Disidencias de las Farc desmontan y queman banderas del ELN en Tibú, desatando temor a una nueva escalada violenta
La comunidad del corregimiento de Versalles, en Tibú, Norte de Santander, reporta que las disidencias intentan retomar el control del territorio en disputa con el ELN.
En redes sociales circulan videos que muestran a varios hombres con prendas camufladas, presuntamente miembros de las disidencias, destruyendo una estructura instalada por el ELN para conmemorar su 60 aniversario en el corregimiento de Versalles, municipio de Tibú, Norte de Santander.
Además de derribar la estructura, los armados quemaron varias banderas del ELN y celebraron la acción como un acto simbólico de desafío. Este incidente es percibido como el inicio de una retaliación por parte de las disidencias, luego de que en enero pasado el ELN lanzara una operación destinada a erradicar y exterminar a las disidencias del territorio.
En la región también se reportan intensos enfrentamientos entre ambos grupos armados ilegales, mientras la comunidad vive con el temor constante de que esta escalada de violencia desemboque en una nueva oleada de ataques y represalias.
“Las disidencias de las #FARC, bajan banderas del #ELN en el corregimiento de #Versalles, municipio de #Tibú, de igual forma anuncian que han retomado el control de #Tibú”, se lee en los comentarios que ya circulan por las redes.
De acuerdo con información preliminar, las disidencias se desplazan hacia el municipio de El Tarra y otras zonas de las cuales habían sido sacadas por el ELN. “Sigue la preocupación de la población civil”, dicen los mensajes.
Esta acción violenta ocurre pese a los esfuerzos del Gobierno Nacional y las Fuerzas Militares por retomar el control en toda la región del Catatumbo. La semana pasada, se reportó una nueva confrontación armada entre ambos grupos criminales en el mismo sector de Versalles, sobre la vía a El Tarra, provocando el desplazamiento de varias familias.
A propósito, la violencia ejercida por grupos armados en la región del Catatumbo, ha dejado a más de 91.000 personas afectadas, según el último informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que ha denunciado que estos enfrentamientos generan “desplazamientos masivos”.