Educación

¿A qué edad debo mandar a mi hijo al colegio?

La etapa preescolar es una oportunidad valiosa para que los niños puedan desarrollar habilidades sociales, comunicativas y de adaptación.

02 de marzo de 2017

Parece que ha llegado el tiempo de pensar si matricular o no al consentido de la casa en un centro educativo, pero ¿mi hijo estará listo para entrar a un jardín o a un colegio? Hay que tener claros algunos aspectos para tomar la mejor decisión.

Los primero es considerar que la edad de ingreso a los centros infantiles, al igual que a los colegios, no es una camisa de fuerza y varía según las circunstancias de cada familia y de las posibilidades de acompañamiento efectivo y afectivo.

De ahí que la edad adecuada estará definida principalmente por el respeto del ritmo de desarrollo. Puede que para unos el proceso sea tranquilo y con buena adaptabilidad y para otros no tanto, pero en todos los casos se debe tener la tranquilidad de la preparación profesional de las profesoras y tutoras del centro educativo elegido.

“Los padres envían a sus hijos desde tempranas edades a estos lugares donde se les da acogida, cariño y se les proporcionan experiencias enriquecedoras y lúdicas, que favorecen buenos aprestamientos, además del encuentro con otros niños; es decir, todo un mundo de experiencias que los preparan para los retos formativos futuros”, explica Juan Andrés Escobar Vélez, rector del Colegio Campestre La Colina.

Sin embargo, cada niño y cada familia son especiales y particulares, por lo que el diálogo de los padres con los centros educativos podrá dar un adecuado direccionamiento al proceso que están por iniciar, o de lo contrario, si es mejor, esperar.

“Es claro que los niños y niñas deberán ingresar cuando las condiciones de acompañamiento integral estén garantizadas. En todos los casos se deberá revisar con especial cuidado el momento de ingreso del niño o la niña a la institución educativa; no todos los niños, ni a cualquier edad, podrán afrontar los retos y desafíos de ingresar a un entorno comunitario, diferente al que les brinda la seguridad de sus propios hogares”, agrega el también sicólogo Juan Andrés Escobar Vélez.

Y ¿para el colegio?

En algún punto los niños deberán ingresar al colegio, para lo cual los padres deben estar preparados y dispuestos a ayudarlos para que sea un proceso natural y tranquilo.

“El ingreso al colegio pondrá a prueba sus capacidades de adaptación y su autonomía, los espacios posiblemente más grandes, más niños de diversas edades y más opciones y alternativas para ocupar su tiempo, serán algunos de los nuevos elementos que se convertirán en los desafíos de su nueva etapa escolar”, explica el rector de La Colina.

Un punto clave que expresa este sicólogo es que una institución también ofrece espacios formativos y educativos, con experiencias diversas y múltiples aprendizajes, que les permiten desplegar sus potencialidades y capacidades.

Así que es importante que la filosofía y método de enseñanza estén alineados con la personalidad del estudiante y los ideales familiares; por ejemplo qué enfoque educativo se quiere, el que sea religioso o laico o, las diferentes opciones extracurriculares, entre otros.

“Cada familia, debe elegir para sus hijos una institución que se acerque a sus preferencias y expectativas, a su realidad socio-cultural y, a las necesidades y particularidades de cada uno de sus hijos”, concluye Escobar Vélez.