Colombia reforzó vigilancia en la frontera contra bandas de Ecuador
Las tropas fueron desplegadas en cuatro puntos de Nariño, por donde sale la cocaína hacia el país vecino.
Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.
Cuatro puntos de la frontera entre el departamento de Nariño y Ecuador han sido reforzados con cerca de 250 militares, en respuesta a la oleada de violencia narcoterrorista que sacude al vecino país.
Las tropas, provenientes de los Comandos Conjuntos N°2 Suroccidente y N°3 Suroriente, fueron desplegadas en el puente internacional de Rumichaca y el río Mataje; en el corregimiento La Victoria, de Ipiales; el municipio de Cuaspud (Carlosama); y el centro poblado de Chiles, en Cumbal.
“Tenemos desplegado un dispositivo en la frontera con el hermano país del Ecuador y se vienen realizando operaciones combinadas con intercambio de información”, señaló el general Helder Giraldo, comandante de las FF.MM.
La intervención es policial, militar, aérea, marítima y fluvial, y no solo pretende detener a los posibles delincuentes en fuga que quieran refugiarse en Colombia, sino golpear las actividades financieras que alimentan a las 22 bandas que el Gobierno de Daniel Noboa declaró objetivo militar.
En esos puntos se mueven cantidades industriales de cocaína de exportación. El último Monitoreo de Cultivos de Coca de la ONU (con datos de 2022), estimó que tan solo en Nariño hay 59.746 hectáreas de coca, de las 230.00 de toda Colombia. De esas, 20.720 hta están en Tumaco, municipio fronterizo con Ecuador.
La producción de cocaína en esa franja es dominada por las dos disidencias de las Farc: el Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia.
Ambas tienen sociedades con narcos ecuatorianos para transportar la mercancía a su territorio, para lo cual usan los pasos informales de la selva, el océano Pacífico y las vertientes fluviales de los ríos Mira y Mataje, que atraviesan las dos naciones.
Del lado ecuatoriano están las provincias de Carchi, Imbabura y Esmeraldas, donde delinquen células de las tres principales bandas terroristas de Ecuador: “los Lobos”, “los Choneros” y “los Tiguerones”.
Estas organizaciones se encargan de custodiar los puntos de acopio, hasta reunir grandes cantidades del estupefaciente, y luego participan en el embarque para surtir a los clientes internacionales en México, Centroamérica, EE.UU., Europa, Asia y África.
Si el incremento de la vigilancia binacional logra afectar esta dinámica transnacional, las bandas ecuatorianas podrían ver reducidos sus ingresos en un momento crítico para ellas, pues en su guerra declarada al Estado requieren dinero para comprar armas, medios de transporte, agentes corruptos y reclutas.
Últimas noticias
Al cierre de esta edición, el orden público seguía alterado en el país vecino. Aunque con menor intensidad que lo sucedido el pasado martes, los ataques terroristas continuaron, con quema de vehículos en varias ciudades, emboscadas a la Fuerza Pública y atentados contra sedes policiales.
Uno de los hechos más graves fue la explosión de una bomba en una discoteca en la ciudad de Francisco de Orellana, que dejó tres muertos y nueve heridos en la noche del miércoles. Además, ayer el número de guardianes y funcionarios secuestrados en cárceles subió de 139 a 178.
Uno de los criminales más buscados, Fabricio Colón Pico (“Capitán Pico”), jefe de “los Lobos”, le mandó un mensaje en video al presidente Noboa.
Le dijo que su fuga de la cárcel, realizada el martes, fue para proteger su vida, porque lo iban a matar. “Yo me quiero entregar, señor Presidente. Usted garantice que no me va a pasar nada, y me entrego”, rogó el prófugo.
Noboa respondió que se entregue si quiere, pero que no exija nada, “porque no negociamos con terroristas”.
Desde que inició la oleada de crímenes, cerca de 350 sospechosos han sido capturados y cinco abatidos en operaciones militares. Noboa anunció que construirá cárceles de máxima seguridad para contenerlos.
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ANEXO: SIGUE LA DISCUSIÓN POR LOS PRESOS
El presidente Daniel Noboa insistió en su plan de expulsar a 1.500 presos colombianos que ya están condenados en su país. “Debemos dejarlos en la frontera y hay acuerdos que lo soportan. Hemos estado en conversaciones por varias semanas, y nos ampara nuestra ley”, declaró. Colombia no vio con buenos ojos esa medida. El ministro de Justicia, Néstor Osuna, recalcó que, en caso de expulsarlos, podrían quedar libres al tocar la frontera, pues la mayoría no tienen expedientes en Colombia. Sin embargo, ayer la Cancillería y Minjusticia expidieron un comunicado anunciado la disposición que aplicar las repatriaciones de forma individual, bajo el Convenio sobre Tránsito de Personas, Vehículos, Embarcaciones Fluviales y Marítimas y Aeronaves, que data de 1990.