Colombia

Benedetti dio por muerta la reforma a la salud, pero corrigió tras confusión en tiempos del Congreso: “Bueno, la están torturando”

El ministro del Interior alegó que la reforma a la salud está “muerta” debido a los apretados tiempos del Congreso y las mesas técnicas que aplazan el debate hasta finales de mayo. Sin embargo, la reforma tiene un plazo de dos años para su trámite.

hace 8 horas

El ministro del Interior, Armando Benedetti –quien el próximo 1 de mayo cumplirá dos meses al frente del despacho encargado de la política–, tuvo un lapsus este jueves alrededor de los tiempos y el trámite de la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro en el Congreso de la República.

Según reclamó inicialmente el excongresista durante un foro en Bogotá, el proyecto –que se tramita en tercer debate en la Comisión Séptima del Senado, la misma que hundió la reforma laboral está “muerto” en la medida en que se agendaron una serie de mesas técnicas y audiencias previas que, dados los tiempos, posponen el debate en ciernes.

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Benedetti alegó que esos procedimientos, aunque son legales, contribuirían a dilatar la discusión y a condenar el proyecto al hundimiento en la medida en que no alcanzaría a discutirse antes del 20 de junio, cuando concluye el periodo legislativo. Es decir, la iniciativa se hundiría por los apretados tiempos del Congreso.

La están torpedeando al revés como hundieron la laboral, echando para atrás las mesas técnicas hasta el 20 de mayo, para que empiece el 27 de mayo. Eso quiere decir que ya yo doy por muerta la salud (...) la misma presidenta (de la Comisión, Nadia Blel) ahora extiende en el tiempo el debate para hundir la salud. Ya la doy por muerta”, insistió el ministro.

“Al poner cuatro mesas técnicas lo que están haciendo es llevar el debate hasta el 27 de mayo, y no habría oportunidad de tramitarla sino hasta el 20 de junio de este año, cuando acaba el periodo legislativo. Para una (la reforma laboral) sí se pusieron de acuerdo y la hundieron como si fuera una especie de asalto, y para otras lo que hacen es dilatar y dilatar”, agregó.

La tesis del ministro es que hasta el 27 de mayo comenzaría la discusión y apenas habría 23 días para que se debatiera en Comisión y luego en plenaria. “Solo habría 23 días para discutir casi 80 artículos en la Comisión, y ya sabemos qué pasa en la Comisión, y además de eso faltaría la plenaria. Los días no dan, lo racional no da. Significa que están matando. Queda clarísimo que a ellos no les gusta ninguna reforma social ni para el pueblo”.

Sin embargo, en una rueda de prensa posterior al evento, los mismos periodistas le aclararon al ministro que tenía una confusión en los tiempos del Congreso, pues el proyecto se radicó en septiembre de 2024 y, por tratarse de una ley ordinaria, debe tramitarse y aprobarse en sus cuatro debates hasta en un periodo de dos años, o de lo contrario terminaría archivada.

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“Bueno, no la están matando, la están torturando”, reconoció luego entre risas el ministro, quien incluso acudió a la representante petrista María Fernanda Carrascal –de visita en el evento–, para confirmar si se había radicado la reforma en 2024 o antes.

“A una (reforma) la mataron en un asalto ocho personas firmando una ponencia, cerrando la Comisión, y firmando la ponencia para hundirla, y la otra dilatan, dilatan y dilatan solamente para hundir la reforma a la salud”, agregó Benedetti.

Por su parte, en medio de los reclamos del ministro, se pronunció la presidenta de la Comisión Séptima, Nadia Blel (Partido Conservador), quien aclaró el trámite de la reforma y reafirmó la necesidad de las mesas técnicas y audiencias públicas previo al debate de la iniciativa en la Comisión Séptima.

La congresista precisó que el proyecto fue radicado en septiembre y “cuenta con dos años para tramitarse debido a que se trata de una ley ordinaria, por ende no se encuentra a punto de hundirse como lo afirma el ministro Benedetti”, dijo.

A propósito, el propio Benedetti sorprendió al asegurar que el Gobierno “ve con buenos ojos” el proyecto independiente que recoge dos de los puntos centrales de la fallida reforma laboral: el que propone modificar la jornada nocturna y el que aumenta la remuneración por trabajar domingos y festivos. Eso sí, advirtió que el apoyo a esa iniciativa no implica que renuncien a la consulta popular.

“El Gobierno ve con buenos ojos la reforma laboral que propone el Partido Liberal porque son dos puntos de por los menos las 12 preguntas que se van a llevar al Senado para que la consulta vaya a las urnas. No es mala idea, pero lo ideal sería que los otros 10 puntos los tratáramos de incluir en el articulado y así las cosas empezarían a fluir, pero eso no quiere decir que la consulta se deje de tramitar en el Senado”, agregó.