Autoridades aclararon que empalamiento de indígena en Riosucio, Caldas, no tuvo que ver con reclutamiento forzado, ¿qué pasó?
El atroz ataque se habría presentado en el resguardo indígena San Lorenzo de Riosucio, habitado por cerca de 13.000 personas. Aunque en principio se dijo que el hecho estaba relacionado con grupos armados, las autoridades confirmaron que se trató de un caso aislado.
Un aberrante hecho de violencia se habría presentado en el resguardo indígena San Lorenzo, en el municipio de Riosucio, en Caldas, donde un miembro de la comunidad fue empalado, de acuerdo con la denuncia de Andrés Felipe Lasso Ledesma, abogado y coordinador nacional de la ONG Colombia Visible.
Este ataque registrado el pasado sábado 11 de enero también fue confirmado por el personero de Riosucio, Daimer Manuel Moreno Rengifo, según resumió el medio regional La Patria.
La versión inicial del coordinador de Colombia Visible era que la víctima fue sometida, amordazada y brutalmente agredida por siete sujetos armados tras negarse a revelar información sobre sus hijos, presuntamente por temor a que fueran víctimas de reclutamiento forzado.
Sin embargo, este miércoles tras un consejo de seguridad ordinario, el alcalde Abel David Jaramillo y la gobernadora del resguardo San Lorenzo, Sori Mildonia Morales, descartaron que este hecho tuviera que ver con intimidaciones por parte de grupos armados.
“Se hicieron las verificaciones correspondientes en terreno y podemos dar un parte de tranquilidad a toda la comunidad de que la situación que ha sucedido en nuestro territorio es un acto aislado, de manera personal, que no involucra a grupos armados al margen de la ley”, manifestó la gobernadora indígena.
La líder aseguró que aunque el hecho genera preocupación por su sevicia, “en parte da tranquilidad a nuestra comunidad porque no hay situaciones de reclutamiento forzoso y tampoco hay situaciones que generen vulneraciones de derechos”.
Pese a que la situación finalmente fue aclarada y las autoridades hicieron un llamado a la verificación para no generar un pánico colectivo y revictimizar a la comunidad que en el pasado sí fue víctima del conflicto, sí existen denuncias sobre la presencia de desconocidos en los resguardos Escopetera y Pirza, donde se han reportado amenazas contra los habitantes y posibles casos de desplazamiento forzado.
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La comandante de la Policía de Caldas, coronel Liliana Andrea Jiménez Falla, aseguró que se activaron los protocolos correspondientes para atender el hecho violento, pero informó que hasta ahora, las entidades no cuentan con registros oficiales de grupos armados que tengan presencia en la zona.
“No existe ningún grupo armado que tenga injerencia o esté en esa zona. Igual activamos toda nuestra burbuja jurídica y especialmente investigativa para determinar si hay algún tipo de persona sospechosa en la jurisdicción”, afirmó la oficial.
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El resguardo donde ocurrió el empalamiento es habitado por cerca de 13.000 personas, según cifras de la Unidad de Víctimas.