Colombia

2.300 armas de las Farc están en poder de la ONU

Se espera que el 20 de junio se dé por terminado el 100 % de la dejación de armas, solo quedaría pendiente la destrucción de caletas.

Soy periodista egresada de la Universidad de Antioquia. Mi primera entrevista se la hice a mi padre y, desde entonces, no he parado de preguntar.

09 de junio de 2017

Confirmado: las Farc dejaron el 30 % de sus armas, lo que significa un paso histórico hacia el fin del conflicto armado.

La Misión de la ONU en Colombia aseguró que en las 26 zonas veredales y puntos transitorios se dio cumplimiento a la primera etapa de la dejación de armas acordada por el Gobierno y las Farc el pasado 29 de mayo, cuando reprogramaron el cronograma debido a los retrasos en la construcción de las zonas veredales (ver gráfico).

“De conformidad con este acuerdo, la Misión tiene ahora en sus contenedores un total de 2.300 armas, un poco más del 30% de las actualmente registradas e identificadas por la Misión de la ONU en los campamentos de las Farc”, expresó el componente internacional a través de un comunicado.

Es de recordar que el proceso de dejación de armas, como quedó establecido en el acuerdo entre el Gobierno y las Farc, compete únicamente a la guerrilla y a la Misión de la ONU, y hasta el momento, como señala el acuerdo, no han permitido el ingreso de ningún medio de comunicación o de civiles, a excepción de NC Noticias de las Farc, para documentar la recepción del arsenal.

Por su parte, la Misión de la ONU también tomó algunos registros, pero en ninguno de los que compartió se ve el momento de la dejación de armas. Esto tiene una explicación, la entrega de armas, en términos militares, plantea la derrota del adversario. En este caso, se trató del resultado de la negociación de paz y así quedó en el acuerdo.

Esto obedece a que las Farc, al igual que todas las guerrillas que han hecho procesos de paz con el Gobierno, tienen mucha sensibilidad con respecto al momento en el que se separan de su arma. Recordó Álvaro Villarraga, director de Acuerdos de Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, que durante los 90 el EPL, el M-19 y el Quintín Lame las dejaron ante representantes de la comunidad internacional y nunca se usó el término “entrega de armas”, porque de alguna manera está relacionada con la rendición.

Y aunque las guerrillas de ese entonces sí permitieron el ingreso a medios de comunicación y registro gráfico de los actos de dejación, Villarraga no ve inconveniente en que las Farc se despojen de su armamento de manera privada, ya que entiende la emotividad de ese momento y tiene claro que la ONU es un verificador “muy confiable” para el país y para el mundo.

Hacia el fin del conflicto

Pese a que esta primera etapa de entrega de armas representa un paso importante en el cumplimiento del acuerdo, no faltaron las críticas. La representante a la Cámara del Centro Democrático, Margarita Restrepo, aseguró que “muchos felicitan a las Farc por entregar el 30 % de sus armas, cuando hace un par de semanas deberían haber entregado la totalidad. ¡Han incumplido!”.

Pero, que la ONU haya recibido el 30 % de las armas de la guerrilla más longeva del continente no es un logro de poca monta, en eso coinciden varios analistas, por lo que debería quitársele peso a que era un compromiso que debía haberse cumplido antes del 1 de marzo.

Por ejemplo, Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para Análisis del Conflicto, Cerac, advirtió que independiente de los retrasos, que las Farc dejen las armas salva vidas. El Cerac calcula que ya se han evitado, por lo menos, 547 muertos desde que se decretó el cese el fuego bilateral.

Pero, además, celebró que por primera vez las Farc rechazaran la violencia, refiriéndose a la declaración de alias Timochenko, máximo jefe de esa insurgencia, durante el acto de dejación del 30 % de las armas en el que prometió: “Jamás volveremos a usar la violencia”.

Milicianos irán a las zonas

Para concluir con el proceso de dejación de armas, para el que apenas quedan 12 días, más de 2.000 milicianos de las Farc se trasladarán hacia las zonas veredales, contó el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

La idea es que con estos milicianos se pueda completar el 100 % de la dejación de armas y que puedan iniciar su proceso de reincorporación a la vida civil, especialmente cedulación y formación para el trabajo.