Más de la mitad de jóvenes en el país no entra a la universidad por falta de plata
Según cifras del Ministerio de Educación, en los últimos 24 meses cerca de 350.000 estudiantes interrumpieron sus estudios.
Periodista con cinco años de experiencia en medios de comunicación.
Con el inicio del nuevo periodo legislativo y con la posesión del nuevo ministro de Educación, Daniel Rojas, se avecina un nuevo intento del Gobierno Nacional por reformar el sistema educativo en el país.
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Una meta que se trazó desde septiembre de 2023, cuando la exministra Aurora Vergara presentó la ley estatutaria de educación, que finalmente se cayó en el último debate en el Senado tras una polémica con Fecode, sindicato de profesores que, aunque respalda al Gobierno, se opuso a la aprobación de esa reforma después de que llegaran a unos acuerdos con los partidos de oposición.
No obstante, expertos en educación desde ya plantean que para abordar una reforma a la educación, se deben abordar otros aspectos. Uno de ellos es Matias Cohen, CEO de la fintech educativa Flevo, quien plantea que “el primer paso” debe ser “ampliar el acceso a la mayor cantidad de personas. No solo para que logren ingresar a la universidad, sino para que puedan mantenerse estudiando y no deserten”.
Muestra de eso son las cifras del propio Ministerio de Educación, de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE y Sistema para la Prevención de la Deserción de la Educación Superior (SPADIES).
Datos del ministerio revelaron que aproximadamente 350.000 estudiantes interrumpieron su educación en los últimos 24 meses por factores como la falta de recursos, que es el principal motivo.
Así mismo, en ese mismo periodo de tiempo unos 223.000 estudiantes eligieron no matricularse, a pesar de haber sido admitidos por las universidades para comenzar sus carreras.
En el mismo sentido, los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) señalan que el 52,1 % de los colombianos no empezaron a estudiar una carrera profesional en la universidad por razones económicas.
Este porcentaje se discrimina en que el 24,9 % aseguró que no lo hizo por falta de dinero o costos educativos elevados; el 8,3 % expresó que debía encargarse de los oficios del hogar; mientas que el 18,9 % indicó que necesitaba trabajar.
Finalmente, de las personas que sí pueden optar por una educación universitaria, entre el 25 y 35 % de ellos, acaban abandonando sus estudios por razones económicas o falta de motivación, según datos de SPADIES.
Ante esto, Cohen expresa que “la libertad de elección para la juventud va más allá de la variedad de carreras disponibles; está ligada a la economía, oportunidades y necesidades actuales, por eso la importancia de que los jóvenes puedan elegir carreras que ofrezcan más opciones laborales y proyectos a largo plazo”.
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