Así funcionan las “biciescuelas para adultos” en el Aburrá
Comunicadora Social - Periodista de la UdeA. Amo leer historias y me formé para contarlas.
Convencidos de que nunca es tarde para aprender y adquirir un nuevo estilo de vida, en el Valle de Aburrá se reactivaron las Biciescuela para Adultos: un programa gratuito que busca enseñarles a quienes no aprendieron de pequeños las habilidades básicas para andar en bici y desenvolverse en un contexto de ciudad.
De hecho, uno de los objetivos del proyecto es formar ciclistas urbanos y fomentar el uso de la bici como medio de transporte en Medellín y su área metropolitana. “La Biciescuela para Adultos hace parte del Programa de Educación, Promoción y Cultura de la Movilidad Activa, adscrito a la Subdirección de Movilidad del Área Metropolitana del Valle de Aburrá”, detalló la entidad.
Debido a la pandemia, las clases se habían suspendido. Sin embargo, esta vez abrieron en tres municipios más del Aburrá, para un total de siete territorios que cuentan con el servicio: Medellín, Itagüí, Girardota, Barbosa, Caldas, La Estrella y Bello.
Sin duda, la estrategia ha sido una alternativa para aprender y distraerse. “La Biciescuela para adultos tiene tan buena acogida, que en 2019 tuvimos 967 usuarios, de los cuales el 85% fueron mujeres”, describió Juan David Palacio Cardona, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Además de que la mayoría de alumnas han sido mujeres, también se sabe que la edad promedio de los adultos que asisten a las clases es de 47 años.
¿Cómo funciona?
Las Biciescuelas son una invitación abierta a todos los ciudadanos metropolitanos. Solo es necesario ser mayor de edad y no se requiere pagar alguna cuota o hacer una suscripción previa.
La única condición es llegar hasta el lugar de la clase (Ver: Paréntesis), estar dispuesto a aprender y respetar los protocolos de bioseguridad que, por ahora, continuarán siendo el uso permanente del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento social.
“Yo nunca había estado en una bicicleta y me ha encantado. En la primera clase fue el equilibrio y me ha dado mucho gusto poder estar en este lugar. Nos dedican mucho tiempo y nos generan mucha confianza. Eso es muy bueno”, relató Julmer Gómez, usuaria de la Biciescuela, a modo de experiencia