“Es imposible continuar los diálogos con el ELN, no hay ambiente para nada”: Lafaurie
José Félix Lafaurie, integrante del equipo negociador del Gobierno con el ELN, reclama que la crisis en el Catatumbo “es una tragedia humanitaria advertida”. No le augura futuro al proceso.
Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia.
Justo cuando se creía que el arranque de este 2025 representaría un envión para el frágil proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla dio un portazo que parece poner punto final a las negociaciones. Lo ocurrido en el Catatumbo, en Norte de Santander –donde combates con las disidencias de las Farc dejan 80 muertos y 11.000 desplazados– obligó al presidente Gustavo Petro a declarar la guerra e incluso, anunciar un estado de conmoción interior y emergencia económica.
En la mesa de diálogo la sensación no solo es de incertidumbre, sino de decepción y desencanto. Así lo evidencia el líder gremial José Félix Lafaurie, quien desde noviembre de 2022 hace parte del equipo negociador del Gobierno con la guerrilla. En diálogo con EL COLOMBIANO, reclama que la crisis en el Catatumbo “es una tragedia humanitaria advertida” y que la verdadera paz se logra con la transformación de los territorios.
Además, es enfático en señalar que, en las condiciones actuales, es “imposible continuar los diálogos”.
El presidente declaró conmoción interior y emergencia económica por lo ocurrido en Catatumbo. ¿Le parece la decisión más viable para atender la crisis?
“Primero se deben esperar los decretos, sobre todo el de emergencia económica, para ver cuáles son los argumentos que eventualmente tendría el Gobierno con ese propósito. Hoy, sin esos decretos, cualquier cosa que uno diga no tendría alguna validez.
Lo segundo es que lo que está ocurriendo en el Catatumbo es una tragedia humanitaria advertida y anunciada. Cuando empezamos los diálogos con el ELN yo fui de los primeros que hablé de las transformaciones en el territorio y, sin embargo, no hemos hecho mayor cosa. Por ello, hay una situación crítica”.
¿Es la conmoción interior la salida para conjurar la crisis?
“El Gobierno lo que tiene que tomar son decisiones a propósito de las dinámicas de todos los violentos que malentendieron el mensaje frente a la construcción de la paz total. No se deben aprovechar de lo que el Gobierno ha pretendido con esta política para mantener activos sus negocios, ni afectar –como lo han hecho de manera grave– a las comunidades.
La primera vez que se suspendieron los diálogos después del acto terrorista en el Arauca la respuesta que dio el ELN ante el comunicado que sacamos nosotros, diciendo que para reanudar el proceso se necesitaban hechos que no admitieran dudas de paz, fue decretar un paro armado en Chocó en medio de una inundación que prácticamente sitió de hambre a esa región.
En el Catatumbo está pasando una tragedia si se quiere peor, porque esto es a punta de bala que están sacando a la gente. Los mismos profesores de Fecode han venido protestando por la indefensión de los niños que están en esa zona. Yo sí creo que ahí hay un tema de calamidad pública que el país tiene que reconocer y mirar que esto se soluciona con transformaciones de fondo en los territorios. Solo así, eventualmente, podríamos salir de esta escalada de violencia en la que está atrapada Colombia”.
Si le entiendo, más allá de una declaratoria, se necesitan otro tipo de medidas mucho más estructurales y de fondo...
“El punto de fondo es que yo creo que este tema va mucho más allá de este Gobierno. La pregunta que me hago es, ¿qué tanta atención el país le ha brindado a esa otra Colombia, a la rural, profunda, donde están las mayores necesidades y vulneraciones? Ahí hay un lío muy complicado para el cual no existe una respuesta de fondo.
Yo llevo más de 20 años diciendo que la verdadera paz se logra con la transformación de los territorios. Mientras que no haya desarrollo rural no hay paz . Pero nadie para bolas, a nadie le importa”.
¿Al interior del equipo negociador del Gobierno cómo recibieron la declaratoria? ¿Qué han hablado frente a semejante arremetida del ELN?
“Fue el mismo presidente Petro el que dijo ‘hasta ahí llegamos. Esto es un crimen de guerra’. Luego lo que se han venido dando son una serie de medidas. Pero para mí hay una cosa que me parece importante de toda esta situación.
Vaya usted al Cauca o vaya a zonas del Putumayo y se encuentra con la ausencia absoluta de bienes públicos de Estado. Esa es la realidad. Ante ello, se debe entender medianamente que si el país no hace un esfuerzo en esa materia estamos fritos”.
Pero, para tener claridad, ¿el proceso de paz con el ELN está suspendido o definitivamente ya los diálogos concluyeron y no se pudo hacer una negociación?
“Creo que el Gobierno las suspende, pero no encuentro que haya ningún hecho de paz, solo una tragedia humanitaria. Sobre esa base es imposible continuar los diálogos”.
¿Ha podido hablar con el presidente Petro sobre la crisis?
“No, no he hablado con él. Estoy en Estados Unidos con María Fernanda (Cabal) en la posesión de Donald Trump. He estado al margen de esto, aunque siguiendo las noticias desde afuera. Pero no veo que haya ningún ambiente absolutamente para nada.
El Gobierno dijo después del atentado terrorista en Arauca que necesitaba hechos que denotaran que había voluntad de paz y lo que hicieron, insisto, fue un paro armado en el Chocó.
Frente a lo que está ocurriendo hoy, ¿va a pasar lo mismo? ¿Van a hacer como si nada? No creo. Ya llega un momento en que las cosas empiezan a tener un matiz crítico, absolutamente crítico. Los hechos hablaron”.
A propósito de su visita a Estados Unidos por estos días, ¿qué actitud cree que asuma el presidente Trump frente a los diálogos con el ELN y la política de paz total?
“Supongo que el Gobierno tiene que tomar atenta nota del discurso del presidente Trump. Él dijo claramente para dónde va y buena parte de los elementos de política doméstica van a tener un claro impacto en la política externa americana y, en consecuencia, hay un espejo que identifica a Colombia, ¿o acaso todo el tema de migraciones no es parte de todo el lío en el que estamos metidos?”.