Colombia

Cumbre Iberoamericana renueva apoyo internacional a Colombia

La presencia de 12 jefes de Estado y del rey de España evidencian el fuerte respaldo a la paz.

27 de octubre de 2016

Iberoamérica se encontrará desde mañana en Cartagena. Un grupo de 12 jefes de Estado y de Gobierno, tres vicepresidentes, cinco cancilleres y dos viceministros de los 22 países del bloque comunitario discutirán asuntos de cooperación, teniendo como centro la juventud, la educación y el emprendimiento.

A La Heroica arribarán hoy el Rey Felipe VI de España; la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández Alvarado, y de Guatemala, Jimmy Morales.

Los demás, entre los que están Enrique Peña Nieto, por México; Rafael Correa, por Ecuador, Juan Carlos Varela, por Panamá; Pedro Pablo Kuczynski, de Perú; Danilo Medina, de República Dominicana; Marcelo Rebelo De Sousa, de Portugal; Antoni Martí Petit, de Andorra, y el anfitrión, Juan Manuel Santos, llegarán entre el viernes y el sábado, día en que los líderes sesionarán para adoptar tres documentos: la Declaración de Cartagena (que resultará de las discusiones), el Pacto Iberoamericano por las Juventudes y los Comunicados Especiales que presenten los Estados miembro.

Si bien para Marta Ardila, jefe del Observatorio Latinoamericano y del Caribe de la Universidad Externado, la Cumbre Iberoamericana, por tradición, es más protocolaria que decisoria, tendrá esta vez dos elementos que la hacen particularmente valiosa para Colombia.

El primero es coyuntural, y es que según analiza la experta, la comunidad internacional tiene incertidumbre mientras se renegocia el Acuerdo de Paz del gobierno de Colombia con las Farc, de manera que es probable que este sea el escenario más apropiado para que Santos informe sobre el estado de las negociaciones en La Habana, y que incluso resuelva las dudas de sus pares respecto a la situación en la que quedó el país después de que una mayoría votara el 2 de octubre en contra de la implementación de los puntos acordados.

De acuerdo con Ardila, la visita del electo secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, será igualmente vital para ratificar que el organismo sigue con Colombia en la búsqueda de paz pese a los resultados negativos del plebiscito.

Lo otro, añade ella, será el hecho de que el tema de educación como foco de las discusiones le servirá al presidente colombiano como plataforma para reforzar la idea de que en Colombia hay calidad educativa, uno de los requisitos esenciales para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). De hecho, no en vano, ya se encuentra en la Cumbre el jefe de la unidad de América Latina y el Caribe del organismo, Ángel Melguizo.

A lo anterior se suma lo importante que resulta la presencia del rey de España en el encuentro. Miguel Martínez, coordinador de la línea de investigación Europa de la Universidad Externado, considera que mientras Felipe VI está en Cartagena, el Congreso de su país debate la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. “El intenso momento político de España tendrá que ser abordado por él nada más y nada menos que en Colombia”, agrega el coordinador.

Bloque débil, pero oportuno Además de renovar el respaldo internacional a los diálogos con las Farc y el Eln, para Andrés Molano, internacionalista de la Universidad del Rosario, será inevitable que aparezca la sombra de Venezuela en las discusiones.

Si bien la comunidad iberoamericana es un esquema bastante informal, no es contemplado como un organismo internacional, sino más bien como una plataforma para la cooperación, Molano cree que la presencia de Alexander Gabriel Yánez, viceministro de América Latina y el Caribe de Venezuela, abrirá la posibilidad de discutir la crisis social y política en el país vecino, aunque no de forma protagónica.

Y es que según dice, a ese bloque, en el que América Latina comparte espacio con España, Portugal y Andorra, le falta avanzar en la agenda política.

Pese a eso, la comunidad iberoamericana ha desarrollado iniciativas conjuntas aprovechando el sustrato cultural común, y de esa forma se ha dado la relación trasatlántica entre América Latina y Europa, “relación que ha perdido fuerza por la crisis en el Viejo Continente”, opina Molano, y añade que ese espacio sigue siendo un instrumento subutilizado para el diálogo entre países.

No obstante, el internacionalista advierte que aunque la relación entre ambos lados se ha fortalecido desde otro ámbito diferente al de la cumbre, y son los tratados de libre comercio, todavía hay un escenario favorable para esos vínculos desde
lo cultural.

En eso concuerda Max Trejo, secretario de la Organización Iberoamericana de la Juventud. Para él, que los jefes de Estado y de Gobierno hayan decidido debatir las problemáticas de los jóvenes iberoamericanos en la cumbre es más que simbólico.

En pocas palabras, “vemos un momento único para el inicio de la transformación de la realidad juvenil, que pasemos del discurso político a la acción política, que reconozcamos las desigualdades y las capacidades que ofrecen más de 150 millones de jóvenes en la región”.

Y es que, según cuenta, uno de los principales actos de la cumbre será el Pacto Iberoamericano por las Juventudes, un documento con más de 21 acuerdos que resultó de un proceso participativo, en el que actores políticos, económicos y sociales de la región iberoamericana debatieron mecanismos que permitan superar las barreras que dificultan el acceso a oportunidades educativas y económicas por parte de los jóvenes. Lograr la firma de los presidentes será el gran logro del encuentro (ver gráfico).