLOMBIANO, pidió apoyo económico para darle la solidez al proceso.
“Nuestro gobierno recibió un proceso frágil en varios frentes. Primero está la fragilidad presupuestal: se realizaron muchos compromisos sin destinar suficientes recursos. Y segundo está la fragilidad institucional: se creó una dispersa y compleja arquitectura que ha sido hasta ahora incapaz de avanzar eficientemente hacia los objetivos”.
¿Y cuál fue el tono?
Muchos presidentes que durante los últimos años conocieron de voz del expresidente Juan Manuel Santos las bondades de la paz, conocieronque pese a los avances, la implementación no ha sido fácil, pero que hay voluntad.
Para Miguel Silva, magíster en Seguridad y docente de la U. Nacional, la posición fue realista en la medida en que reconoce el alto grado de legitimidad a nivel internacional. “Fue inteligente mostrar compromiso y comprometer a la comunidad internacional”.
Al respecto Luis Fernando Vargas, coordinador del área de Relaciones Internacionales de la U. Eafit, precisó que fue un discurso sensato, sobrio, bien estructurado y con la idea central de retratar las dificultades que está viviendo el país en diferentes áreas, pero sobre todo los problemas relacionados con el posconflicto. Además de lo que se ha generado con la implementación del Acuerdo. “Su intención de replantearlo fue notoria, pero más la de honrar la palabra”.
Venezuela, a la carta
Así como en el resto de reuniones en las que participó el presidente Duque durante su estadía en Nueva York, como el Concordia Annual Summit y el Foro de Negocios Bloomberg, la crisis de Venezuela ocupó parte de su agenda.
Hizo un llamado al mundo para que actúe y se una para que este éxodo llegue a su fin y un pueblo pueda ver florecer la esperanza. “Ese desafío que nuestro país vive en la actualidad se refleja en miles de rostros temerosos, con frío en los huesos, hambre en el estómago y dolor de Patria”.
También celebró que las Naciones Unidas escucharan la solicitud de Colombia y que el Secretario General haya designado a Eduardo Stein como Representante Especial Conjunto para los Refugiados y Migrantes de Venezuela.
“La libre determinación de los pueblos no puede ser manipulada para convertirse en la libre determinación de los opresores”, enfatizó.
De esta manera, a juicio de Alfonso Hernández Ortiz, profesor de la Escuela de Ciencia Política de la U. del Zulia, quedó claro que el mandatario colombiano está alineado con la posición de Trump, al declarar que en Venezuela se vive una dictadura, la cual soporta a los grupos terroristas.
“Trump pide un cerco económico para Venezuela, pero a la vez hay contradicción al seguir consumiendo petróleo de ese país. De igual forma Colombia mantiene las relaciones comerciales, mientras pide cambio de gobierno”.
Agregó que es la misma retórica, pero mientras no se tomen medidas concretas ante el gobierno “oprobioso” de Maduro, ninguna consecuencia se podrá evidenciar.
¿Que quedó “en visto”?
Del proceso con el Eln no hubo una sola palabra, pero sí sobre las acciones para reactivar la economía. “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible validan nuestra agenda por un país donde la ciencia y la tecnología sean impulsadas por la conectividad, el acceso a capital, el avance de la economía naranja y la investigación”.
Añadió que busca un pacto por la protección de la biodiversidad, el impulso a las energías renovables, la reducción de la huella individual de carbono y la formación de una ciudadanía fortalecida.
No obstante, Angélica Bernal, directora de Ciencia Política de la U. Tadeo Lozano, dijo que varios temas importantes no fueron abordados, o se hicieron de manera superficial, como el cambio climático, la desigualdad o la necesidad de educación como instrumento de lucha contra la pobreza.
Según Rafael Piñeros, coordinador de Relaciones Internacionales de la U. Externado, fue “triste” ver reducida la agenda al problema del narcotráfico y a Venezuela, y dejar de lado asuntos como el turismo sostenible y la integración comercial.